El Sturm Graz no pudo defender su fortaleza en el estadio Merkur Arena y sucumbió ante la Estrella Roja de Belgrado por un ajustado 0-1 en un encuentro que formaba parte de la fase de grupos de la competición europea. Los austriacos, que partían como favoritos por el factor campo, se encontraron con un rival bien organizado que supo explotar sus virtudes defensivas y llevarse tres puntos vitales de territorio hostil.
Desde el pitido inicial, el conjunto local salió con la intención de imponer su ritmo y dominar el balón, pero pronto se dio cuenta de que los serbios habían venido con un plan claro: cerrar espacios, presionar en campo contrario y aprovechar las transiciones rápidas. La primera mitad transcurrió con un dominio territorial del Sturm Graz, pero sin la profundidad necesaria para desestabilizar a una defensa visitante que se mostró sólida y bien posicionada.
El partido entró en una dinámica de ida y vuelta, con ambos equipos intercambiando ocasiones aisladas. Sin embargo, fue la Estrella Roja quien demostró mayor efectividad en las áreas. Aunque el resumen oficial no especifica el autor del gol, el marcador reflejó la superioridad de los visitantes en los momentos decisivos. Los balcánicos supieron sufrir cuando fue necesario y golpear con contundencia en la única oportunidad clara que tuvieron.
La segunda mitad se convirtió en un auténtico test de resistencia para ambos planteles. El encuentro se vio interrumpido en varias ocasiones por lesiones que preocuparon a los cuerpos técnicos. La más grave pareció ser la de Mirko Ivanic, jugador clave del equipo serbio, que tuvo que ser sustituido por Aleksandar Katai en una acción que detuvo el juego durante varios minutos. Esta interrupción rompió el ritmo del Sturm Graz, que justo antes estaba generando su mejor momento de peligro.
El técnico local intentó refrescar su ataque con cambios ofensivos, pero la falta de puntería se convirtió en su peor enemiga. Tomi Horvat y Jeyland Mitchell dispusieron de las ocasiones más claras para los austriacos. En concreto, Mitchell estrelló un cabezazo en el palo derecho de la portería defendida por el guardameta visitante, mientras que Horvat vio cómo su disparo desde la frontal era desviado por la defensa en el último instante. Estos fallos en el remate final acabaron pasando factura al conjunto de Graz.
Por su parte, la Estrella Roja tuvo una ocasión de oro para ampliar su ventaja mediante Bruno Duarte, cuyo disparo con la izquierda se marchó rozando el poste derecho de la meta local. La jugada nació de un contraataque fulgurante liderado por Katai, demostrando el potencial ofensivo de los serbios cuando encontraban espacios. Aunque no lograron el segundo gol, su contundencia defensiva en los minutos finales resultó más que suficiente.
El encuentro se enrareció en los últimos compases con la entrada de Kristjan Bendra, quien vio tarjeta amarilla por una entrada peligrosa que podría haber sido más castigada. El árbitro central, sin embargo, prefirió mantener el control del partido sin alterar los números de ninguno de los bandos. La tensión se palpaba en cada disputa de balón, con faltas repetidas de ambos equipos que rompían la continuidad del juego.
El Sturm Graz reclamó un posible penalti por manos dentro del área en una acción a balón parado, pero el colegiado no consideró que existiera infracción. Esta decisión generó protestas entre los futbolistas locales, que veían cómo se les escapaba la posibilidad de empatar un encuentro que se les había complicado más de lo previsto. La falta de acierto en los metros finales y la falta de fortuna en las acciones afortunadas condenaron a los de Graz a una derrota amarga.
El tiempo añadido, que se extendió hasta los seis minutos por las interrupciones, no sirvió para que el conjunto austriado encontrara el gol del empate. Los serbios se replegaron con orden, cerrando todos los espacios y manteniendo la posesión en zonas seguras para consumir los segundos restantes. La experiencia en competiciones europeas de la Estrella Roja se hizo evidente en esta gestión del tiempo.
Con este resultado, la Estrella Roja Belgrado suma tres puntos valiosos que le consolidan en una posición privilegiada dentro del grupo. Por su parte, el Sturm Graz deberá rehacerse rápidamente si quiere mantener vivas sus opciones de clasificación. La derrota en casa complica notablemente su camino hacia la siguiente fase, aunque quedan jornadas por delante para revertir la situación.
El análisis del encuentro pone de manifiesto las carencias del equipo austriaco en la definición. Aunque generó más ocasiones que su rival, su incapacidad para transformar el dominio en goles le costó caro. El cuerpo técnico deberá trabajar en la efectividad ofensiva de cara a los próximos compromisos, donde ya no habrá margen de error.
Por el contrario, la Estrella Roja demostró que puede competir lejos de su feudo con una propuesta sólida y realista. Su entrenador diseñó un plan perfecto que ejecutaron los jugadores con disciplina. La victoria les da moral de cara a los siguientes desafíos y les posiciona como serios candidatos a ocupar una de las plazas de privilegio en el grupo.
El público presente en el Merkur Arena se despidió con una mezcla de frustración y esperanza. Frustración por no haber visto a su equipo puntuar en un duelo directo, pero esperanza porque el juego mostrado invita al optimismo si se corrigen los errores en el área rival. La temporada europea es larga y quedan muchas batallas por librar.
En resumen, un partido intenso y físico que se decidió por detalles. La Estrella Roja supo leer mejor las circunstancias y se llevó un triunfo que sabe a gloria. El Sturm Graz, por su parte, deberá aprender de los errores y buscar la victoria en la próxima jornada para no despegarse de la lucha por la clasificación. La competición europea no perdona y cada punto es oro.