Los Minnesota Vikings pusieron fin a las aspiraciones postemporada de los Detroit Lions al imponerse por un claro 23-10 en un duelo donde la defensa local brilló con luz propia. El encuentro, disputado este jueves, dejó a ambas franquicias con balance de ocho victorias y ocho derrotas, pero solo los Vikings pueden celebrar haber actuado como verdugos de las esperanzas de sus rivales divisionales.
Desde el inicio, el choque evidenció una clara tendencia: las unidades defensivas mandarían sobre el terreno. La línea de Minnesota asfixió constantemente al mariscal de campo visitante, Jared Goff, quien terminó la noche con cinco capturas en su contra y dos pases interceptados. La presión no fue un fenómeno aislado, ya que la defensa de los Lions también respondió con siete capturas al quarterback novato de los Vikings, Max Brosmer, cuatro de ellas concentradas en la primera mitad.
El primer cuarto definió el tono del compromiso. Una pérdida de balón forzada de Goff, recuperada por Andrew Van Ginkel, posicionó a la ofensiva de Minnesota en la yarda 16 de Detroit. Esa corta distancia la aprovechó el corredor Aaron Jones para anotar la primera anotación del encuentro, estableciendo una ventaja temprana de 7-0 que obligaba a los Lions a reaccionar.
La respuesta no se hizo esperar hasta los instantes finales del segundo periodo. Con apenas 60 segundos para el descanso, el receptor Isaac TeSlaa protagonizó una jugada espectacular que culminó en las diagonales y empató el marcador 7-7. Sin embargo, esa sería la única anotación de touchdown que lograría Detroit durante toda la noche.
La segunda mitad se convirtió en un monólogo defensivo de los Vikings. La secundaria de Minnesota demostró su capacidad de lectura y anticipación. Primero fue Byron Murphy quien leyó perfectamente las intenciones de Goff y registró una intercepción que transformó el impulso del juego. Esa jugada se tradujo en un gol de campo de 52 yardas de Will Reichard, que devolvió la ventaja a los locales (10-7).
El patrón se repitió minutos después. El veterano Harrison Smith se convirtió en el segundo defensor de Minnesota en interceptar a Goff, y una vez más la ofensiva capitalizó la oportunidad con otro gol de campo que extendió la diferencia a 13-7.
El último periodo comenzó con un destello de esperanza para los Lions. El pateador Jake Bates conectó un gol de campo de 48 yardas que acercó el tanteador a 13-10, pero esa sería la última alegría visitante. Los Vikings respondieron con una serie explosiva donde el receptor Jordan Addison se escapó de la cobertura para recorrer 65 yardas hasta la zona de anotación, sentenciando virtualmente el encuentro. Un gol de campo adicional en el cierre selló el definitivo 23-10.
Más allá del resultado, el partido dejó en evidencia las debilidades de ambas ofensivas bajo presión. La línea ofensiva de Detroit permitió constantes incursiones en su backfield, mientras que la de Minnesota tampoco pudo proteger efectivamente a su quarterback novato. Sin embargo, la capacidad de la defensa de los Vikings para generar turnovers en momentos clave resultó la diferencia decisiva.
Con este resultado, los Lions ven extinguidas sus opciones de postemporada pese a tener récord ganador, una paradoja que refleja la competitividad de la Conferencia Nacional. Los Vikings, ya sin opciones de avanzar, culminan su temporada con la satisfacción de haber determinado el destino de su rival divisional.
El espectáculo de medio tiempo ofreció una curiosa mezcla artística con Snoop Dogg, el tenor italiano Andrea Bocelli, la estrella de country Lainey Wilson y varias vocalistas del grupo ficticio HUNTR/X de la película animada 'KPop Demon Hunters', creando un contraste cultural propio de la festividad navideña.