La convocatoria del MIR 2026 vuelve a generar preocupación entre los miles de aspirantes a una plaza de formación sanitaria especializada. A escasas seis semanas de la celebración de la prueba, prevista para el próximo 24 de enero, el Ministerio de Sanidad no ha publicado todavía la lista provisional de admitidos, un documento administrativo imprescindible sin el cual el examen no puede llevarse a cabo legalmente.
Este retraso, que ya supera las cuatro semanas, ha encendido las alarmas en el colectivo de médicos y otros profesionales de la salud que preparan la prueba. La causa principal de esta demora se remonta al pasado 18 de septiembre, cuando la plataforma de inscripción experimentó graves fallos técnicos que obligaron a ampliar el plazo de registro. Este incidente provocó un volumen desbordado de solicitudes en el último momento, complicando enormemente la tramitación administrativa posterior.
Desde un punto de vista jurídico, la publicación de la relación de admitidos no es un mero trámite burocrático, sino un requisito legal previo e ineludible para la convocatoria del examen. Sin esta publicación, la prueba carece de validez administrativa, lo que ha llevado a muchos candidatos a cuestionarse si la fecha del 24 de enero se podrá mantener tal y como está prevista.
Históricamente, el examen MIR solo ha sufrido aplazamientos en circunstancias verdaderamente excepcionales. La pandemia de la Covid-19 representó el único precedente reciente de un retraso significativo en la convocatoria. Por ello, la situación actual resulta particularmente inquietante para los aspirantes, que ven cómo el tiempo para preparar la recta final de sus estudios se agota mientras la incertidumbre administrativa persiste.
Fuentes del Ministerio han trasladado a los candidatos la intención de mantener la fecha fijada para la prueba. El objetivo es publicar la lista de admitidos en el menor plazo posible, lo que permitiría recuperar el calendario previsto. Sin embargo, este retraso ya está condicionando otros plazos fundamentales del proceso, como el periodo para presentar reclamaciones o confirmar definitivamente la participación en la convocatoria.
El próximo 24 de enero, miles de graduados en Medicina y otras disciplinas de Ciencias de la Salud se presentarán a las pruebas de Formación Sanitaria Especializada (FSE). Esta convocatoria batirá nuevos récords al ofertar 9.276 plazas para Medicina, 269 más que en la edición anterior. Esta cifra confirma la tendencia alcista iniciada en 2015, que ha ido incrementando progresivamente las oportunidades para los nuevos profesionales.
Entre las novedades destacadas de esta edición, el examen comenzará a las 14.00 horas, la hora de inicio más temprana de la historia de esta prueba. Este cambio en el horario busca optimizar la logística de la convocatoria y mejorar las condiciones para los candidatos.
Una vez finalizada la prueba, el calendario establece la publicación de los cuadernillos de preguntas y las imágenes el 26 de enero. Al día siguiente, el 27, se difundirán las respuestas correctas y se abrirá un plazo de tres días hábiles para que los aspirantes puedan presentar reclamaciones sobre el contenido de la prueba.
Las notas provisionales del MIR 2026 se harán públicas a finales de febrero, momento a partir del cual los candidatos dispondrán de cuatro días para presentar alegaciones. Las calificaciones definitivas no se conocerán hasta marzo, lo que marca el inicio de la fase decisiva del proceso.
La adjudicación de plazas comenzará el 5 de mayo y se extenderá hasta finales de ese mes, siguiendo el orden de puntuación obtenido por cada aspirante. Finalmente, la toma de posesión en los hospitales y centros de salud está prevista para los primeros días de junio, cuando los nuevos residentes iniciarán oficialmente su periodo de formación.
La situación actual recuerda a los candidatos la importancia de estar atentos a las comunicaciones oficiales del Ministerio, ya que cualquier modificación en el calendario podría afectar sus planes de preparación y organización personal. Mientras tanto, los aspirantes continúan con su preparación intensiva, con la esperanza de que la administración resuelva los trámites pendientes sin necesidad de alterar las fechas establecidas.
El reto para el Ministerio de Sanidad radica ahora en gestionar esta situación con la máxima transparencia y eficiencia, garantizando los derechos de los candidatos y el correcto desarrollo de un proceso selectivo que determinará el futuro de miles de profesionales de la salud en España.