La República Democrática del Congo ha iniciado con buen pie su participación en la Copa África al imponerse por la mínima a Benín en el partido correspondiente a la primera jornada del grupo. El encuentro, disputado el 23 de diciembre a las 13:30 horas, finalizó con un ajustado 1-0 a favor de los congoleños, que supieron administrar su ventaja en un segundo tiempo marcado por la intensidad y los numerosos incidentes.
Desde el inicio del compromiso, ambas selecciones mostraron sus intenciones claras. RD Congo, conocida como los leopardoos, planteó un juego ofensivo que buscaba aprovechar la velocidad de sus extremos y la capacidad goleadora de su delantero estrella. Por su parte, Benín, apodado los guepardos, optó por una postura más conservadora, esperando atrás y buscando sorprender a la contra con transiciones rápidas.
El desarrollo del primer tiempo transcurrió sin grandes sobresaltos, con dominio alterno y pocas ocasiones claras de gol. Ambos equipos se estudiaron mutuamente, conscientes de la importancia de no encajar en los minutos iniciales. La defensa beninesa, bien ordenada bajo la dirección de Olivier Verdon, neutralizó los primeros acercamientos congoleños, mientras que el conjunto de RD Congo controlaba el centro del campo con Samuel Moutoussamy como referente.
La segunda mitad, sin embargo, desveló un guion completamente diferente. RD Congo salió con mayor determinación y pronto comenzó a generar peligro en el área rival. Cédric Bakambu, máximo referente ofensiva de los leopardoos, se convirtió en el centro de todas las miradas. Su movilidad y olfato goleador crearon constantes problemas a la zaga beninesa, que vio como el delantero generaba espacios para sus compañeros.
Uno de los momentos más polémicos del encuentro llegó cuando Samuel Moutoussamy sufrió una lesión que obligó a detener el juego durante varios minutos. La entrada dura de un rival dejó al centrocampista tendido en el césped, generando tensión entre ambos banquillos. Tras recibir asistencia médica, el jugador intentó continuar, pero finalmente tuvo que ser sustituido por Brian Cipenga, un cambio que modificó ligeramente el esquema táctico del equipo congoleño.
Benín, lejos de amilanarse, reaccionó con valentía y comenzó a crear sus mejores ocasiones. Aiyegun Tosin se convirtió en el hombre más peligroso del conjunto guepardo. Primero, con un remate de cabeza que se perdió por la izquierda del portal defendido por el meta congoleño tras un centro preciso de Romaric Amoussou. Posteriormente, con un disparo cruzado desde dentro del área que obligó al portero a lucirse, desviando el balón a córner.
El partido entró en su fase más vibrante cuando el árbitro anunció nada menos que 10 minutos de tiempo añadido. Esta decisión, motivada por las numerosas interrupciones -la lesión de Moutoussamy, cambios y pérdidas de tiempo-, dio una nueva vida a Benín, que se volcó en busca del empate. Los minutos finales fueron un asedio constante sobre el área de RD Congo.
Durante ese período de prolongación, los benineses dispusieron de hasta tres ocasiones claras para igualar el marcador. Rachid Moumini intentó suerte desde la frontal con un disparo que se marchó desviado por la izquierda. Acto seguido, Tamimou Ouorou ejecutó una falta directa que se elevó demasiado, superando el larguero. La más clara llegó cuando Tosin, de nuevo, recibió un balón en el interior del área y su remate raso fue repelido milagrosamente por la defensa congoleña bajo palos.
Los cambios también jugaron un papel crucial en el devenir del encuentro. El técnico de RD Congo movió ficha introduciendo a Fiston Mayele por Bakambu para refrescar la delantera y aportar velocidad en las contras. Mayele, nada más saltar al terreno de juego, tuvo una ocasión para sentenciar, pero su disparo desde fuera del área se perdió por el lado derecho de la portería rival.
Por parte de Benín, la entrada de Olatoundji Tessilimi por Tosin y Samadou Attidjikou por Sessi D'Almeida buscaba dar más profundidad al ataque. Tessilimi, con su desparpajo, creó peligro por la banda derecha, mientras que Attidjikou intentó aportar equilibrio al centro del campo.
La defensa de RD Congo, liderada por el experimentado Chancel Mbemba, mostró una solidez admirable en los momentos de presión. Mbemba, con su veteranía, organizó el línea de cuatro y se anticipó con inteligencia a los centros benineses. Su intervención decisiva despejando un balón que se colaba en el área pequeña evitó el gol del empate en el último suspiro.
El encuentro también dejó detalles tácticos interesantes. RD Congo apostó por un 4-3-3 que se transformaba en 4-5-1 sin balón, con Joris Kayembe y Nathanaël Mbuku cerrando filas en defensa. Benín, por su parte, mantuvo un 4-4-2 clásico, con los dos delanteros presionando la salida de balón rival y los centrocampistas cerrando espacios.
El único gol del partido, aunque no se detalla en la crónica minuto a minuto, parece haber llegado en la primera mitad o inicios de la segunda, permitiendo a los congoleños administrar la ventaja. Esta victoria resulta fundamental para las aspiraciones de RD Congo en el grupo, ya que les da tres puntos valiosos y un colchón de confianza de cara a los siguientes compromisos.
Para Benín, la derrota es un golpe duro, pero la imagen ofrecida en los minutos finales, con su capacidad de reacción y las ocasiones generadas, deja entrever que el equipo puede competir de tú a tú con cualquier rival. La falta de puntería fue su peor enemiga en un día donde mereció más.
El partido también estuvo marcado por algunas decisiones arbitrales polémicas. La falta señalada a Noah Sadiki por mano generó protestas en el banquillo congoleño, mientras que la entrada de Cipenga sobre Moumini en la banda derecha fue considerada peligrosa por el cuerpo técnico beninés.
El público presente en el estadio disfrutó de un espectáculo completo: fútbol de ataque, emoción, tensión y un final de infarto. Los aficionados congoleños celebraron con euforia el pitido final, conscientes de que su equipo había sufrido lo indecible para mantener la portería a cero.
Ahora, RD Congo se coloca en una posición privilegiada en su grupo, con tres puntos en el casillero y la moral por las nubes. Su próximo desafío será clave para certificar el pase a la siguiente fase. Benín, por su parte, deberá levantarse rápidamente y corregir los errores, especialmente en la definición, si quiere mantener vivas sus opciones de clasificación.
La Copa África ha comenzado con un partido vibrante que anticipa lo que puede ser una edición llena de emoción y competitividad. RD Congo ha demostrado que puede sufrir y ganar, cualidad indispensable en cualquier torneo de este calibre. Benín, a pesar de la derrota, ha dejado claro que no será un rival fácil para nadie.