Apollo toma el control del Atlético: nuevo rumbo global

El fondo estadounidense adquiere el 55% del club, marcando un hito en la propiedad extranjera de equipos españoles.

El Atlético de Madrid ha dado un paso histórico: ya no está en manos de la familia Gil. La entidad rojiblanca ha sido adquirida en un 55% por Apollo Sports Capital (ASC), una filial del gigante inversor estadounidense Apollo Global Management. Este movimiento no solo redefine la propiedad del club, sino que también apunta a una nueva era de crecimiento internacional y financiero sostenible.

ASC, lanzada oficialmente el 29 de septiembre, cuenta con un fondo de 5.000 millones de dólares destinados exclusivamente a inversiones en el mundo del deporte. Su objetivo es claro: aportar capital paciente, es decir, recursos a largo plazo que permitan a los clubes escalar sin presión inmediata de resultados económicos. Esta estrategia se asemeja más a la de una start-up tecnológica que a la de un club tradicional, según explica Jorge López, profesor de Gestión Deportiva en la Universidad Europea.

Al Tylis, el ejecutivo al frente de ASC, tiene una amplia trayectoria en inversiones deportivas, con participaciones en clubes de Inglaterra, México y Colombia, además de colaboraciones con figuras como Ryan Reynolds y Mesut Özil. Su visión es transformar el modelo de gestión deportiva, ofreciendo estructuras más ágiles y soluciones innovadoras que vayan más allá de lo convencional.

La operación ha implicado una reestructuración accionarial profunda. Miguel Ángel Gil Marín, hasta ahora con un 50,8% de las acciones, ahora conserva solo el 10%. Enrique Cerezo, presidente del club, pasa del 15% al 3%. El fondo estadounidense, que antes tenía un 34%, ahora se queda con un 5% tras la reorganización. Quantum Pacific, liderado por Idan Ofer, mantiene su posición como segundo accionista con un 27%.

El valor total del club, incluyendo su deuda de 510 millones de euros, se ha fijado en unos 2.500 millones de euros. Esta valoración refleja la confianza de Apollo en el potencial del Atlético, no solo como equipo competitivo, sino como marca global con capacidad de crecimiento. "Es una inversión atractiva con un recorrido sólido", afirma Carlos Cantó, CEO de SPSG Consulting.

A pesar del cambio de propiedad, la directiva actual se mantiene: Gil Marín sigue como CEO y Cerezo como presidente. Sin embargo, expertos advierten que con un 55% de las acciones, Apollo tiene plena autonomía para tomar decisiones estratégicas, incluyendo la posibilidad de reemplazar a cualquier directivo en el futuro. La estabilidad actual es una señal de confianza, pero no una garantía permanente.

Este acuerdo marca un hito en el fútbol español: es la primera vez que un club de élite pasa a manos de un fondo de inversión extranjero. La operación no solo busca rentabilidad, sino también consolidar al Atlético como un actor global, capaz de competir en igualdad de condiciones con los gigantes europeos como el Real Madrid o el Barcelona.

El Metropolitano ya ha señalado que esta nueva etapa permitirá al club fortalecer su estructura financiera y deportiva, con miras a la Champions League y a la expansión internacional de su marca. La llegada de Apollo no es un cambio de dueño, sino un cambio de modelo: de gestión familiar a gestión profesionalizada, con recursos globales y una visión a largo plazo.

En resumen, el Atlético de Madrid entra en una nueva era. Con el respaldo de uno de los fondos más poderosos del mundo, el club rojiblanco tiene la oportunidad de convertirse en un referente global, no solo por sus logros deportivos, sino por su modelo de negocio y su capacidad de innovación en el mundo del fútbol.

Referencias