El La Laguna Tenerife cerró con éxito su compromiso en territorio turco al imponerse por 85-80 al Aliaga Petkim Spor en un encuentro correspondiente a la fase de grupos de la Basketball Champions League, certamen en el que los tinerfeños ya tenían asegurada su presencia en la siguiente ronda. El choque, disputado en el Aliaga Belediyesi Enka Arena de Esmirna ante unos tres mil espectadores, permitió al equipo español mantener su condición de invicto en la competición continental.
Desde el salto inicial, el conjunto dirigido por Txus Vidorreta demostró su superioridad técnica y táctica, aunque los turcos no se dieron por vencidos en ningún momento, obligando a los canarios a trabajar hasta el último segundo para asegurar la victoria. El encuentro presentó numerosos vaivenes en el marcador, con rachas ofensivas de ambos bandos que mantuvieron la emoción hasta el pitido final.
Dominio inicial del conjunto canario
El primer cuarto arrancó con un parcial favorable a los locales (2-0), pero la reacción tinerfeña fue inmediata y contundente. Un parcial de 1-10 en apenas cuatro minutos situó el electrónico en un claro 3-10 a favor de los visitantes, estableciendo las primeras diferencias significativas del encuentro. La falta de acierto en el tiro caracterizó a ambos conjuntos durante los primeros compases, pero el Tenerife supo imponer su ritmo y controlar las principes acciones del juego.
La defensa zonal implementada por el cuerpo técnico español dificultó considerablemente las opciones ofensivas del Petkim Spor, mientras que en el ataque, la circulación de balón y la selección de tiros permitieron a los tinerfeños mantener una ventaja cómoda hasta el final del primer periodo. La ventaja en el marcador reflejaba el mejor juego colectivo del conjunto visitante, que parecía haberse adaptado rápidamente a las condiciones del pabellón turco.
Reacción turca y ajuste defensivo
El segundo cuarto presentó un guion completamente diferente. El Petkim Spor salió con una actitud mucho más agresiva, tanto en defensa como en ataque, logrando un parcial que les permitió empatar y posteriormente distanciarse en el marcador. Los jugadores Dotson, Russell y Williams se convirtieron en los protagonistas ofensivos de su equipo, liderando la remontada con acierto en el lanzamiento exterior y penetraciones decididas.
La ventaja máxima para los turcos llegó en dos momentos clave: primero con un 17-27 en el minuto 12, y posteriormente con un 23-33 en el minuto 14. Estos diez puntos de diferencia obligaron a Vidorreta a solicitar tiempo muerto para reestructurar su equipo y corregir las evidentes dudas defensivas que estaban lastrando el rendimiento de su escuadra.
La respuesta del Tenerife no se hizo esperar. Gracias a una mayor intensidad defensiva y a un ataque más fluido, los canarios lograron un parcial de 13-2 que les permitió recortar distancias y situarse a un solo punto (36-35) en el minuto 18. Sin embargo, los locales aprovecharon los últimos minutos del periodo para recuperar la ventaja y llegar al descanso con un ajustado 42-40 en el marcador.
Alternancias en el tercer periodo
La reanudación del encuentro trajo consigo un nuevo impulso del equipo turco, que logró un parcial inicial de 7-0 (47-40) que puso en serios apuros a los intereses del Tenerife. Esta racha ofensiva local, combinada con un momento de sequía anotadora visitante, generó cierta preocupación en el banquillo español, que vio cómo el partido podía escaparse de sus manos.
La experiencia europea del conjunto canario, sin embargo, se hizo notar en el momento de mayor presión. Los jugadores Kostadinov, Costa y Kramer asumieron responsabilidades en ataque, liderando la remontada con acciones individuales de calidad y una mejor lectura colectiva del juego. Gracias a su acierto, el Tenerife logró revertir la situación y colocarse por delante con un 47-48 que devolvía la igualdad al electrónico.
Los últimos minutos del tercer cuarto se convirtieron en un intercambio de canastas constante, con ambos equipos mostrando sus virtudes ofensivas pero también evidenciando ciertas fragilidades defensivas. El periodo concluyó con un 62-65 favorable a los visitantes, dejando todo por decidir para los diez minutos finales de un encuentro que ya había demostrado ser tremendamente entretenido para los espectadores presentes en el pabellón.
Definición en los minutos decisivos
El último cuarto arrancó con el Tenerife mostrando su mejor versión. Un parcial favorable en los primeros minutos permitió a los canarios recuperar la ventaja y ampliarla hasta los once puntos (68-79) en el minuto 38, la máxima diferencia del partido para el conjunto español. Este parcial demostró la madurez y la solidez del equipo en los momentos decisivos, con una defensa intensa que dificultó cada ataque rival.
Sin embargo, el Petkim Spor no se rindió. Liderados por un inspirado Dotson, los turcos protagonizaron una última arrebatadora ofensiva que les permitió recortar la desventaja hasta situarse a solo cuatro puntos (80-84) a falta de segundos para el final. La tensión se palpaba en el pabellón, con los aficionados locales animando a su equipo a completar una remontada épica.
A pesar del último empuje turco, el Tenerife demostró sangre fría en la ejecución de los tiros libres y mantuvo la posesión en los segundos finales para certificar la victoria por 80-85, sumando así una nueva victoria en su casillero europeo y manteniendo el invicto que tanto prestigio le ha otorgado en el continente.
Actuaciones individuales destacadas
En el bando turco, Dotson fue el máximo anotador con 15 puntos, seguido de cerca por Russell con 13 y Van Beck con 14. La aportación de Tyree (10 puntos) y Echenique (11) resultó fundamental para mantener las opciones de victoria durante los cuarenta minutos de juego. El conjunto local mostró un buen nivel colectivo, pero falló en los momentos clave donde la experiencia del rival se hizo notar.
Por parte del Tenerife, la figura más destacada fue Kostadinov con 22 puntos, demostrando una gran efectividad en ataque y una capacidad de liderazgo evidente en los momentos de mayor dificultad. Costa aportó 16 puntos, mientras que Fernández sumó 12 desde el banquillo. La presencia de Shermadini en el juego interior resultó clave tanto en defensa como en la creación de espacios para sus compañeros, terminando con 10 puntos.
La rotación amplia del conjunto canario permitió mantener el ritmo durante todo el encuentro, con aportaciones valiosas de jugadores como Kramer (9 puntos), Scrubb (5 puntos) y Drell (5 puntos), quienes cumplieron perfectamente con sus roles dentro del sistema establecido por el cuerpo técnico.
Contexto europeo y perspectivas
Este compromiso en territorio turco representaba la cuarta salida consecutiva del Tenerife en un exigente mes de marzo, donde el calendario europeo se ha combinado con las responsabilidades domésticas. La victoria confirma el excelente momento de forma del equipo, que llega a los cuartos de final de la Basketball Champions League con la moral por las nubes y el cartel de favorito a la contra.
El triunfo en Esmirna permite al conjunto insular mantener su condición de líder invicto del Grupo K, consolidando su posición en la competición antes del inicio de la fase eliminatoria. La regularidad demostrada tanto en ataque como en defensa a lo largo de la fase de grupos convierte al Tenerife en uno de los equipos a seguir en la recta final del torneo.
La dirección de juego del equipo, liderada por el experimentado Marcelo Huertas (aunque no aparece en el acta como gran anotador, su influencia en el ritmo del juego es indiscutible), ha sido uno de los pilares fundamentales del éxito europeo. La capacidad del base brasileño para leer el partido y tomar decisiones acertadas en cada posesión ha resultado decisiva en encuentros como el disputado en Turquía.
Con este resultado, el Tenerife demuestra que puede competir y ganar fuera de casa contra rivales de entidad, un factor crucial en las competiciones europeas donde el factor cancha juega un papel determinante. La victoria en Esmirna se suma a un palmarés continental que ya incluye el título de la Champions League en 2017 y la Intercontinental Cup en 2020, reforzando el estatus del club como una de las potencias del baloncesto europeo a nivel de clubes.
El próximo desafío para el conjunto canario será la fase eliminatoria de la competición, donde se enfrentará a los mejores equipos del continente en una serie a doble partido que decidirá los aspirantes a la corona continental. La experiencia acumulada en ediciones anteriores, combinada con el buen momento de forma actual, posiciona al Tenerife como un serio candidato a llegar lejos en el torneo.
La victoria en Turquía también sirve como revulsivo de cara a la competición doméstica, donde el equipo necesita mantener el ritmo en la Liga ACB para asegurar su presencia en la próxima edición de la Champions League. La gestión del doble compromiso será clave en las próximas semanas, con el cuerpo técnico trabajando para mantener la frescura física y mental de una plantilla que aspira a todo en esta temporada.
El rendimiento del equipo en esta fase de grupos ha sido excepcional, con victorias tanto en casa como fuera que demuestran la madurez y la calidad de un proyecto consolidado en el tiempo. La continuidad en la dirección técnica y la estabilidad en la plantilla han sido factores determinantes para alcanzar este nivel de competitividad en el panorama europeo.
El baloncesto canario vuelve a tener un representante de lujo en la élite continental, con un Tenerife que combina la experiencia de sus veteranos con la frescura de sus jóvenes talentos. Esta mezcla equilibrada ha sido la clave del éxito en un torneo tan exigente como la Champions League, donde cada detalle cuenta y la regularidad es la mejor virtud.
La victoria ante el Petkim Spor cierra una fase de grupos perfecta para los intereses del Tenerife, que ahora puede centrarse en preparar los cuartos de final con la tranquilidad de haber cumplido su objetivo. El reto ahora será mantener el nivel exhibido en Turquía y traducirlo a la fase eliminatoria, donde los rivales serán de máximo nivel y cada error puede resultar fatal.
El compromiso en Esmirna demostró una vez más que el Tenerife tiene recursos suficientes para superar las adversidades y competir con éxito en cualquier escenario europeo. La victoria final por cinco puntos refleja la igualdad del encuentro, pero también la capacidad del equipo para resolver los momentos críticos a su favor, una cualidad indispensable para aspirar a los títulos.