La convocatoria de Aymeric Laporte para el partido ante Turquía en Sevilla ha generado más expectación de la que el encuentro en sí merece. Y no es para menos: el central francés naturalizado español vuelve a la selección tras un año de ausencia, y lo hace con el estatus de jugador clave en los planes de Luis de la Fuente. Su regreso no es casualidad, ni tampoco un gesto simbólico. Es una necesidad táctica, emocional y estratégica para un equipo que mira hacia el futuro con ambición, pero también con realismo.
Hace exactamente un año, Laporte fue suplente en el último partido de la fase de grupos de la Liga de Naciones, un trámite que selló la clasificación de España para los cuartos de final. Desde entonces, su ausencia se explicó por una combinación de factores: su salida del Manchester City, su breve y complicada etapa en el Al-Nassr de Arabia Saudí, y su posterior regreso al Athletic Club, donde hoy es titular indiscutible. Su vuelta a Bilbao no fue sencilla: requirió la intervención de la FIFA para resolver un problema burocrático con su fichaje, pero el esfuerzo valió la pena. A sus 31 años, Laporte no quiere perderse su última oportunidad de disputar un Mundial, y lo ha dejado claro con su compromiso y rendimiento.
Luis de la Fuente no ha dudado en reconocerlo públicamente: "Laporte es uno de los centrales que mejor desarrolla la idea que tenemos. Lo hace perfectamente. Es un lujo". El seleccionador no se ha quedado ahí. Ha subrayado su calidad técnica, su capacidad para cambiar la orientación del juego, su lectura del campo y su liderazgo en el vestuario. En un equipo que apuesta por jóvenes como Pau Cubarsí o Dean Huijsen, Laporte aporta la experiencia y la solidez que hacen falta en momentos clave. "Es muy completo. Técnicamente es excepcional", ha añadido De la Fuente, dejando claro que el central no es un recurso de emergencia, sino un pilar fundamental.
La ausencia de Laporte en la selección no fue solo deportiva, sino también emocional. Su llegada en 2021, de la mano de Luis Enrique, generó cierta polémica por su origen francés. Pero con su personalidad, su profesionalismo y su entrega, supo ganarse el respeto de compañeros y aficionados. Hoy, es uno de los líderes indiscutibles del vestuario, y su presencia ha allanado el camino para otros casos similares, como el de Robin Le Normand, también francés y ahora integrado sin problemas en la selección.
El partido ante Turquía, que se juega en La Cartuja con una asistencia estimada de 35.000 espectadores, no tiene nada en juego desde el punto de vista competitivo. España ya está clasificada para la fase final de la Liga de Naciones, y Turquía, con varios jugadores apercibidos, ha decidido guardar a sus titulares para la repesca de marzo. Pero eso no quita importancia al encuentro. Para De la Fuente, es una oportunidad para probar a jugadores que no suelen tener minutos, aunque, según sus propias palabras, no serán muchos. Y para Laporte, es una oportunidad para reafirmar su lugar en el equipo y demostrar que sigue siendo uno de los mejores centrales del mundo.
La racha de invictos de España, que podría igualar el récord mundial de Italia con 31 partidos sin perder, también está en juego. Pero más allá de los números, lo que realmente importa es la cohesión del equipo, la confianza en los jugadores y la capacidad de adaptarse a los retos que vienen. Laporte, con su experiencia y su calidad, es un activo invaluable en ese proceso. Su regreso no es solo un regreso a la convocatoria, sino un regreso a la esencia de lo que debe ser la selección española: un equipo sólido, técnico y con liderazgo.
En un momento en el que el fútbol español busca renovarse sin perder su identidad, Laporte representa el equilibrio perfecto entre tradición y modernidad. Su capacidad para jugar con el balón, su inteligencia táctica y su liderazgo en el campo lo convierten en un jugador único. Y aunque el partido ante Turquía no tenga nada en juego, su presencia en el campo sí lo tiene. Porque Laporte no es solo un jugador más: es el jefe, el líder, el central que España necesita para enfrentar los retos que vienen. Y su regreso es una buena noticia para todos los aficionados que creen en este equipo.