En un mundo donde la fama y el glamour de Hollywood suelen ser sinónimo de éxito, Glen Powell ha tomado una decisión poco común: regresar a sus raíces en Texas. A pesar de su creciente popularidad tras éxitos como Top Gun: Maverick, Twisters y Hit Man, el actor de 38 años ha elegido establecer su hogar en su estado natal, alejándose del ecosistema constante de Los Ángeles. Su motivación no es una huida, sino una búsqueda consciente de equilibrio, conexión y autenticidad.
En una entrevista con Vanity Fair, Powell confesó que necesitaba un espacio donde pudiera "colgar su sombrero" y desconectarse realmente. "Necesitaba un lugar espiritual donde pudiera estar verdaderamente desconectado", dijo. Esta necesidad no surge de un capricho, sino de una reflexión profunda sobre el impacto que el entorno de Hollywood puede tener en la salud mental. "Cuando todo lo que haces es consumir películas y entretenimiento, puedes volverte un poco autoconsciente y quizás derivado de ti mismo", explicó. Para él, la vida personal en LA está constantemente bajo narración, lo que limita la libertad y la autenticidad.
Más allá de la salud mental, Powell también prioriza a su familia. Sus padres acaban de cumplir 70 años, y él quiere aprovechar cada momento que pueda pasar con ellos. "Quieres disfrutar cada momento que tienes cerca de tu familia", afirmó. Esta decisión refleja un valor que muchas veces se pierde en la industria del entretenimiento: la importancia de las relaciones personales y el arraigo emocional.
Pero su regreso a Texas no es solo una retirada. Powell tiene una visión más amplia: quiere convertir Austin en un nuevo epicentro del entretenimiento. "Hay tanto que se está rodando en Texas ahora, y está a punto de volverse aún más competitivo", dijo. Con entusiasmo, reveló que está reclutando a sus amigos y colegas para que se unan a él en la capital texana. "Todos mis amigos saben que estoy empezando a reclutar a toda mi gente favorita para Austin", afirmó. Su objetivo es construir una comunidad creativa que combine el talento de Hollywood con la calidez y la libertad de Texas.
En un gesto aún más inusual para un actor en pleno auge, Powell ha decidido volver a la universidad. Actualmente, asiste a la Universidad de Texas en Austin, donde está cursando estudios formales. "Literalmente acabo de pagar mi matrícula hace dos días para el próximo semestre", reveló con orgullo. Esta decisión subraya su compromiso con el crecimiento personal y su deseo de no depender únicamente de la industria del cine. Para Powell, la educación es una inversión en sí mismo, una forma de mantenerse centrado y preparado para lo que venga.
Su perspectiva sobre la fama es igualmente madura. "Cualquiera que crea que va a ser el número uno para siempre no ha estudiado cómo funciona Hollywood", dijo. En lugar de buscar la permanencia en los titulares, Powell prefiere enfocarse en el trabajo duro, la amabilidad y la creación de obras que perduren. "Haz cosas en las que crees, trata bien a la gente y espera dejar el mundo con algunas cosas clásicas que puedan seguir viendo durante años", afirmó. Esta filosofía no solo lo distingue como profesional, sino también como persona.
Recientemente, Powell protagonizó The Running Man, un thriller de ciencia ficción dirigido por el aclamado Edgar Wright. En Instagram, compartió su entusiasmo por la película, agradeciendo a todo el equipo por su dedicación. "Estoy increíblemente orgulloso de esta película, cada momento salvaje en el set y cada miembro del elenco y equipo que puso su corazón y alma en dar vida a esta historia", escribió. Su gratitud y humildad son evidentes, incluso en los momentos de mayor éxito.
Powell no solo es un actor, sino también un pensador. Su decisión de vivir en Texas, estudiar en la universidad y priorizar su bienestar mental y familiar es un recordatorio de que el éxito no se mide solo por la fama o los ingresos, sino por la calidad de vida y la autenticidad. "Espero poder hacer este trabajo hasta que muera, lo que espero sea a una edad avanzada, con los dedos cruzados. Amo este trabajo", concluyó.
En un mundo donde muchos buscan la luz de los reflectores, Glen Powell ha elegido la calma de su hogar, la compañía de su familia y la satisfacción de crecer como persona. Su historia es un ejemplo de cómo el éxito puede ir de la mano con la serenidad, y cómo las raíces pueden ser el mejor lugar para construir el futuro.