El Real Valladolid demostró su contundencia en la jornada 17 de LaLiga Hypermotion al imponerse por un claro 4-1 al SD Huesca en el estadio El Alcoraz. El encuentro, disputado este sábado, dejó una sensación amarga en el conjunto oscense, que vio cómo sus mejores ocasiones en los primeros compases se convertían en un bumerán que acabó decantando el marcador a favor de los visitantes.
El partido arrancó con un Huesca decidido a llevar la iniciativa. Los de Bolo salieron enchufados y dispuestos a hacer daño, generando varias ocasiones clarísimas que, sin embargo, no supieron materializar. Ese desaprovechamiento resultaría fatal. En el fútbol, cuando no marcas, te marcan, y el Valladolid es un especialista en castigar este tipo de errores.
Fue entonces cuando apareció la figura de Chuki, quien se convirtió en el verdugo del conjunto local. El jugador pucelano protagonizó un auténtico recital de habilidad, regateando a todo el mundo con una facilidad pasmosa. Su imparable conducción y su capacidad para encontrar espacios donde no los había desequilibraron por completo la defensa oscense. Así llegó el primer gol, en una transición rápida que explotó los espacios dejados por un Huesca demasiado confiado en ataque.
El segundo tanto no tardó en llegar. De nuevo Chuki fue el artífice, esta vez sirviendo un balón perfecto para Peter, quien no perdonó. El 0-2 parecía dejar el partido visto para sentencia, pero el Huesca demostró orgullo y reaccionó con rapidez. Los locales se rehicieron del golpe y lograron recortar distancias, dando esperanzas a su afición antes del descanso.
El intermedio llegó con un marcador ajustado que no reflejaba la realidad del campo. El ritmo del encuentro había sido vertiginoso, con ambos equipos buscando la portería rival sin complejos. Los jugadores necesitaban recuperar aire, y el público también. La reanudación, sin embargo, no traería buenas noticias para los intereses locales.
La segunda mitad comenzó con el mismo guion. El Huesca intentó ser ambicioso, pero su falta de contundencia en ataque se convirtió en un problema defensivo. Los errores en la construcción del juego se multiplicaron, y el Valladolid, lejos de perdonar, aumentó su ventaja. Peter volvió a aparecer en el momento justo, aprovechando un fallo en la salida del balón para firmar el tercero y prácticamente sentenciar el choque en el minuto 56.
El tanto dejó a los de Bolo tocados, sin capacidad de reacción. Aunque Ntamack logró recortar distancias con un gol que ilusionó brevemente a la parroquia local, la alegría duró poco. El Valladolid volvió a demostrar su efectividad en una jugada de lo más básico pero efectivo. Amath se aprovechó de la desorganización defensiva para batir por cuarta vez al portero local, cerrando el marcador definitivo.
El encuentro dejó varias imágenes destacadas. La más preocupante fue la lesión de Ntamack, que sufrió una fea caída en el minuto 88 tras un salto desafortunado. El jugador se retiró del campo cojeando y con ayuda del cuerpo médico, lo que genera dudas de cara a los próximos compromisos del equipo. La gravedad de la lesión en la rodilla izquierda será evaluada en las próximas horas.
El Valladolid, por su parte, demostró estar en un gran momento de forma. La victoria le permite seguir soñando con los puestos de playoff, consolidándose como uno de los equipos más en forma de la competición. La conexión entre Chuki y Peter resultó letal, y el equipo mostró una madurez táctica notable, sabiendo sufrir en los momentos de presión y castigar con contundencia las ocasiones que tuvo.
El técnico pucelano puede estar satisfecho con el rendimiento de su plantilla. El equipo supo leer perfectamente las diferentes fases del partido, manteniendo la calma cuando el Huesca dominaba y siendo letales en la transición. La rotación de balones en campo rival en los últimos minutos demostró que el Pucela se siente cómodo gestionando las ventajas.
Para el Huesca, la derrota supone un duro golpe anímico. El equipo volvió a mostrar las mismas carencias que le han perseguido durante la temporada: falta de puntería en los momentos clave y errores defensivos que acaban pagando caros. A pesar de la buena imagen en algunos tramos, los puntos no se quedaron en casa, y eso es lo que cuenta al final de la jornada.
El calendario no da tregua. El Huesca deberá visitar el Reino de León para enfrentarse a la Cultural Leonesa el próximo 12 de diciembre, un partido en el que tendrán que demostrar carácter para salir del bache. Por su parte, el Valladolid recibirá en casa al Andorra el 13 de diciembre, con la intención de seguir sumando para mantenerse en la pelea por la promoción.
El pitido final dejó un regusto amargo en El Alcoraz. El cohete de Canós al larguero en el último suspiro del partido fue la guinda a una tarde para olvidar para el conjunto local. El Valladolid, en cambio, se fue con los tres puntos y la moral por las nubes, demostrando que es un serio candidato a todo en esta LaLiga Hypermotion.
El análisis del encuentro pone de manifiesto la importancia de la efectividad. Mientras el Huesca necesitó múltiples ocasiones para marcar, el Valladolid necesitó muy pocas para hacer daño. Esa diferencia es la que marca la distancia entre los equipos que pelean por la promoción y los que se conforman con la permanencia. El fútbol, al final, es un deporte de resultados, y este sábado el resultado fue contundente: 4-1 para un Pucela que revive con fuerza.