Barcelona y Badalona se inundan tras tormenta estatica que deja 100 litros por metro cuadrado

El fenómeno meteorológico ha provocado cerca de mil llamadas de emergencia, cierre del parque fluvial del Besòs y graves inundaciones en infraestructuras urbanas

Cataluña ha experimentado este martes una nueva jornada de intenso temporal que ha impactado con especial virulencia en el litoral y prelitoral de la región. Tras las fuertes precipitaciones registradas el lunes en las Terres de l'Ebre, el foco de la borrasca se ha desplazado hacia el área metropolitana de Barcelona, donde una tormenta estática ha descargado con extraordinaria intensidad durante la tarde, generando una situación de emergencia en varios municipios.

Los datos oficiales del Servei Meteorològic de Catalunya y la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) reflejan acumulaciones de hasta 45 litros por metro cuadrado en puntos concretos como el Port Olímpic de Barcelona o el Museo de Badalona. Sin embargo, las redes de observadores particulares, que proporcionan una cobertura mucho más densa y granular del territorio, elevan considerablemente estas cifras. Según el 'Projecte 4 Estacions', en barrios badaloneses como Llefià, La Salut y Progrés se han registrado acumulados de hasta 160 litros por metro cuadrado durante toda la jornada. Por su parte, el portal 'Meteoclimátic' ha documentado registros de 121 litros por metro cuadrado en Badalona.

El fenómeno ha afectado de manera crítica a la movilidad urbana. Las Rondas de Barcelona han registrado largas retenciones debido a la acumulación de agua en las calzadas. Varios centros comerciales y estaciones del metro han sufrido inundaciones parciales que han comprometido su funcionamiento normal. La red viaria se ha visto colapsada en múltiples puntos, con tramos impracticables para el tráfico rodado. El transporte público ha experimentado importantes retrasos y servicios alternativos, mientras que muchos conductores han tenido que abandonar sus vehículos en zonas bajas.

Uno de los episodios más preocupantes ha tenido lugar en el río Besòs. Durante la mañana, el caudal del río se situaba en un nivel normal de 4 metros cúbicos por segundo. Con el paso de la tormenta, este volumen experimentó una escalada vertiginosa, alcanzando los 85 m³/s sobre las cinco de la tarde. Ante el riesgo inminente de desbordamiento del canal central, las autoridades activaron los protocolos de emergencia correspondientes y ordenaron el cierre total del parque fluvial al público. Tras el paso del episodio más intenso, los niveles han retornado paulatinamente a la normalidad, aunque el personal de mantenimiento continúa supervisando la zona.

Además de las lluvias torrenciales, el temporal ha traído consigo otros fenómenos asociados. Se han reportado caída de granizo de considerable tamaño y numerosas descargas eléctricas que han iluminado el cielo de la conurbación barcelonesa durante horas. El viento, aunque menos protagonista, ha reforzado la sensación de temporal severo entre la población.

La respuesta de los servicios de emergencia ha sido inmediata. Protección Civil ha gestionado un volumen excepcional de alertas. El balance preliminar indica que se han producido cerca de mil llamadas al 112, de las cuales al menos 676 se han concentrado en la franja horaria de la tarde. La comarca del Barcelonès ha sido la más afectada, con especial incidencia en Badalona y Santa Coloma de Gramanet. Los operadores han tenido que priorizar las alertas más urgentes, derivando muchas consultas a los servicios municipales correspondientes.

Sergio Delgado, portavoz de Protección Civil, ha confirmado que la mayoría de las alertas correspondían a acumulaciones de agua en vías públicas y establecimientos comerciales. "Se han registrado muchas llamadas por acumulaciones de agua en las calles y en centros comerciales. Pero por el momento no consta ninguna incidencia grave", ha declarado. Delgado también ha asegurado que, hasta el momento, no se tienen constancia de heridos ni de daños personales derivados del episodio, lo que atribuye a la rapidez de la respuesta y a la efectividad de los protocolos preventivos activados.

Los modelos meteorológicos anticipan que las lluvias seguirán avanzando con fuerza durante las próximas horas. Los avisos por intensidad de precipitación en el litoral y prelitoral catalán permanecen activos, lo que sugiere que la situación de riesgo podría prolongarse. Las autoridades mantienen el dispositivo de emergencia operativo y recomiendan extremar la precaución, evitar desplazamientos innecesarios y no acercarse a zonas bajas o cauces fluviales. La población debe estar atenta a las actualizaciones oficiales y seguir las indicaciones de los servicios de emergencia.

El episodio de este martes se suma a una serie de eventos meteorológicos extremos que han afectado a Cataluña en las últimas semanas, evidenciando la vulnerabilidad de las infraestructuras urbanas ante fenómenos de esta magnitud. La capacidad de respuesta de los servicios de emergencia y la colaboración ciudadana a través de redes de observación han sido clave para minimizar los efectos del temporal. Los expertos señalan que la configuración urbana densa y la impermeabilización del suelo en las ciudades dificultan el drenaje natural, exacerbando los efectos de lluvias intensas.

Las redes de observadores 'amateur' han demostrado una vez más su utilidad, proporcionando datos hiperlocales que complementan la información oficial. Estas plataformas ciudadanas, como el 'Projecte 4 Estacions' y 'Meteoclimátic', recopilan información de sensores personales y estaciones meteorológicas privadas, ofreciendo una visión mucho más detallada de cómo afectan estos fenómenos a escala de barrio. Su contribución resulta invaluable para los servicios de emergencia, que pueden anticiparse a problemas específicos en zonas concretas.

La gestión del riesgo hidrológico en el área metropolitana de Barcelona ha mejorado significativamente en los últimos años, tras experiencias previas de inundaciones importantes. Los sistemas de alerta temprana, la coordinación interadministrativa y la información en tiempo real permiten una respuesta más eficaz. No obstante, el desafío permanente es adaptar la infraestructura urbana a un escenario climático cada vez más extremo, con eventos de precipitación concentrada en períodos cortos que superan la capacidad de evacuación de las redes de drenaje tradicionales.

Referencias

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