El Rayo Vallecano atraviesa por su momento más delicado en la historia reciente del club. Desde mediados de diciembre de 2021, el conjunto madrileño no conoce la victoria en LaLiga Santander, una sequía que ya se ha prolongado durante trece jornadas consecutivas. Esta cifra iguala la peor racha registrada en 2003, año en el que el equipo terminó descendiendo a la división de plata del fútbol español.
La última alegría para la parroquia franjirroja llegó el 18 de diciembre de 2021. Desde aquella fecha, el cuadro de Vallecas ha sumado únicamente cuatro puntos de treinta y nueve posibles, fruto de cuatro empates y nueve derrotas. Un balance que ha hecho caer al equipo de la quinta posición, que ocupaba tras la primera vuelta del campeonato, hasta el decimotercer lugar con treinta y cuatro puntos, a solo cinco de la zona de descenso.
Los números son demoledores. En lo que va de año 2022, el Rayo Vallecano ha firmado tablas ante el Real Betis (1-1), el Sevilla FC (1-1), el Granada CF (2-2) y el Valencia CF (1-1). Sin embargo, las derrotas han sido la tónica dominante: caídas ante el Atlético de Madrid (2-0), Athletic Club (0-1), RC Celta de Vigo (2-0), CA Osasuna (0-3), Elche CF (2-1), Real Madrid (0-1), Cádiz CF (2-0), una nueva derrota ante el Atlético de Madrid (0-1) y frente al Deportivo Alavés (1-0).
La falta de puntería es uno de los principales handicaps del equipo dirigido por Andoni Iraola. En estas trece jornadas sin ganar, el Rayo solo ha conseguido marcar seis goles, una cifra que refleja la sequía ofensiva que padece el conjunto vallecano. A lo largo de toda la temporada, los madrileños han anotado treinta y dos tantos, convirtiéndose en el quinto equipo menos efectivo de la categoría.
El factor campo tampoco ha jugado a favor del Rayo Vallecano. En su feudo de Vallecas, el equipo ha sumado apenas seis puntos de cuarenta y cinco posibles, un registro que solo iguala el Deportivo Alavés, colista del campeonato y principal candidato al descenso. Esta debilidad en casa está resultando determinante para la crisis de resultados que vive el club.
En medio de este contexto negativo, la figura de Radamel Falcao brilla por su ausencia. El delantero colombiano, máxima estrella del plantel, ha estado alejado de los terrenos de juego durante gran parte de la temporada debido a las lesiones. El 'Tigre' se recupera actualmente de una lesión muscular en los isquiotibiales que le ha mantenido inactivo durante las últimas siete semanas.
La situación del goleador cafetero es especialmente preocupante. Su última diana con la camiseta del Rayo Vallecano se remonta al 6 de noviembre de 2021, en el estadio Santiago Bernabéu, donde anotó el tanto de la honra en la derrota por 2-1 ante el Real Madrid. Desde entonces, el delantero no ha vuelto a marcar en competición doméstica.
Las molestias físicas han limitado la participación de Falcao en el equipo, pero también han afectado a su rendimiento con la selección de Colombia. El atacante estuvo presente en los compromisos decisivos contra Bolivia y Venezuela por las eliminatorias sudamericanas rumbo a Catar 2022, donde la 'Tricolor' logró victorias que, finalmente, no le alcanzaron para clasificarse al torneo mundialista.
Ante la prensa, Andoni Iraola ha preferido no dar una fecha concreta para el regreso del delantero suramericano. En la última rueda de prensa, el técnico vasco se mostró cauteloso y solo apuntó que buscaría la mejor forma de reincorporarle de cara al próximo compromiso contra el RCD Espanyol en Barcelona.
La situación del Rayo Vallecano es crítica. Con trece jornadas sin conocer la victoria y a solo cinco puntos de los puestos de descenso, el equipo necesita reaccionar con urgencia si quiere evitar verse envuelto en la lucha por la permanencia. La vuelta de Falcao podría ser el impulso anímico y goleador que necesita el conjunto vallecano, pero su estado físico sigue siendo una incógnita.
El calendario no se presenta favorable para los intereses del Rayo. Los próximos compromisos exigirán el máximo nivel de un plantel que ha demostrado carencias tanto en la creación de juego como en la definición. La confianza del vestuario parece tocada, y la presión de la afición cada vez es mayor.
La comparación con la temporada 2002-2003, cuando el equipo descendió tras una racha similar, es inevitable. Aquel curso, el Rayo Vallecano firmó trece jornadas sin ganar que le condenaron a jugar en Segunda División. La historia se repite, pero el club confía en que esta vez el final será diferente.
La clave para revertir la situación pasa por recuperar la solidez defensiva y, sobre todo, por encontrar el camino del gol. La figura de Falcao, siempre que esté en condiciones físicas óptimas, será fundamental en esta empresa. Su experiencia y olfato goleador pueden ser la diferencia entre la permanencia y el descenso.
Mientras tanto, Andoni Iraola trabaja para encontrar soluciones que no pasan únicamente por la vuelta del delantero colombiano. El sistema de juego, la motivación del grupo y la efectividad de cara a portería son aspectos que el entrenador debe mejorar de inmediato si quiere sacar al Rayo Vallecano de esta crisis sin precedentes.
El tiempo apremia. Cada jornada que pasa sin sumar los tres puntos, la presión aumenta y la confianza disminuye. El Rayo Vallecano necesita un golpe de efecto, un partido que sirva para cambiar la dinámica negativa y devolver la ilusión a una afición que ha vivido situaciones similares en el pasado y sabe lo que cuesta salir de ellas.
La permanencia en LaLiga está en juego. La crisis del Rayo Vallecano es real, y solo el trabajo colectivo, la unión del vestuario y la vuelta de sus mejores jugadores, encabezados por Falcao, pueden evitar que el club viva su peor pesadilla: el descenso a Segunda División.