Fernando Conde estrena poemario tras dos décadas de creación silenciosa

El gestor cultural presenta 'Sostener el cielo', una compilación de versos que rescata la esencia de la poesía clásica con lenguaje accesible

Fernando Conde, reconocido gestor cultural, crítico literario y columnista habitual de medios de comunicación, da un giro sorprendente a su trayectoria profesional con el lanzamiento de 'Sostener el cielo', su primera obra poética. Lo que para el público representa un estreno, para el autor significa culminar un proceso creativo que ha permanecido privado durante veinte años, con textos guardados en su archivo personal.

La publicación, que llega en plena temporada navideña, supone para Conde "una sorpresa inesperada", tal como él mismo califica esta iniciativa que no contemplaba hasta hace apenas dos meses. El volumen congrega cuatro colecciones poéticas inéditas que ha ido desarrollando durante dos décadas, formando lo que describe irónicamente como "una compilación de trabajos que nunca vieron la luz". De alguna manera, ha iniciado su andadura poética por la puerta grande, ofreciendo una panorámica completa de su evolución como creador.

El contenido de 'Sostener el cielo' abarca los temas eternos que han recorrido la lírica desde sus orígenes. Composiciones que indagan en la vida y la muerte, meditaciones sobre el devenir temporal, versos que exploran el desamor y piezas que celebran la belleza configuran el eje temático de esta antología. Según el autor, son "cuestiones que cualquier lector habrá experimentado y reconocido en algún momento", una apuesta por la cercanía y la empatía con el público.

El desencadenante de esta publicación fue casi accidental. Todo comenzó en un encuentro poético convocado por Carlos Aganzo, actual director del Círculo de Bellas Artes de Madrid y figura influyente en la escena literaria. Aganzo retó a los participantes a componer un poema vinculado al mundo clásico. Conde aceptó el reto y produjo una pieza sobre el 'carpe diem' que impactó positivamente al organizador. La reacción de Aganzo fue contundente: le pidió que revisara su fondo documental y le hiciera llegar todo el material acumulado para valorar una edición. De esta forma, un ejercicio aislado derivó en la recuperación de veinte años de creación.

El título 'Sostener el cielo' posee una ambigüedad intencionada. Por una parte, simboliza el acto de preservar aquella faceta interior que se expresa poéticamente, una facultad que Conde considera innata en todas las personas pero que muchos ignoran o no se atreven a desarrollar por percibir la escritura de versos como algo hermético o reservado a iniciados. Por otra, constituye un tributo personal y humilde al poeta zamorano Claudio Rodríguez, referente indiscutible de la literatura española contemporánea. Conde inserta en su obra una referencia directa al arranque de 'Don de la ebriedad II' de Rodríguez, que estrena con "Siempre la claridad viene del cielo; es un don...". Esta intertextualidad revela las raíces clásicas que alimentan su escritura.

Las referencias de Fernando Conde se asientan en la tradición poética clásica, particularmente en aquellos creadores que privilegian el ritmo y la sonoridad del verso. Además de Claudio Rodríguez, el autor reconoce una deuda con diversos poetas que comparten esta sensibilidad, siempre enmarcados en lo que él denomina "esa poesía clásica que se basa fundamentalmente en el ritmo". La concepción de la poesía como género musical, tesis que defiende Carlos Aganzo, encuentra en Conde un partidario convencido. Para él, los versos deben ser "fundamentalmente música", una convicción que se materializa en la cadencia y armonía de sus composiciones.

La presentación oficial del poemario tendrá lugar el viernes 22 de diciembre a las 19:30 horas en el Círculo de Recreo de Valladolid, un espacio emblemático para la cultura de la ciudad. Carlos Aganzo, artífice de esta publicación, será el encargado de presentar la obra, acompañado por Emilio Quintanilla Buey, coordinador del Ciclo de Poesía del mismo centro. La cita promete ser un encuentro íntimo entre amantes de la palabra, donde se podrá escuchar en voz alta los versos que durante tanto tiempo permanecieron en el anonimato.

El libro, editado por la editorial Ars Poética, especializada en poesía, representa una apuesta por la calidad literaria y el cuidado estético. Su publicación supone para Conde una "incursión milagrosa" en un género que, aunque le resulta familiar como lector y crítico, le era desconocido como creador. El autor, que ya ha publicado ensayos y relatos, no se atreve a asegurar si este poemario abrirá una nueva etapa en su carrera o si permanecerá como un episodio único e irrepetible. La incertidumbre sobre futuras publicaciones poéticas añade un valor de exclusividad a esta obra.

El contexto de 'Sostener el cielo' resulta particularmente significativo. Fernando Conde no es un desconocido en el mundo cultural, sino todo lo contrario. Su labor como gestor cultural y su participación en iniciativas como 'Hijos del Olvido', la sección fija que hasta el pasado verano cerraba el suplemento cultural 'Artes& Letras' de ABC Castilla y León, le han convertido en una voz reconocida en el sector. Este poemario, por tanto, no surge del vacío, sino de una maduración creativa paralela a su trabajo cultural, donde la poesía ha funcionado como un diario íntimo, un espacio de libertad personal alejado de las exigencias del quehacer profesional.

La apuesta de Conde por una poesía universal y accesible responde a una reflexión sobre el estado actual del género. En una época donde la poesía experimental y de difícil acceso a menudo domina ciertos circuitos, este poemario apuesta por la claridad emocional y la conexión directa con el lector. La idea de que todos llevamos dentro una voz poética, pero que muchos la reprimen por miedo o desconocimiento, constituye el mensaje central de su obra. Conde no pretende elitizar el género, sino democratizarlo, mostrando que los grandes temas de la existencia pueden expresarse con sencillez y belleza.

La estructura del libro, que reúne cuatro poemarios, permite apreciar la evolución del autor a lo largo del tiempo. Veinte años de creación implican cambios en la forma, en los intereses temáticos y en la madurez expresiva. El lector puede, por tanto, hacer un recorrido biográfico a través de los versos, detectando las preocupaciones de cada momento y la forma en que Conde ha ido perfeccionando su oficio. Esta dimensión temporal añade profundidad a la obra, que no es solo un conjunto de poemas, sino un mapa emocional y creativo de dos décadas.

La influencia de Claudio Rodríguez no se limita al guiño del título. La poesía del maestro zamorano, caracterizada por su luminosidad, su musicalidad y su profundidad existencial, permea todo el poemario. Conde asume esta deuda con humildad, reconociendo que su homenaje es "pequeño y modesto", pero la presencia de Rodríguez actúa como faro orientador de una poesía que busca la belleza en lo cotidiano y la trascendencia en lo simple.

La presentación en Valladolid no es casual. La ciudad, con su rica tradición literaria y su activa vida cultural, constituye el escenario perfecto para este estreno. El Círculo de Recreo, como espacio de referencia, aporta el marco institucional y la solidez que una obra de estas características merece. La presencia de Carlos Aganzo como presentador garantiza una lectura experta y contextualizada, mientras que Emilio Quintanilla Buey aporta la visión desde la coordinación de ciclos poéticos.

El futuro de Fernando Conde como poeta permanece en el aire. Su declaración de que este libro es una "incursión milagrosa" sugiere que no hay planes inmediatos de continuar en este camino, al menos de forma sistemática. Sin embargo, la publicación de 'Sostener el cielo' puede abrir puertas inesperadas. Muchos autores han comenzado su carrera poética de forma tardía o esporádica, y el éxito de este primer poemario podría incentivar nuevas creaciones. Por ahora, lo que queda es la obra misma, un testimonio de que la poesía no entiende de edades ni de momentos predeterminados, sino que surge cuando el corazón y la mente la demandan.

En definitiva, 'Sostener el cielo' es más que un simple poemario de debut. Es una declaración de principios sobre lo que la poesía debe ser: accesible, musical, emocional y universal. Fernando Conde, desde su experiencia como gestor cultural y su sensibilidad como lector, ofrece una obra que invita a la reflexión pero también al disfrute estético inmediato. Un libro que, como su título indica, nos recuerda que todos podemos sostener nuestro propio cielo interior, esa parte de nosotros mismos que habla en versos y que, a menudo, solo necesita permiso para expresarse.

Referencias

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