Tras el empate en el estadio Martínez Valero ante el Elche, Xabi Alonso compareció ante los medios con una expresión reflexiva. El resultado, que supone el tercer partido consecutivo sin victoria para el Real Madrid, ha generado cierta preocupación en el entorno del club. Sin embargo, el entrenador fue claro: el equipo no se ha derrumbado. Aunque los resultados y el rendimiento colectivo no alcanzan las expectativas, Alonso insiste en que el espíritu competitivo sigue intacto.
En su rueda de prensa, el técnico reconoció que la dinámica actual no es la deseada. "Es fútbol", afirmó con serenidad. "Después de una racha positiva, hemos tenido resultados que no reflejan lo que queremos. No podemos estar satisfechos, pero quedan muchos partidos antes de cerrar el año. Nuestra mirada debe estar puesta en el siguiente".
Uno de los puntos centrales de su análisis fue la autocrítica colectiva. Alonso subrayó que, aunque el equipo no ha perdido su identidad ni su actitud, hay aspectos del juego que deben pulirse. "Los resultados y el rendimiento son mejorables. Somos conscientes de ello y trabajamos para corregirlo. El espíritu sigue siendo bueno, y eso es fundamental cuando las cosas no salen como esperamos".
Sobre la presión y las críticas, el entrenador mostró una actitud madura. "Esto es el Madrid. Sabemos que las críticas forman parte del día a día. No las evitamos, las asumimos y seguimos adelante. La adversidad nos fortalece si sabemos gestionarla".
En cuanto a la relación con los jugadores, Alonso destacó que la conexión entre cuerpo técnico y plantilla va en aumento. "Nos conocemos mejor, vamos en la misma dirección. Celebramos juntos los éxitos y compartimos la frustración cuando no ganamos. El ambiente en el vestuario es positivo, y eso es clave para revertir esta situación".
Respecto a la alineación, el técnico explicó la decisión de utilizar a Fran García en una posición que, aunque no es su habitual, ha ocupado en múltiples ocasiones. "Queríamos amplitud en las bandas y los jugadores que venían de más minutos de entrenamiento eran los más indicados. Los suplentes tenían un rol clave para aportar frescura en la segunda parte. Fue una pena encajar tan rápido tras buscar la remontada. Me faltó, después del empate, volcar más al equipo hacia adelante".
Sobre la cuarta suplencia consecutiva de Vinicius Jr., Alonso fue contundente: "No hay ningún problema. Lo hablamos con él, como hacemos siempre. Entiende su rol y sabe que su contribución es vital, incluso desde el banquillo. Hoy no estamos contentos, pero todos tienen la energía necesaria para recuperar la buena dinámica".
En sus conclusiones, el entrenador se centró en los ajustes tácticos y en la necesidad de mantener la continuidad en el juego. "Intento sacar conclusiones de lo que debemos mejorar. Me faltó después del 1-1 tener más continuidad en el ataque. En la primera parte estábamos trabajando bien para ponernos por delante, y el equipo no bajó los brazos. Eso es lo que debemos mantener, incluso en los momentos más difíciles".
El mensaje de Xabi Alonso es claro: el Real Madrid no está en crisis, pero sí en un momento de transición que requiere ajustes, paciencia y trabajo. La confianza en el grupo y en el proyecto sigue intacta, y el técnico confía en que, con el enfoque adecuado, el equipo volverá a brillar. La clave, según Alonso, está en la autocrítica constructiva, la unidad del vestuario y la capacidad de reacción ante la adversidad.
Los próximos partidos serán cruciales para definir si este periodo de ajuste se convierte en una oportunidad de crecimiento o en una racha negativa. Pero, por ahora, Xabi Alonso mantiene la calma, la confianza y la convicción de que el equipo está en el camino correcto, aunque aún necesite pulir algunos detalles. El Madrid sigue siendo el Madrid, y eso, en sí mismo, es una garantía de que las cosas pueden cambiar rápidamente.