El terremoto más intenso de Euskadi sacude Álava en plena noche

Un seísmo de magnitud 4 grados con epicentro en Iruña de Oca se sintió en toda la provincia sin causar daños personales ni materiales

El corazón de Álava experimentó una sacudida inédita en la madrugada del lunes 8 de diciembre de 2025. A las 00:10 horas, un terremoto de magnitud 4 grados en la escala de Richter transformó la tranquilidad nocturna en una experiencia que los vecinos no olvidarán fácilmente. El epicentro del seísmo se localizó en el municipio de Iruña de Oca, concretamente en la zona de Nanclares, convirtiéndose en el movimiento telúrico más potente registrado en la historia de Euskadi.

La noche transcurría con normalidad cuando, en cuestión de segundos, edificios enteros comenzaron a vibrar. La profundidad y características de este fenómeno geológico hicieron que su efecto se percibiera con claridad en Vitoria-Gasteiz y en decenas de municipios de toda la provincia. A pesar de la intensidad, que superó cualquier registro previo en la comunidad autónoma, la fortuna quiso que no se produjeran lesiones ni daños estructurales de consideración.

El geólogo Antonio Aretxabala, experto de la Universidad de Navarra, confirmó a este medio la excepcionalidad del evento. Según sus análisis preliminares, se trata efectivamente del mayor seísmo documentado en Euskadi, superando ampliamente los movimientos de baja intensidad que ocasionalmente se registran en la zona. La sismicidad del norte peninsular es generalmente moderada, lo que hace de esta sacudida un acontecimiento científica y socialmente relevante.

Respuesta inmediata de los servicios de emergencia

Los protocolos de seguridad se activaron de inmediato. Los bomberos de Álava desplegaron unidades de evaluación rápida por toda la geografía provincial. En una primera valoración, descartaron la existencia de incidentes significativos derivados de la vibración. La central de emergencias SOS Deiak, gestionada por el Departamento de Seguridad del Gobierno vasco, emitió un comunicado oficial pasada la una de la madrugada. En él se especificaba que no constaban daños ni a personas ni bienes en ningún punto de la red de municipios afectados.

La tranquilidad oficial se mantuvo durante las horas siguientes. El Gobierno vasco informó a primera hora de la mañana que las estaciones sismológicas no habían detectado réplicas del movimiento principal. Esta ausencia de actividad secundaria calmó las preocupaciones de la población, que temía nuevas sacudidas en las horas posteriores al evento principal. El sistema de monitorización sísmica de la red nacional operó con total precisión, permitiendo localizar el epicentro con exactitud en tiempo real.

La experiencia vivida desde dentro

Las percepciones del terremoto variaron drásticamente según la ubicación y la situación de cada persona. Quienes dormían profundamente en viviendas de planta baja apenas percibieron el movimiento. Sin embargo, los residentes en edificios de mayor altura o aquellos que se encontraban despiertos describieron una experiencia mucho más intensa.

Un vecino del barrio de San Martín en Vitoria-Gasteiz relataba aún con voz entrecortada: «Ha sido como un bombazo sin ruido, ha temblado todo el edificio. En mi casa se ha movido toda la cocina y en la habitación, la cama. Se ha notado muchísimo. En mi calle, todo el mundo ha salido a los balcones muy asustados». La descripción refleja el pánico colectivo que se apoderó de muchas zonas residenciales.

En la calle Sancho el Sabio, otra de las áreas más afectadas de la capital alavesa, la reacción fue inmediata. Numerosos inquilinos decidieron abandonar sus viviendas por precaución, congregándose en las aceras con ropa de abrigo sobre el pijama. «Se ha movido todo el edificio», confirmaba uno de los residentes. Otro añadía: «Me acababa de meter a dormir y de repente se ha movido la cama». El sonido metálico de las persianas subiéndose en bloque se convirtió en un efecto colateral sonoro que se repitió en múltiples puntos de la provincia.

El epicentro: Iruña de Oca

En el municipio más cercano al punto de origen, la sorpresa fue mayúscula. Michel Montes, alcalde de Iruña de Oca, declaró a este periódico encontrarse «sorprendido» por la violencia del fenómeno. La localidad, con apenas 4.000 habitantes, nunca había experimentado algo similar. «Ha sido como dos explosiones», describía el regidor, que estaba viendo una serie en su ordenador con auriculares cuando se produjo el evento. «Ha sido muy breve, pero muy intenso», recalcaba.

Montes permanecía en contacto constante con los servicios de emergencia, a la espera de recibir instrucciones sobre cómo proceder ante una situación tan inusual. La falta de experiencia previa en este tipo de fenómenos hacía necesario seguir los protocolos establecidos por las autoridades de seguridad regional. El consistorio activó su plan municipal de emergencias, aunque finalmente no fue necesario implementar medidas de evacuación masiva.

Aspectos técnicos del seísmo

Los expertos consultados explican que la magnitud aparentemente moderada de 4 grados se vio amplificada por factores geológicos y constructivos. La profundidad del hipocentro y la naturaleza de las ondas sísmicas generaron un efecto más pronunciado en el interior de las edificaciones que en la vía pública. Este fenómeno, conocido como «site effect», explica por qué muchos viandantes apenas percibieron el movimiento mientras que los edificios se sacudían.

La duración, aunque breve, fue suficiente para activar los sistemas de alerta temprana del sistema de protección civil. Los mensajes masivos a la población móvil llegaron a muchos ciudadanos justo después de la sacudida principal, generando cierta confusión entre quienes no habían notado el temblor inicial. Las redes sociales se inundaron inmediatamente con comentarios, fotografías de grietas menores y videos de objetos temblando en estanterías.

Protocolos de actuación y recomendaciones

Ante la posibilidad, aunque remota, de réplicas, las autoridades activaron los protocolos de información ciudadana. El Gobierno vasco distribuyó mediante redes sociales y medios de comunicación una serie de recomendaciones de seguridad para casos de terremoto. Entre ellas se incluían:

- Mantener la calma y no precipitarse hacia las escaleras o puertas

- Buscar refugio bajo marcos de puertas o muebles resistentes

- Alejarse de ventanas y objetos que puedan caer

- No utilizar ascensores en ningún caso

- Una vez finalizado el movimiento, evacuar el edificio con precaución

La población respondió con prudencia, demostrando una madurez ciudadana que facilitó el trabajo de los cuerpos de emergencia. La ausencia de pánico masivo y la rápida vuelta a la normalidad fueron destacadas por las autoridades como factores clave en la gestión del incidente. Los centros educativos de la zona recibieron instrucciones específicas para realizar simulacros de evacuación en los próximos días.

Perspectiva histórica y científica

Este terremoto marca un hito en la catalogación sísmica del norte de España. La comunidad científica ya ha anunciado que intensificará la monitorización de la zona con estaciones sismográficas portátiles. El objetivo es comprender mejor los mecanismos de generación de este tipo de terremotos intraplaca, menos frecuentes pero potencialmente significativos.

El Instituto Geográfico Nacional ha incluido este evento en su base de datos como el más importante de la serie histórica para el País Vasco. Los estudios posteriores analizarán la relación entre este seísmo y las estructuras geológicas profundas que atraviesan la Cordillera Cantábrica y su piedemonte. La falla de Ubierna, situada en las proximidades, será objeto de especial atención por parte de los investigadores.

Impacto en la planificación urbana

El evento ha reabierto el debate sobre la resiliencia sísmica de las construcciones en la región. Aunque la normativa vigente ya contempla la acción sísmica en el diseño de edificios de cierta envergadura, muchas estructuras antiguas no fueron calculadas para soportar movimientos de esta intensidad. Los técnicos municipales de Vitoria-Gasteiz y otros municipios han iniciado inspecciones en edificios catalogados como vulnerables.

La industria aseguradora también ha tomado nota. Aunque no se han registrado siniestros importantes, el evento servirá como caso de estudio para reevaluar los riesgos sísmicos en las pólizas de hogar y comunidades de propietarios. La concienciación ciudadana sobre la importancia de tener un seguro que cubra este tipo de contingencias ha crecido exponencialmente en las últimas horas.

Una mañana de normalidad recuperada

Con el amanecer, la vida volvió a su curso habitual. Los colegios abrieron sus puertas, los comercios levantaron persianas y el transporte público funcionó con normalidad. Solo quedaban los comentarios entre vecinos, las anécdotas compartidas en redes sociales y la sensación de haber vivido un momento excepcional.

El terremoto de Iruña de Oca quedará en la memoria colectiva como un aviso de la potencia que yace bajo nuestros pies. Afortunadamente, la combinación de una magnitud contenida, una respuesta institucional eficaz y la ausencia de daños ha convertido este evento en una lección de preparación más que en una tragedia. La sociedad alavesa demostró que, incluso ante lo inesperado, la comunidad puede mantenerse unida y actuar con responsabilidad.

Referencias

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