Diego Simeone ha optado por un once con matices tácticos para enfrentar al Levante en la jornada correspondiente. El entrenador argentino ha realizado tres modificaciones respecto al último partido contra el Union Saint-Gilloise, buscando equilibrio y frescura en el campo.
En la portería, Jan Oblak mantiene su lugar como titular, confirmando su rol como pilar defensivo del equipo. En la zaga, Marcos Llorente vuelve a la titularidad, ocupando el lateral derecho en lugar de Nahuel Molina. Junto a él, José María Giménez se incorpora en el eje defensivo tras la lesión de Robin Le Normand, mientras que David Hancko y Matteo Ruggeri completan la línea defensiva, con este último en el lateral izquierdo.
En el centro del campo, Simeone ha confiado en una mezcla de experiencia y juventud. Koke Resurrección lidera la medular, acompañado por Pablo Barrios y Giuliano Simeone, mientras que Álex Baena aporta creatividad desde la banda. Esta combinación busca controlar el ritmo del partido y generar oportunidades de gol.
En ataque, la dupla formada por Alexander Sorloth y Julián Alvarez será clave. Sorloth, con su potencia y presencia aérea, y Alvarez, con su movilidad y capacidad goleadora, forman una pareja con perfil complementario. Ambos reemplazan a Antoine Griezmann, quien se queda en el banquillo, posiblemente para gestionar su carga de minutos.
Por su parte, el Levante, dirigido por Julián Calero, presenta un once con un enfoque más defensivo. Matthew Ryan custodia la portería, mientras que la defensa está compuesta por Jeremy Toljan, Matías Moreno, Unai Elgezabal y Adrián Dela. En el mediocampo, Carlos Álvarez y Kervin Arriaga buscan dar consistencia, y en ataque, Etta Eyong lidera la ofensiva con apoyo de Roger Brugué y Jon Ander Olasagasti.
Los cambios de Simeone reflejan una estrategia pensada para adaptarse al rival y preservar a jugadores clave de cara a partidos futuros. La inclusión de Ruggeri en el lateral izquierdo y la apuesta por Sorloth en punta muestran una intención de explotar los espacios y generar desequilibrios en la defensa contraria.
El partido promete ser intenso, con el Atlético buscando imponer su ritmo y el Levante intentando sorprender con transiciones rápidas. La gestión de los cambios y la lectura del juego por parte de ambos entrenadores serán fundamentales para definir el resultado.
Con esta alineación, Simeone demuestra una vez más su capacidad para ajustar el equipo según las circunstancias, manteniendo la competitividad del Atlético en todas las competiciones. Los aficionados esperan un partido vibrante, donde la estrategia y la ejecución marquen la diferencia.