Accidente en Vinuesa: conductor de 75 años atrapado tras salirse de la vía

Los servicios de emergencia de Soria movilizaron bomberos, Guardia Civil y sanitarios para atender al afectado en la carretera SO-820

Un accidente de tráfico registrado este lunes en la localidad soriana de Vinuesa ha movilizado a los principales servicios de emergencia de la provincia. Un conductor de 75 años ha resultado atrapado en el interior de su vehículo después de sufrir una salida de vía, aunque inicialmente su estado no presentaba signos de gravedad. El incidente ha puesto de manifiesto la eficacia del protocolo de respuesta rápida del 112 Castilla y León y la coordinación entre cuerpos de seguridad y asistencia sanitaria.

El suceso tuvo lugar a las 18:08 horas de la tarde de este lunes, concretamente en el punto kilométrico 28 de la carretera SO-820, en su intersección con la SO-810. Esta zona corresponde al tramo donde finaliza la carretera que da acceso a la presa de la Cuerda del Pozo y conecta las localidades de El Royo y Vinuesa. Se trata de una zona montañosa donde las condiciones meteorológicas y la orografía del terreno pueden complicar la conducción, especialmente durante las horas de menor visibilidad.

Según las primeras informaciones recibidas en el centro de emergencias, el aviso alertaba de la presencia de un herido septuagenario que, pese a encontrarse consciente y sin lesiones visibles de consideración, no podía abandonar el turismo por sus propios medios. Esta circunstancia, aparentemente contradictoria, no es infrecuente en accidentes donde el vehículo queda en una posición comprometida o cuando el propio sistema de seguridad del coche, como los airbags o las estructuras deformadas, impide la salida del ocupante.

La situación requería una intervención especializada, por lo que desde el 112 se procedió a activar de forma inmediata a los Bomberos de Soria. Su presencia era necesaria para evaluar si debía realizarse una excarcelación técnica, es decir, la liberación de una persona atrapada mediante procedimientos específicos que eviten agravar posibles lesiones ocultas. Paralelamente, se alertó a la Guardia Civil de Tráfico para que se hiciera cargo de la regulación del tráfico y de las primeras investigaciones sobre las causas del siniestro.

El protocolo de emergencias sanitarias del Sacyl (Servicio de Asistencia Sanitaria de Castilla y León) también fue activado sin demora. En estos casos, la rapidez de respuesta es crucial, ya que un paciente mayor puede presentar complicaciones derivadas del estrés postraumático o lesiones internas no aparentes en una primera valoración. La presencia de personal médico cualificado en el lugar del accidente permite realizar un diagnóstico inicial y estabilizar al paciente antes de su traslado.

Los efectivos desplazados hasta el punto del accidente incluyeron una ambulancia de soporte vital básico adscrita al centro de salud de Covaleda, municipio cercano a la zona del siniestro. El personal sanitario, una vez en el lugar, pudo constatar que el conductor mantenía la consciencia y no presentaba heridas externas evidentes, pero decidieron su traslado al Hospital de Santa Bárbara de Soria para realizar las pruebas médicas oportunas y descartar cualquier tipo de afectación interna o traumatismo que no fuera visible a simple vista.

La intervención de los bomberos resultó fundamental para garantizar la seguridad del rescate. En operaciones de excarcelación, los técnicos deben evaluar múltiples factores: la estabilidad del vehículo, el riesgo de incendio, la integridad estructural del habitáculo y la posible presencia de lesiones invisibles que puedan agravarse con movimientos bruscos. La utilización de herramientas específicas como cizallas, expansores y sistemas de izado requiere una formación especializada y una coordinación precisa con el personal sanitario.

La Guardia Civil de Tráfico, por su parte, asumió el control de la seguridad vial en el entorno del accidente. Su labor consistió en regular el tráfico para evitar nuevos incidentes, delimitar la zona de trabajo de los equipos de rescate y recoger las primeras evidencias que permitan esclarecer las causas del accidente. Factores como el estado de la calzada, las condiciones meteorológicas, la velocidad del vehículo o posibles distracciones del conductor son aspectos que se analizan en la fase inicial de la investigación.

El tramo de carretera donde ocurrió el accidente, que une El Royo con Vinuesa, es conocido por su belleza paisajística pero también por sus características técnicas. Las carreteras secundarias de la Sierra de Urbión presenten numerosas curvas y desniveles que exigen una conducción prudente y adaptada a las condiciones. Durante los meses de invierno, la presencia de hielo o nieve puede aumentar el riesgo de pérdida de control, mientras que en otras épocas del año la lluvia o la baja visibilidad por niebla son factores a considerar.

El Hospital de Santa Bárbara, centro de referencia para toda la provincia de Soria, cuenta con los servicios necesarios para la valoración completa de pacientes politraumatizados. Aunque en este caso las lesiones aparentes eran mínimas, la realización de pruebas de imagen y un examen clínico exhaustivo son protocolos estándar para personas mayores que han sufrido un impacto de cierta intensidad. La edad del conductor implica una mayor fragilidad ósea y una mayor susceptibilidad a lesiones internas, por lo que la precaución médica es la máxima prioridad.

Este incidente pone de relieve la importancia de los sistemas de emergencia integrados en Castilla y León. La capacidad de coordinación entre diferentes cuerpos y servicios, todos bajo la dirección del 112, permite una respuesta eficiente que minimiza los riesgos para las víctimas. La formación continua de los efectivos, la disponibilidad de medios técnicos adecuados y la existencia de protocolos claros son elementos clave para el éxito de estas operaciones.

Desde el punto de vista de la seguridad vial, los accidentes con vehículos atrapados, aunque no siempre con heridos graves, representan un desafío logístico importante. La ocupación de la calzada por vehículos de emergencia, la necesidad de desviar el tráfico y la posible presencia de derrames de fluidos del vehículo siniestrado requieren una gestión profesional y rápida para restablecer la normalidad cuanto antes.

La experiencia acumulada por los servicios de emergencia sorianos en la atención de accidentes en carreteras secundarias es considerable. La geografía de la provincia, con numerosas vías de montaña y una dispersión poblacional importante, ha llevado a desarrollar una capacidad de respuesta adaptada a estas particularidades. Los tiempos de llegada al lugar del suceso son un factor crítico, y la ubicación estratégica de bases de bomberos y centros de salud en poblaciones como Covaleda permite reducir estos tiempos de forma significativa.

Para la población local, este tipo de incidentes sirve como recordatorio de la necesidad de extremar la precaución al volante, especialmente en vías que atraviesan entornos naturales con condiciones cambiantes. La velocidad adecuada, el mantenimiento de la distancia de seguridad y la atención constante a la señalización son hábitos que pueden prevenir la mayoría de los siniestros.

El conductor afectado, cuya identidad no ha sido revelada por razones de privacidad, recibió el alta hospitalaria tras las correspondientes pruebas médicas, confirmando que el incidente no dejó secuelas físicas de importancia. Su rápida recuperación se debe en buena medida a la eficacia de la cadena de emergencias activada desde el primer momento y a la correcta aplicación de los protocolos de rescate y asistencia sanitaria.

Este suceso en Vinuesa se suma a la estadística de accidentes de tráfico en la provincia de Soria durante 2025, una cifra que las autoridades de tráfico intentan reducir mediante campañas de concienciación y la mejora de la infraestructura vial. La colaboración ciudadana en la llamada temprana al 112 y la información precisa facilitada por los testigos son elementos fundamentales para que los servicios de emergencia puedan actuar con la máxima eficacia.

La coordinación entre los diferentes cuerpos ha sido valorada positivamente por los responsables de seguridad vial, que destacan la importancia de los ejercicios de simulacro y la formación conjunta para afrontar situaciones reales con garantías. La preparación de los equipos de rescate, la dotación tecnológica de los centros de emergencias y la profesionalidad de todo el personal involucrado son factores que han demostrado funcionar correctamente en este caso.

Finalmente, el incidente queda archivado como un ejemplo de cómo la respuesta integrada de emergencias puede resolver situaciones complejas sin que estas acaben en tragedia. La prevención, la preparación y la coordinación son las tres patas sobre las que se sustenta la seguridad de todos los ciudadanos en las carreteras de Castilla y León.

Referencias

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