La pareja que reparte suerte en Cádiz y ya ha dado un millón en Euromillones

Ana y Carlos, dueños de 'La Lola de Cai', llevan menos de un año en el negocio y ya han repartido millones. Su mascota Lola es la estrella de la suerte.

En San Fernando, Cádiz, una joven pareja ha convertido su sueño en realidad: repartir suerte. Ana Díaz y Carlos Expósito, ambos con apenas unos años en el mundo de la lotería, ya han repartido más de un millón de euros en Euromillones, y eso es solo el comienzo. Su administración, llamada 'La Lola de Cai', se ha convertido en un referente de la buena fortuna en la región.

Antes de abrir su negocio, Ana trabajaba como camarera en Mallorca y Carlos como mecánico de helicópteros de servicios contra incendios. Ambos decidieron dar un giro a sus vidas y, con el nombre de sus mascotas —una perra de aguas llamada Lola y un gato llamado Cai, en honor a Cádiz—, dieron vida a su proyecto. Desde el 25 de septiembre de 2023, su administración en la Calle Real de San Fernando ha sido testigo de una racha de premios que parece no tener fin.

La primera gran alegría llegó apenas tres semanas después de abrir: un premio de 2.351.000 euros en la Bonoloto. A los tres meses, ¡el Gordo de Navidad! Y ahora, un millón en Euromillones. "Otra vez lo habéis vuelto a hacer", les dicen los vecinos, entre risas y admiración. La gente bromea diciendo que tendrán que mudarse porque ya no les caben los carteles de premios en la fachada.

"San Fernando es grande, pero todos nos conocemos", explica Carlos. "La gente de la administración son como familia, amigos, y muchos son conocidos. Cuando se corrió la voz, las felicitaciones no tardaron en llegar". Ana, muy activa en el intercambio de lotería de Navidad con otras administraciones, tiene una red de contactos amplia y querida. "Le machacan en el WhatsApp", bromea Carlos, "yo me di cuenta mirando la intranet. Cinco minutos después la llamé de nuevo: estábamos sonriendo, con ganas de llorar, y nos dimos un abrazo que ya nos habíamos dado esa misma mañana".

El boleto ganador, con el código VLP57723, fue vendido por ventanilla, lo que aumenta las posibilidades de que el afortunado sea alguien del entorno. "No sabemos quién es, pero en una ciudad como esta, es probable que lo sepamos pronto", confiesa Carlos. La emoción es palpable: "Es un trabajo muy bonito. Nos llama mucho la atención hacer muy feliz a alguien".

La suerte no solo ha llegado en forma de premios, sino también en la conexión con la comunidad. La pareja, sin hijos pero con dos mascotas que son parte fundamental de su identidad, ha logrado crear un espacio donde la alegría se comparte. "Todos tocan a nuestra perra porque da suerte", dicen con orgullo. Lola, la perra de aguas, se ha convertido en la mascota oficial de la buena fortuna.

Para Ana y Carlos, cada premio es una historia de vida cambiada. "Te puedes imaginar lo que supone un millón de euros a dos meses de Navidad", reflexiona Carlos. "La página web está funcionando bien, la gente pregunta quién ha ganado, pero lo importante es que alguien va a tener una Navidad inolvidable".

Su historia es un ejemplo de cómo el esfuerzo, la ilusión y un poco de suerte pueden transformar vidas. En un trabajo que depende de la felicidad ajena, lo que más les llena es ver sonreír a quienes ganan. "No hay nada que haga más feliz a un lotero que repartir y compartir esa felicidad", concluye Carlos, con una sonrisa que refleja el orgullo de haber convertido su sueño en realidad.

Referencias