El fundador de Telegram ya ha concebido 100 hijos con su programa de donación

Pavel Durov ofrece su esperma a mujeres seleccionadas como solución a la crisis demográfica y la escasez de donantes.

El creador de una de las plataformas de mensajería más populares del mundo ha decidido trascender el ámbito tecnológico para incursionar en un proyecto mucho más personal y controvertido. Pavel Durov, el visionario detrás de Telegram, ha desvelado recientemente que su material genético ha contribuido a la concepción de aproximadamente un centenar de niños en todo el planeta, mediante un programa de donación de esperma que él mismo patrocina y promueve.

Este ambicioso proyecto, que combina filantropía con una visión particular de la mejora genética, ha generado un intenso debate sobre los límites éticos de la reproducción asistida y las implicaciones sociales de la selección de donantes basada en criterios estéticos y académicos.

Los orígenes de una iniciativa sin precedentes

La historia comenzó hace más de una década, cuando el empresario ruso decidió ayudar a una amiga cercana que enfrentaba dificultades para concebir. Este gesto inicial, aparentemente altruista, desencadenó una idea mucho más grande en la mente del multimillonario. A partir de 2010, Durov comenzó a realizar donaciones anónimas en bancos de esperma, motivado por lo que percibía como una escasez crítica de "material de donantes de alta calidad".

Sin embargo, fue en el verano de 2024 cuando el programa adquirió una dimensión pública y sistemática. La clínica de fertilidad AltraVita, con sede en Moscú, se convirtió en el centro oficial de esta peculiar iniciativa. En su portal digital, aún visible, aparece un banner promocional que vincula directamente el "biomaterial" del empresario con la identidad corporativa de Telegram, su creación más conocida.

Criterios de selección: belleza, salud y soltería

Lo que más ha llamado la atención de los críticos son los requisitos establecidos para las candidatas. Según documentación y declaraciones de profesionales médicos vinculados al proyecto, las mujeres deben cumplir con una serie de parámetros muy específicos: tener menos de 37 años, poseer un historial académico destacado, gozar de excelente salud y, según palabras de un exmédico de la clínica, tener un "aspecto estupendo".

Este último requisito, que vincula explícitamente la elegibilidad médica con la atracción física, ha desatado una ola de críticas sobre la eugenesia encubierta y la mercantilización de la reproducción humana. Además, las participantes deben ser necesariamente solteras, una condición legal diseñada para evitar complicaciones futuras relacionadas con la paternidad o responsabilidades parentales.

"Querían tener un hijo de, bueno, cierto tipo de hombre. Consideraban que esa figura paterna era la adecuada", explicó el profesional sanitario al Wall Street Journal, refiriéndose a las motivaciones de las mujeres que se presentan al programa.

Una respuesta a la crisis demográfica

El emprendedor tecnológico enmarca su iniciativa dentro de un contexto mucho más amplio: la crisis demográfica que afecta particularmente a Rusia, pero que, según sus palabras, es un fenómeno global. La combinación de bajas tasas de natalidad, emigración masiva y los efectos demográficos del conflicto en Ucrania han creado, en su opinión, una urgencia sin precedentes.

En una publicación oficial en su propia plataforma, Telegram, Durov manifestó: "La escasez de esperma sano se ha convertido en un problema cada vez más grave en todo el mundo, y me enorgullece haber contribuido a aliviarlo". Esta declaración refleja su convicción de que los individuos con características genéticas y cognitivas superiores tienen una responsabilidad social de propagar sus genes.

En una entrevista concedida a una publicación francesa a principios de 2025, el magnate atribuyó la disminución de la calidad seminal masculina a factores ambientales contemporáneos, particularmente la contaminación por plásticos, que, según estudios científicos recientes, afecta negativamente la salud reproductiva.

El alcance global del proyecto

Aunque la clínica AltraVita en Moscú sirve como centro neurálgico, el impacto de las donaciones de Durov trasciende las fronteras rusas. El empresario ha reconocido públicamente que su descendencia biológica se extiende por al menos doce países diferentes, creando una diáspora genética sin precedentes en la era moderna.

Esta red internacional de progenie no incluye únicamente los aproximadamente cien niños concebidos mediante donación. El propio Durov es padre de otros seis hijos con tres madres diferentes, estableciendo así una familia personal paralela a su proyecto de legado masivo.

Con 41 años de edad y una fortuna estimada en 17.000 millones de dólares, el magnate reside actualmente en Dubái, desde donde gestiona tanto sus imperios tecnológicos como su particular misión de repoblación genética.

Repercusiones éticas y sociales

La iniciativa ha generado un intenso debate en comunidades médicas, bioéticas y sociales. Los críticos argumentan que la selección basada en apariencia física y logros académicos constituye una forma encubierta de eugenesia, mientras que los defensores señalan el derecho a la autonomía reproductiva y la necesidad de abordar la infertilidad con creatividad.

La clínica AltraVita, por su parte, ha defendido el programa como una respuesta legítima a la demanda de mujeres que buscan donantes con características específicas. La institución médica enfatiza que todos los procedimientos cumplen con la legislación vigente y que las participantes actúan por voluntad propia.

El futuro de la reproducción asistida

Más allá de la polémica, el caso Durov plantea preguntas fundamentales sobre el futuro de la reproducción humana en el siglo XXI. La combinación de tecnología avanzada, capital ilimitado y una visión transhumanista del legado genético podría inspirar a otros magnates a seguir un camino similar.

El propio Durov ha expresado su deseo de que su ejemplo motive a otros hombres de "alta calidad genética" a donar esperma, convirtiendo lo que comenzó como un acto personal en un movimiento potencialmente global.

Conclusiones

El proyecto de Pavel Durov representa una intersección única entre tecnología, eugenesia liberal y filantropía radical. Mientras que para algunos simboliza la libertad reproductiva máxima y una solución innovadora a problemas demográficos, para otros constituye un peligroso precedente que mercantiliza y estandariza la reproducción humana.

Lo que es indiscutible es que el fundador de Telegram ha logrado lo que pocos hombres en la historia: crear un legado biológico masivo y documentado, mientras desafía las convenciones sociales y éticas contemporáneas. Con cien hijos ya concebidos y la posibilidad de más en el futuro, Durov no solo ha revolucionado la comunicación digital, sino que también está redefiniendo los límites de la paternidad y la responsabilidad genética en la era moderna.

Referencias

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