La llegada de la baliza V16 conectada de la DGT está a punto de convertirse en una realidad obligatoria para todos los conductores en España. A partir del 1 de enero de 2026, este dispositivo tecnológico sustituirá definitivamente a los tradicionales triángulos de emergencia, marcando un cambio significativo en la seguridad vial del país. Sin embargo, a menos de dos semanas de su entrada en vigor, la confusión y las dudas entre los automovilistas siguen siendo considerables.
La Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) ha lanzado una alerta importante sobre este tema. Según sus investigaciones, muchos conductores que adquirieron una baliza V16 antes del verano de 2024 probablemente tienen en sus manos un dispositivo que no cumple con la normativa vigente. Esto se debe a que el anexo del Real Decreto 2822/1998, que regula su uso obligatorio, establece unos requisitos técnicos específicos que no todos los modelos tempranos cumplían.
El problema central radica en la conectividad con la DGT. Las balizas válidas deben comunicarse en tiempo real con el centro de control de tráfico, notificando automáticamente la posición exacta del vehículo averiado. Los primeros modelos que se comercializaron carecían de esta funcionalidad esencial, lo que los convierte en obsoletos antes de que la normativa entre en vigor.
Facua-Consumidores en Acción ha elevado la voz contra lo que considera una práctica comercial poco transparente. La asociación denuncia que la DGT está permitiendo la venta de balizas V16 que, aunque se anuncian como "homologadas", no disponen de la conectividad necesaria para ser válidas a partir de enero de 2026. El etiquetado y la publicidad de estos productos, según Facua, no aclaran de forma suficiente esta limitación.
El precio de estos dispositivos es otro factor que ha generado polémica. Durante los primeros meses de comercialización, las balizas V16 se vendían por encima de los 40 euros. Actualmente, el mercado ha ajustado los precios y es posible encontrar modelos homologados por poco más de 30 euros. Esta reducción de coste ha coincidido con una mayor oferta, aunque también ha facilitado la entrada de productos de dudosa calidad.
Ante este panorama, la OCU ha elaborado una serie de tres recomendaciones fundamentales que todo conductor debe seguir:
Primera comprobación: verifica la homologación oficial. La baliza debe cumplir con el anexo del Real Decreto 2822/1998. Busca el certificado de homologación del fabricante y asegúrate de que el modelo específico aparece en la lista de dispositivos válidos publicada por la DGT. No te fíes únicamente de la publicidad.
Segunda comprobación: confirma la conectividad activa. El dispositivo debe poder comunicarse con el centro de control de tráfico de la DGT. Esto implica que debe tener un sistema de geolocalización y transmisión de datos integrado. Algunos modelos requieren una suscripción o activación del servicio, así que verifica que esto está incluido.
Tercera comprobación: revisa el etiquetado y el embalaje. El producto debe incluir información clara sobre su validez a partir de enero de 2026. Desconfía de aquellos que no mencionen explícitamente la conectividad con la DGT o que tengan un etiquetado ambiguo.
La sanción por utilizar una baliza no homologada será de 80 euros. Sin embargo, Pere Navarro, director de la DGT, ha asegurado que los agentes de tráfico serán flexibles durante los primeros meses. Esta declaración no elimina la obligatoriedad legal, por lo que los expertos recomiendan cumplir con la normativa desde el primer día.
La OCU ha pedido a la DGT que refuerce la vigilancia sobre la comercialización de balizas no homologadas, especialmente en plataformas de venta online. La asociación considera que debería existir un sistema más riguroso de retirada de productos que no cumplan los requisitos.
Desde el punto de vista técnico, la baliza V16 representa una mejora sustancial respecto a los triángulos. El sistema permite señalizar una emergencia sin necesidad de bajarse del vehículo, reduciendo el riesgo de atropello. Además, la información llega en tiempo real a otros usuarios a través de las aplicaciones de navegación.
Los conductores que todavía no han adquirido el dispositivo pueden encontrarlo en tiendas especializadas, grandes superficies y plataformas online autorizadas. Es fundamental conservar la factura y la documentación del producto para poder reclamar si hay problemas.
Para aquellos que ya compraron una baliza antes del verano de 2024, la OCU recomienda contactar con el fabricante o el punto de venta para verificar si el modelo es válido. Algunas marcas han ofrecido programas de actualización o reemplazo.
El cambio de los triángulos a la baliza V16 es uno de los pasos más ambiciosos en materia de seguridad vial. Pere Navarro ha defendido esta medida argumentando que "los triángulos han cumplido su papel durante 26 años, pero la evolución tecnológica nos permite seguir progresando". Su objetivo es reducir los atropellos y proteger a quienes sufren una emergencia.
En conclusión, la entrada en vigor de la baliza V16 supone una mejora en la seguridad vial, pero también exige una responsabilidad adicional del conductor. Verificar la homologación, confirmar la conectividad y revisar el etiquetado son los tres pasos indispensables para evitar sanciones y garantizar la efectividad del sistema.