La selección de Nigeria consiguió una valiosa victoria por 3-2 ante Túnez en la segunda jornada de la Copa África, en un encuentro marcado por el dramatismo, las decisiones del VAR y un descuento de siete minutos que mantuvo en vilo a ambas aficiones hasta el pitido final. El choque, disputado el 27 de diciembre a las 21:00 horas, ofreció un espectáculo de idas y venidas que culminó con los nigerianos sumando tres puntos vitales en su camino hacia la siguiente fase del torneo continental.
El contexto del encuentro
Nigeria llegaba a este compromiso con la necesidad de reafirmar su condición de favorita en el grupo, mientras que Túnez buscaba recuperar terreno tras un inicio irregular. La tensión se palpaba desde el calentamiento, con dos plantillas conscientes de que cada punto en esta fase resulta crucial para las aspiraciones de levantar el trofeo. El estadio registró una notable entrada, con aficionados de ambos países creando un ambiente vibrante propio de las grandes citas africanas.
Dominio nigeriano y goles tempraneros
Desde el pitido inicial, Nigeria impuso su ritmo. La velocidad de Ademola Lookman por las bandas y la movilidad de Victor Osimhen en ataque desestabilizaron constantemente la defensa tunecina. El primer gol llegó tras una jugada colectiva que desmontó el orden táctico rival, con Osimhen participando activamente en la construcción del tanto que abrió el marcador.
El segundo gol nigeriano surgió de una transición rápida. Chidera Ejuke, quien entró posteriormente al terreno de juego, demostró su efectividad con un remate cruzado que batió al portero rival. La asistencia llegó desde la banda derecha, explotando los espacios que dejaba una Túnez demasiado abierta en su afán de reaccionar. Con 2-0 en el marcador, Nigeria controlaba el tempo y administraba su ventaja con experiencia.
La reacción tunecina y el VAR en acción
Sin embargo, Túnez demostró por qué nunca debe darse por vencido. Los dirigidos por su cuerpo técnico ajustaron el sistema en el descanso y salieron con una actitud mucho más agresiva. Hannibal Mejbri se convirtió en el motor de la remontada, asistiendo a Montassar Talbi para el 2-1. El central tunecino cabeceó con potencia un centro preciso desde una falta lateral, colocando el balón en el ángulo derecho de la portería nigeriana.
El momento más controvertido llegó cuando el árbitro, tras consultar el VAR, señaló un penalti a favor de Túnez por mano de Bright Osayi-Samuel dentro del área. La decisión generó protestas entre los jugadores nigerianos, que consideraban la acción involuntaria. Ali Abdi no perdonó desde los once metros, engañando al portero Stanley Nwabali y estableciendo el empate a dos tantos con apenas minutos por delante.
El gol de la victoria y el sufrimiento final
Nigeria no se descompuso tras perder su ventaja. La entrada de Moses Simon y Chidozie Awaziem refrescó el equipo, aportando energía en los últimos compases. El gol de la victoria llegó tras una jugada a balón parado donde la defensa tunecina no despejó con contundencia. El balón cayó a los pies de un jugador nigeriano en la frontal, que con un disparo raso y colocado superó la resistencia del guardameta rival.
Los últimos minutos fueron una auténtica pesadilla para los nigerianos. El árbitro anunció siete minutos de descuento, una eternidad en la que Túnez asedió la portería de Nwabali. Los tunecinos tuvieron hasta tres ocasiones claras para empatar. Ferjani Sassi cabeceó dos veces peligrosamente, una de ellas rozando el palo izquierdo, mientras que Ismaël Gharbi, recién incorporado, estrelló un disparo en el mismo poste.
Tarjetas, faltas y el físico al límite
El encuentro no estuvo exento de dureza. Wilfred Ndidi protagonizó varias entradas que el colegiado sancionó con repetidas faltas, acumulando amonestación en el proceso. Por parte tunecina, Dylan Bronn y Hazem Mastouri también vieron cartulina amarilla por entradas tácticas destinadas a cortar contragolpes nigerianos.
La tarjeta a Nwabali resultó especialmente polémica, ya que el portero la recibió por perder tiempo en una acción donde realmente estaba aquejado de molestias físicas. La lesión del guardameta obligó a detener el juego en varias ocasiones, contribuyendo al extenso periodo de descuento.
Implicaciones del resultado
Con esta victoria, Nigeria se coloca en una posición privilegiada en su grupo, dependiendo de sí misma para clasificarse como primera. Los tres puntos permiten a los nigerianos afrontar la última jornada con mayor tranquilidad, aunque la selección sabe que debe mejorar su gestión del balón en los tramos finales si aspira a llegar lejos en el torneo.
Por su parte, Túnez se queda con un sabor agridulce. La remontada demuestra la capacidad de reacción del equipo, pero la falta de efectividad en los minutos decisivos y las dudas defensivas en jugadas a balón parado son aspectos a corregir de inmediato. La derrota complica sus opciones de clasificación, obligándoles a ganar en la última jornada y esperar otros resultados.
El papel del VAR y el debate arbitral
La intervención del VAR en el penalti sobre Osayi-Samuel volvió a poner sobre la mesa el debate sobre la interpretación de las manos en el área. La normativa actual castiga cualquier contacto con la mano en posición antinatural, aunque sea involuntario, lo que genera situaciones controvertidas como la vivida en este encuentro. Los jugadores nigerianos mostraron su descontento, pero la decisión fue irrevocable.
El colegiado también tuvo que gestionar los constantes reclamos de ambos banquillos. El técnico tunecino protestó la tarjeta amarilla a Mastouri por mano, considerándola excesiva, mientras que su homólogo nigeriano mostró su frustración por las repetidas interrupciones que, a su juicio, rompían el ritmo de su equipo.
Destacados individuales
Victor Osimhen, aunque no marcó, fue fundamental en la creación de espacios y en la presión sobre la salida de balón rival. Su trabajo desinteresado facilitó los goles de sus compañeros. Por su parte, Hannibal Mejbri demostró su calidad con dos asistencias magistrales, convirtiéndose en el jugador más peligroso de Túnez.
En el apartado defensivo, Semi Ajayi y Calvin Bassey formaron una pareja sólida que resistió hasta el final, aunque mostraron fisuras en las jugadas aéreas. Del lado tunecino, Ali Abdi fue el héroe parcial con su gol de penalti, pero también protagonista de varias pérdidas de balón en zona comprometida.
Conclusión de un partido vibrante
El Nigeria 3-2 Túnez será recordado como uno de los encuentros más emocionantes de esta fase de grupos. La combinación de goles, polémica arbitral, remontada fallida y un final de infarto ofreció todo lo que un aficionado puede pedir. Nigeria demostró carácter para sobreponerse al VAR y al empate, mientras que Túnez dejó buenas sensaciones pese a la derrota. El torneo africano sigue ofreciendo espectáculo y competitividad, consolidándose como una de las citas más atractivas del calendario futbolístico internacional.