El Deportivo de La Coruña sumó su segunda derrota consecutiva en Riazor al caer derrotado ante la Real Sociedad B en el duelo correspondiente a la jornada 18 de LaLiga Hypermotion. El conjunto gallego, que partía como favorito en su feudo, no pudo superar a un rival joven y bien organizado que supo aprovechar los errores locales para llevarse los tres puntos de A Coruña. El resultado deja al Deportivo en una situación comprometida, alejado del liderato y con el puesto de privilegio para el ascenso directo más peligroso que nunca.
El encuentro, disputado en un Riazor que registró una notable asistencia de público pese al frío invernal, comenzó con el Deportivo dominando el balón y buscando imponer su ritmo desde el pitido inicial. Los de Óscar Cano salieron con la intención clara de solventar rápidamente el duelo, conscientes de la importancia de sumar de tres en casa para mantenerse en la zona alta. Sin embargo, la falta de acierto de cara a puerta y la imprecisión en los metros finales se convirtieron en un lastre insalvable.
La Real Sociedad B, filial donostiarra que milita en la categoría de plata, demostró desde el primer minuto por qué está considerado uno de los proyectos más sólidos de la cantera española. Su modelo de juego basado en la posesión y la presión alta tras pérdida incomodó seriamente la salida de balón del Deportivo. Los visitantes, dirigidos por Xabi Alonso desde la banda, ejecutaron a la perfección su plan de partido, esperando atrás y aprovechando las transiciones rápidas para generar peligro.
El golpe llegó en el minuto 34, cuando una pérdida en el centro del campo del Deportivo fue castigada de manera demoledora. Un pase en profundidad desbordó a la defensa local y el delantero visitante definió con calidad ante la salida de Alberto. El 0-1 reflejaba mejor lo visto sobre el césped, pese al dominio territorial del conjunto coruñés. Los locales intentaron reaccionar antes del descanso, pero los remates de Borja Valle y William se encontraron con la figura del guardameta txuri-urdin.
La segunda mitad presentó un guion similar. El Deportivo salió con más ímpetu, pero la ansiedad y la precipitación jugaron en su contra. Las ocasiones claras escasearon y cuando aparecieron, la puntería volvió a fallar. La Real Sociedad B, cómoda con el resultado, administró su ventaja con inteligencia, cerrando espacios y consumiendo minutos. El 0-1 final dejó un regusto amargo en la grada de Riazor, acostumbrada a ver a su equipo imponerse en casa.
Con este resultado, el Deportivo suma dos derrotas seguidas en su estadio, algo inédito en lo que va de temporada. La zona de ascenso directo, que parecía asegurada hace apenas un mes, se complica de manera notable. Los gallegos han cedido terreno ante sus perseguidores directos y el liderato, que distaba solo cuatro puntos, ahora se encuentra a nueve tras la última jornada. La regularidad, clave en una competición tan larga como LaLiga Hypermotion, se ha esfumado en las últimas semanas.
El calendario no ayuda. En las próximas jornadas, el Deportivo deberá visitar los campos de rivales directos como el Valladolid y el Eibar, mientras recibe en casa al Burgos y al Leganés. Cada partido se convierte ahora en una final para los de A Coruña, que no pueden permitirse más tropiezos si quieren mantener vivo el sueño del ascenso directo. La opción del playoff de ascenso, siempre más incierta, comienza a asomar como alternativa real.
Desde el cuerpo técnico, Óscar Cano reconoció en rueda de prensa que "el equipo no está siendo efectivo en las áreas. Dominamos pero no somos capaces de transformar esa superioridad en goles. Es un problema que debemos solucionar urgentemente". El entrenador también lamentó las bajas por lesión de jugadores clave como Álex Bergantiños y Nacho, que han mermado el rendimiento del equipo en las últimas semanas.
Por su parte, la afición deportivista mostró su preocupación a la salida del estadio. Muchos seguidores, fieles a su equipo en las buenas y en las malas, reconocen que el nivel mostrado no es el esperado para un club con la historia y la exigencia del Deportivo. Las críticas, sin embargo, se centran más en la falta de acierto que en la actitud, que ha sido encomiable en todos los encuentros.
La Real Sociedad B, por el contrario, celebra un triunfo de oro que le permite seguir soñando con la permanencia. Los donostiarras, que llegaron a A Coruña como claros underdogs, demostraron que su modelo de cantera puede competir de tú a tú con los grandes de la categoría. La victoria les permite distanciarse de los puestos de descenso y respira tranquilidad de cara al tramo final de la primera vuelta.
El análisis estadístico del partido refleja la paradoja del fútbol. El Deportivo dominó el 62% de la posesión, disparó 14 veces a puerta (solo 4 entre los tres palos) y generó 8 córners. La Real Sociedad B, con apenas 38% de posesión y 6 remates, fue más efectiva y se llevó el botín. Los datos confirman lo que ya se intuye: el fútbol se juega en las áreas y el conjunto local no está siendo eficiente.
Ahora, el Deportivo deberá levantarse rápidamente. La competición no espera y los rivales no perdonan. La plantilla cuenta con calidad suficiente para revertir la situación, pero el tiempo apremia. Las próximas tres jornadas serán determinantes para el devenir de la temporada. Si el equipo consigue reencontrarse con la victoria, el liderato volverá a estar al alcance. Si no, el sueño del ascenso directo podría convertirse en una quimera.
El fútbol, como siempre, da revancha. El Deportivo tendrá la oportunidad de demostrar que esta crisis es solo un bache temporal. La historia del club está llena de momentos difíciles superados con garra y coraje. Ahora, más que nunca, el equipo necesita el apoyo incondicional de su afición y la serenidad para afrontar los desafíos que vienen. La temporada está lejos de acabar, pero el reloj ya marca el tiempo de la reacción.