Timberwolves superan a Knicks en un final apasionante

El último cuarto ofreció un intenso duelo con brillantes actuaciones de Karl-Anthony Towns y Julius Randle, decidido en los minutos finales

El encuentro entre Minnesota Timberwolves y New York Knicks dejó una de las noches más emocionantes de la temporada regular de la NBA, con un desenlace que se definió en los últimos segundos del partido. El choque, disputado en el Target Center, culminó con victoria para los locales por 112-108, tras un último cuarto cargado de alternativas, defensas feroces y jugadas de alto nivel técnico.

El cuarto final arrancó con ambos equipos mostrando una clara intención de controlar el ritmo del juego. Los Timberwolves, conscientes de la necesidad de proteger su ventaja, basaron su estrategia en la solidez de su pintura, liderada por el francés Rudy Gobert. La presencia del centro de 2,16 metros se hizo notar de inmediato con un tapón decisivo al novato Ariel Hukporti, que intentó sorprender con un lanzamiento en la zona restringida.

La gestión del veterano Mike Conley resultó fundamental para mantener la compostura del equipo en los momentos de mayor tensión. El base, con años de experiencia en situaciones límite, demostró su eficacia desde la línea de tiros libres, anotando dos de dos intentos cuando el cronómetro presionaba. Su capacidad para leer el juego y tomar decisiones acertadas bajo presión se convirtió en un activo invaluable para los de Minnesota.

Por su parte, los Knicks no cejaron en su empeño de remontar el marcador. Julius Randle asumió el rol de líder ofensivo, convirtiendo lanzamientos de media distancia y generando oportunidades para sus compañeros. Su trabajo en el poste bajo y su capacidad para atraer las ayudas defensivas abrieron espacios en el perímetro, donde Josh Hart y Mikal Bridges encontraron oportunidades para lanzar desde más allá del arco.

La defensa de los Timberwolves, sin embargo, mantuvo su intensidad. Anthony Edwards, además de su aportación ofensiva, demostró una gran actitud defensiva con dos robos de balón consecutivos que frenaron los intentos de reacción neoyorquinos. Primero despojó a Jordan Clarkson y posteriormente a Hart, generando transiciones rápidas que aprovechó para anotar en el contraataque.

El entrenador de los Knicks, Tom Thibodeau, recurrió a múltiples cambios en busca de un impulso extra. La entrada de Tyler Kolek por Tosan Evbuomwan y la sustitución de Mikal Bridges por Mohamed Diawara reflejaban la necesidad de refrescar el equipo con energía juvenil. Sin embargo, estas rotaciones no lograron alterar el ritmo impuesto por los locales.

Un momento clave se produjo cuando Karl-Anthony Towns, el pívot estrella de Minnesota, conectó un triple desde la esquina con asistencia de Kolek, ampliando la ventaja a nueve puntos a falta de cinco minutos. Towns, que había cometido una falta personal minutos antes, se redimió con una actuación excepcional en ambos lados de la cancha, culminando con 28 puntos, 12 rebotes y 4 asistencias al final del encuentro.

La respuesta de los Knicks no se hizo esperar. Donte DiVincenzo, conocido por su capacidad anotadora en momentos decisivos, anotó un triple con asistencia de Randle que recortó distancias y mantuvo vivas las esperanzas visitantes. El escolta, que había estado discreto durante gran parte del partido, demostró su carácter de jugador de playoffs cuando más se le necesitaba.

El duelo en la pintura entre Gobert y Mitchell Robinson se intensificó en los minutos finales. El centro de los Knicks, tras cometer una falta personal que lo marginó temporalmente, regresó a la pista con la intención de dominar el rebote ofensivo. Su esfuerzo se vio frustrado por la muralla defensiva de Gobert, que registró 3 tapones en el último cuarto y aseguró la posesión del balón en múltiples ocasiones.

La gestión del tiempo muerto por parte de Chris Finch, entrenador de los Timberwolves, resultó magistral. Los dos tiempos muertos solicitados permitieron reorganizar la defensa y dar instrucciones precisas para los últimos ataques. En el segundo de ellos, con 2:30 minutos por jugar, el dibujo táctico buscó aislar a Edwards en el perímetro, quien aunque falló el triple, generó un rebote ofensivo que mantuvo la posesión.

Los últimos 60 segundos se convirtieron en un intercambio de tiros libres y faltas tácticas. Conley, con su veteranía, no falló desde la línea de caridad, mientras que Randle, a pesar de sus esfuerzos, vio como sus intentos de penetración chocaban una y otra vez con la defensa colectiva de Minnesota. La falta cometida por Tyler Kolek sobre Edwards con 45 segundos restantes resultó decisiva, ya que el escolta anotó uno de dos tiros libres, lo que obligó a los Knicks a buscar el triple forzado.

El rebote ofensivo se convirtió en un factor determinante. Josh Hart, pese a sus limitaciones de altura, consiguió varios rebotes en ataque que dieron segundas oportunidades a su equipo. No obstante, la falta de acierto desde el perímetro de Bridges y Clarkson, que combinados para 2 de 12 en triples, lastró las opciones de remontada.

La defensa en zona desplegada por Minnesota en los últimos 30 segundos confundió a la ofensiva de los Knicks, forzando lanzamientos forzados y precipitados. El tapón de Gobert a Hart a falta de 18 segundos selló prácticamente el destino del encuentro, generando el éxtasis en las gradas del Target Center.

El rendimiento de los suplentes también merece mención. Bones Hyland, aunque tuvo una participación limitada, dejó su huella con un tapón espectacular al triple de Clarkson, mientras que Pacome Dadiet aportó minutos de descanso a los titulares sin que el nivel decayese. Por parte de los Knicks, la juventud de Kevin McCullar Jr. y Ariel Hukporti mostró potencial, aunque la falta de experiencia en momentos de alta presión se notó.

El análisis estadístico refleja la superioridad de los Timberwolves en eficiencia de tiro (48% vs 43%) y en rebotes totales (52 vs 46). La capacidad para generar puntos desde el banquillo también favoreció a los locales, que obtuvieron 32 puntos de sus reservas frente a los 24 de los visitantes.

Este resultado consolida a Minnesota en la parte alta de la Conferencia Oeste, mientras que los Knicks deben revisar sus opciones defensivas en los momentos decisivos. La lesión de Jalen Brunson, ausente en este compromiso, sigue siendo un factor preocupante para el equipo neoyorquino, que echó de menos su capacidad para crear juego en los minutos finales.

La próxima jornada enfrentará a los Timberwolves contra los Denver Nuggets en un duelo de candidatos al título, mientras que los Knicks recibirán a los Boston Celtics en el Madison Square Garden, donde buscarán recuperar la senda de la victoria ante su afición. La lección de este partido es clara: en la NBA, los detalles minuciosos y la ejecución en los últimos segundos marcan la diferencia entre el triunfo y la derrota.

Referencias

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