Los Denver Nuggets demostraron una vez más por qué son uno de los equipos más temibles de la NBA al imponerse a los Dallas Mavericks en un final de infarto que mantuvo a los aficionados en vilo hasta el último segundo. El duelo, que se decidió en los últimos compases del cuarto periodo, dejó momentos de alta tensión y jugadas épicas que destacaron la calidad de dos plantillas aspirantes al título.
Nikola Jokic, el centro serbio y actual MVP de la liga, volvió a ser la referencia indiscutible de su equipo. Su capacidad para controlar el ritmo del juego, sumar puntos decisivos y distribuir el balón con asistencias clave como las que dio a Jamal Murray y Bruce Brown, resultó fundamental para el triunfo final. Jokic no solo anotó canastas cruciales en el poste bajo, sino que también demostró su versatilidad con intentos de triple que, aunque no siempre entraron, obligaron a la defensa de los Mavericks a salir de su zona de confort.
Por su parte, Jamal Murray demostró por qué forma junto a Jokic uno de los dúos más letales de la competición. El base canadiense anotó triples importantísimos en momentos de máxima presión, incluyendo uno asistido por el propio Jokic que prácticamente sentenció el encuentro. Su capacidad para crear su propio tiro y para encontrar a sus compañeros en posiciones ventajosas, como hizo en varias ocasiones con Bruce Brown, resultó decisiva para desmontar las defensas planteadas por el entrenador de los Mavericks.
Del lado de Dallas, Anthony Davis lideró el esfuerzo de los suyos con una actuación de altísimo nivel. El pívot de los Mavericks fue una amenaza constante en ambos lados de la pista, anotando canastas de dos puntos con gran eficacia y repartiendo asistencias como la que dio a Cooper Flagg para un triple que mantenía vivas las esperanzas de los texanos. Davis también se mostró intenso en el trabajo defensivo, aunque en algunos momentos le costó contener la potencia ofensiva de los Nuggets.
El partido llegó a su tramo final con un marcado ajustado que podía decantarse hacia cualquier lado. Los últimos minutos fueron un intercambio de golpes constante. Daniel Gafford, que entró desde el banquillo para aportar energía en la pintura, consiguió rebotes importantes tanto en ataque como en defensa, además de anotar canastas que mantuvieron a los Mavericks en el partido. Sin embargo, también falló algunos lanzamientos que podrían haber cambiado el rumbo del encuentro.
Las sustituciones se sucedieron en busca de la fórmula mágica. Jaden Hardy y Caleb Martin entraron y salieron del campo en varias ocasiones, mientras que Tim Hardaway Jr. intentó aportar veteranía en los momentos decisivos. Por parte de los Nuggets, Peyton Watson y Naji Marshall también tuvieron sus minutos, aunque no siempre con el acierto deseado, como demostraron los triples fallados que pudieron costar caros.
La defensa de Denver brilló en los momentos clave. Bruce Brown fue un auténtico roble, consiguiendo rebotes defensivos vitales y robando balones como el que le arrebató a Caleb Martin en una jugada que rompió el ritmo de los Mavericks. Además, Brown anotó un triple asistido por Jokic que amplió la ventaja de los Nuggets cuando más se necesitaba.
Los tiempos muertos fueron estratégicos y abundantes. Ambos entrenadores intentaron organizar a sus tropas para los últimos ataques, pero fue Michael Malone, técnico de los Nuggets, quien pareció leer mejor la situación. Las faltas también jugaron su papel, con Jonas Valanciunas y Nikola Jokic cometiendo infracciones que llevaron a Davis a la línea de tiros libres, donde el pívot de los Mavericks mostró su sangre fría anotando ambos intentos.
Cooper Flagg, la joven promesa de Dallas, tuvo sus destellos. Anotó un triple asistido por Davis que ilusionó a la afición local, pero también falló algunos lanzamientos que recordaron su juventud y falta de experiencia en estos momentos de alta presión. Ryan Nembhard, otro de los jóvenes talentos, tuvo minutos de acción pero no siempre con el acierto esperado, fallando lanzamientos que podrían haber cambiado la dinámica.
El desenlace final vio a los Nuggets más acertados. Jokic y Murray combinaron a la perfección en varias jugadas consecutivas, anotando canastas de dos puntos que fueron sentenciando el encuentro. La defensa de Denver cerró filas en los últimos segundos, consiguiendo rebotes defensivos que evitaron segundas oportunidades para los Mavericks.
Cuando el balón perdió su último bote, los Nuggets celebraron una victoria que refuerza su posición en la tabla y demuestra su capacidad para ganar partidos igualados. Para los Mavericks, la derrota sirve como lección sobre la necesidad de cerrar mejor los partidos y de encontrar soluciones defensivas para contener a las estrellas rivales. El baloncesto de alto nivel se demostró una vez más en esta noche épica, donde las estrellas brillaron, los jóvenes prometieron y el equipo más efectivo en los momentos decisivos se llevó el triunfo.