El penalti de Pepe que aún duele en Elche

Edu Albácar revive la polémica acción de 2013 y explica por qué sigue siendo un punto de dolor para la afición franjiverde.

Aunque han pasado más de una década, en Elche aún se recuerda con nitidez —y cierto malestar— aquel penalti señalado en el último minuto del partido contra el Real Madrid en 2013. La acción, protagonizada por Pepe y el defensa ilicitano 'La Roca' Sánchez, sigue siendo motivo de debate entre los aficionados y exjugadores del club. En una reciente entrevista con MARCADOR de Radio MARCA, Edu Albácar, excapitán del Elche y testigo directo de aquel episodio, volvió a sacar a la luz una de las decisiones arbitrales más controvertidas de la historia reciente del club.

El partido, disputado en el estadio Martínez Valero, se había desarrollado con intensidad y equilibrio. El Elche, recién ascendido a Primera División, estaba a punto de lograr un empate histórico ante uno de los equipos más poderosos del fútbol español. Pero en el minuto 93, un córner lanzado por el Madrid cambió el rumbo del encuentro. Pepe, en un intento por alcanzar el balón, no llegó a rematar, pero sí logró agarrar el brazo de Sánchez y dejarse caer hacia atrás. El árbitro Muñiz Fernández no dudó: pitó penalti.

"Todavía hay gente que te recuerda esa jugada", reconoció Albácar con una mezcla de resignación y frustración. Para él, y para muchos en el vestuario, la decisión fue incomprensible. "El árbitro, incomprensiblemente, pitó penalti", afirmó. La reacción en la grada fue inmediata: abucheos, protestas y una sensación de injusticia que se extendió por todo el estadio. El equipo, que había luchado con entrega durante 90 minutos, vio cómo un punto de oro se esfumaba por una decisión que, según el exdefensa, "solo vio él".

La polémica no terminó ahí. Tras aquel partido, Muñiz Fernández dejó de arbitrar al Elche durante el resto de la temporada, una medida que, aunque no oficialmente confirmada, fue interpretada como una consecuencia directa de la controversia. Para un equipo recién llegado a la élite, el impacto emocional fue enorme. "Fue una noche especialmente dura", recordó Albácar. "Estábamos ilusionados, habíamos hecho un gran partido, y en el último suspiro nos arrebataron un punto que merecíamos".

Más allá de la polémica arbitral, Albácar también reflexionó sobre lo que significa enfrentarse a jugadores de la talla de los del Real Madrid. En su etapa como profesional, tuvo la oportunidad de marcar a figuras como Gareth Bale. "Lo estaba marcando bien, me decía que estaba haciendo un buen trabajo", contó con una sonrisa. Pero, como bien sabe cualquier defensa, con jugadores de ese nivel, todo puede cambiar en un instante. "En dos minutos, cambió todo con un zapatazo desde 40 metros. Eso es lo que hacen los grandes: decantar un partido en segundos".

El exjugador también aprovechó la entrevista para hablar del crecimiento institucional del Elche. Aunque reconoció que el club ha pasado por momentos difíciles —como el descenso administrativo—, destacó que el proyecto actual está más asentado y con una estructura más sólida. "Hay una ilusión nueva, un proyecto con cabeza", afirmó. Aunque ya no está en el club, sigue siguiendo su evolución con cariño, aunque desde la distancia.

Actualmente, Albácar se encuentra en Mauritania, donde entrena a un equipo con aspiraciones continentales. "Es una experiencia bonita", dijo, aunque reconoció que le cuesta seguir al Elche con la misma intensidad que antes. "No puedo estar tan pendiente como me gustaría, pero siempre tengo un ojo en el club".

A pesar de una salida que, según él, "fue como fue", Albácar no guarda resentimientos. Al contrario: "Guardo un gran recuerdo del Elche y de su afición. Fue una etapa importante en mi vida". Y, aunque no lo descarta, tampoco lo da por hecho: "Si algún día vuelvo como entrenador, ya se verá".

Con el próximo partido contra el Real Madrid en el horizonte, las palabras de Albácar vuelven a poner sobre la mesa una de las páginas más recordadas —y dolorosas— de la historia franjiverde. Para muchos, aquel penalti no fue solo una decisión arbitral, sino un símbolo de la lucha de un equipo pequeño por hacerse un hueco en la élite. Y aunque el tiempo ha pasado, la herida sigue abierta. Porque en Elche, como bien dijo Albácar, "todavía escuece".

Referencias