Marta Sánchez deja de seguir a Vicky Martín Berrocal en Instagram

El gesto digital de la cantante enciende los rumores de crisis en una de las amistades más sólidas del panorama social español

En la era digital, donde las relaciones se miden en seguidores y likes, un simple clic puede desencadenar una tormenta de especulaciones. Este es precisamente el caso de lo ocurrido entre Marta Sánchez y Vicky Martín Berrocal, dos figuras consolidadas del mundo del espectáculo y la moda española que, durante años, han representado el paradigma de la amistad femenina en el firmamento celebrity. La noticia no ha tardado en correr como la pólvora: la intérprete de 'Soy yo' ha dejado de seguir a la diseñadora en la plataforma de Instagram, un movimiento que, aunque aparentemente trivial, habla volumenes en el lenguaje silencioso de las redes sociales. Lo que hace aún más llamativo este gesto es que la relación de seguimiento no es mutua: Vicky continúa siguiendo a Marta, lo que refuerza la teoría de que la decisión ha sido unilateral y, posiblemente, reveladora de un conflicto subyacente. La amistad entre ambas no era precisamente superficial. A lo largo de más de una década, han compartido momentos íntimos y públicos que trascendían el mero postureo influencer. Desde escapadas románticas a ciudades como Lisboa o Aranjuez hasta asistencias conjuntas a bodas de alto standing, su conexión parecía inquebrantable. Los mensajes de admiración mutua eran constantes: Marta definía a Vicky como una mujer 'fuerte, generosa y leal', mientras que la creadora de VICTORIA se refería a la cantante como su 'amiga del alma'. Este vínculo emocional quedó plasmado en innumerables fotografías donde sonreían cómplices, rodeadas de un entorno de lujo y glamour propio de su estatus. Sin embargo, los cimientos de esta relación comenzaron a resquebrajarse hace ya algún tiempo. El primer indicio significativo surgió en febrero de 2024, cuando Vicky entrevistó a Marta en su podcast, un formato que por entonces no contaba con el tirón mediático que disfruta actualmente. Durante la conversación, la diseñadora no cesó de enfatizar el carácter especial de su amistad, y Marta, por su parte, accedió encantada a participar, promocionando el episodio en sus perfiles. La anomalía llegó después: Vicky nunca compartió ese contenido en su feed de Instagram, algo que sí hizo con otras invitadas de prestigio como Blanca Suárez o Sofía Vergara. Si en algún momento llegó a publicarlo, el rastro ha desaparecido por completo de su historial. Este hecho cobra mayor relevancia cuando se analiza la evolución estratégica del perfil de Vicky Martín Berrocal en los últimos dos años. Su cuenta se ha transformado en una galería de estilo minimalista y altamente curada, donde apenas aparecen rostros ajenos a su núcleo familiar directo. La estética depurada y el contenido selectivo han relegado a un segundo plano cualquier muestra de amistades externas, convirtiendo su Instagram en un escaparate casi exclusivo de su marca personal y su legado familiar. La entrevista con Marta parece haber marcado un punto de inflexión en esta estrategia de comunicación. Pero las señales de distanciamiento no quedan ahí. Marta Sánchez brilló por su ausencia en dos momentos clave para Vicky: el estreno de Las Berrocal, el proyecto audiovisual más personal de la diseñadora, y la inauguración de su nueva tienda de la firma VICTORIA en la exclusiva calle Velázquez de Madrid. Ambos eventos contaron con la presencia de amigas íntimas y colaboradores habituales, pero el rostro de la cantante no apareció en ninguna de las instantáneas oficiales. Estas ausencias, sumadas al reciente unfollow, dibujan un panorama difícil de ignorar. El silencio de ambas partes ante las especulaciones resulta ensordecedor. Ni Marta ni Vicky han realizado declaraciones públicas al respecto, optando por mantener el mutismo que caracteriza a las rupturas de alto nivel en el mundo del celebrity. Esta falta de comunicación oficial solo alimenta las teorías: ¿se trata de un desencuentro pasajero o de una ruptura definitiva? ¿Hay un conflicto profesional detrás, o simplemente un desgaste natural de una amistad sometida a la presión mediática? Lo cierto es que en el universo de las influencers y celebrities españolas, donde cada movimiento es escrutado con lupa, un unfollow no es solo un unfollow. Es una declaración de intenciones, un mensaje codificado para el público, una forma de decir sin palabras que algo ha cambiado. Y cuando quien lo protagoniza es alguien con el peso específico de Marta Sánchez, el gesto adquiere una dimensión simbólica que trasciende lo digital para instalarse en el terreno de la realidad emocional. La historia de estas dos mujeres poderosas sirve como espejo de las complejidades de las relaciones en la era de la sobreexposición. Lo que antes se resolvería en privado, ahora se ventila en la palestra pública con un simple toque en pantalla. Mientras Vicky sigue tejiendo su imperio de la moda y el diseño con un perfil cada vez más hermético, Marta continúa su carrera musical y su presencia en redes con la libertad de quien decide quién merece formar parte de su círculo digital. El tiempo dirá si este unfollow es el epílogo de una gran amistad o solo un paréntesis en una relación que, como tantas otras, necesita distancia para respirar. De momento, el gesto está hecho y las alarmas, encendidas.

Referencias

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