El Athletic Club llega al Camp Nou con un once que promete ser competitivo y con muchas garantías, gracias a la recuperación de dos piezas fundamentales en el esquema de Ernesto Valverde. Tras el tercer parón internacional de la temporada, el técnico rojiblanco puede contar con Oihan Sancet, el máximo goleador de la campaña anterior, y con Nico Williams, quien ha superado una lesión muscular leve y se encuentra en plena forma física tras su recuperación de la pubalgia que le limitó en la recta final de la temporada pasada.
La vuelta de Sancet es especialmente significativa. Su capacidad para generar juego, desequilibrar defensas y definir con precisión lo convierten en un jugador clave en el sistema de Valverde. Por su parte, Nico Williams no solo aporta velocidad y desborde por la banda, sino también una actitud competitiva que ha hecho temblar al Barça en los últimos dos mercados de verano, cuando rechazó las ofertas del club catalán. Su renovación hasta 2035 es un claro mensaje de compromiso con el Athletic, y su presencia en el once inicial será una de las grandes incógnitas del partido.
Además, se ha despejado otra duda importante: Iñigo Ruiz de Galarreta regresó al entrenamiento colectivo tras superar un proceso febril que le obligó a ausentarse un día antes. Su retorno es crucial, ya que es el jugador que da fluidez al juego ofensivo del equipo, conectando líneas y generando oportunidades desde la medular. Su presencia en el campo puede marcar la diferencia en un partido tan exigente como el que se avecina.
Sin embargo, no todo son buenas noticias. Iñaki Williams, el delantero internacional por Ghana, sigue fuera de combate. Aunque realizó ejercicios de carrera continua el miércoles, ayer no salió al campo, lo que confirma que aún no está en condiciones de ser convocado. Su lesión muscular severa, sufrida el 22 de octubre frente al Qarabag, requiere más tiempo de recuperación, y su ausencia será notada en ataque.
En el plano defensivo, Unai Simón y Dani Vivian se ejercitaron en el campo 5 bajo un intenso aguacero, demostrando su compromiso y preparación física a pesar de las condiciones climáticas adversas. Ambos jugadores han disputado los dos últimos partidos de la selección española, lo que evidencia su buen estado de forma. Por otro lado, Aymeric Laporte se entrenó en el interior tras su participación completa en los partidos ante Georgia y Turquía, lo que sugiere que Valverde podría optar por darle descanso para preservarlo de cara al partido de Champions League.
La gran incógnita que rodea al Athletic es si Valverde decidirá presentar su once más potente o si optará por reservar a algunos titulares para el crucial partido del martes ante el Slavia de Praga. El equipo necesita ganar en la Fortuna Arena para mantenerse en la pelea por clasificarse entre los puestos 9 y 24 de la Fase de Liga de la Champions, que dan acceso a los octavos de final. Actualmente, los leones se encuentran fuera de esa zona, por lo que el partido en Praga es vital para sus aspiraciones europeas.
En este contexto, Valverde enfrenta un dilema estratégico: ¿priorizar el duelo contra el Barça, un clásico con gran peso emocional y mediático, o proteger a sus jugadores clave para asegurar una plaza en la siguiente fase de la Champions? La decisión dependerá de la evaluación médica y del estado físico de cada jugador, pero también de la lectura táctica que el entrenador haga del partido.
El Athletic llega al Camp Nou con una moral alta, tras una racha de buenos resultados y con un plantel que, a pesar de las bajas, cuenta con suficiente calidad para competir. La presencia de Sancet y Nico Williams en el once inicial podría ser la clave para sorprender al Barça, especialmente si el equipo logra mantener la intensidad y la disciplina defensiva que caracteriza a los equipos de Valverde.
En resumen, el Athletic Club tiene todas las cartas sobre la mesa para presentar un once de muchas garantías en el Camp Nou. La recuperación de sus jugadores clave, la solidez defensiva y la capacidad de generar juego en ataque hacen que este partido sea una oportunidad para demostrar que el equipo está en condiciones de competir con los mejores. La decisión de Valverde sobre si reservar o no a algunos titulares será crucial, pero lo que está claro es que el Athletic no irá a Barcelona a pasear, sino a luchar por los tres puntos.