El Palacio de Congresos de Santiago de Compostela acogió una celebración que trascendió lo puramente corporativo para convertirse en una declaración de principios estratégicos. Plexus, la compañía tecnológica de referencia, conmemoró sus primeros 25 años de trayectoria con un acto que tuvo como eje central un mensaje inequívoco: crecer y competir a escala global sin perder las raíces gallegas. La cita sirvió para ratificar que, pese a la expansión internacional y el crecimiento exponencial experimentado, la empresa mantiene su sede social en Galicia como pilar fundamental de su identidad.
Antonio Agrasar, consejero delegado de la organización, protagonizó uno de los discursos más emotivos de la velada. Su intervención giró en torno al valor humano como motor de la transformación. «Hoy no conmemoramos meramente dos décadas y media de historia; celebramos 25 años de personas», manifestó ante un auditorio compuesto por empleados, autoridades y colaboradores. El ejecutivo reivindicó un modelo de crecimiento orgánico construido «línea de código a línea de código, proyecto a proyecto, pero fundamentalmente, persona a persona», en una alusión directa a la cultura empresarial que ha definido la evolución de la compañía.
El líder de Plexus no ocultó los obstáculos superados durante este período. «Hemos enfrentado desafíos complejos, asimilado lecciones de nuestros errores y evolucionado en un sector que se transforma a velocidad vertiginosa», reconoció. No obstante, subrayó que la organización ha preservado dos pilares esenciales: «la ilusión por innovar y la convicción profunda de que la tecnología solo adquiere sentido cuando mejora la vida de las personas». Esta filosofía, según explicó, ha guiado cada decisión estratégica y cada inversión en desarrollo.
La mirada hacia el futuro ocupó un lugar destacado en su intervención. Agrasar dejó claro que el aniversario marca el cierre de una etapa inicial, no el final del camino. «Hoy festejamos una primera gran etapa, pero nos aguarda un horizonte de oportunidades por explorar», señaló. El directivo lanzó un llamamiento a los más de 1.200 profesionales que conforman la plantilla en Santiago para que continúen impulsando la visión de la empresa: «Necesitamos seguir creciendo, innovando y creando futuro desde nuestra tierra».
La representación institucional corrió a cargo del presidente de la Xunta de Galicia, Alfonso Rueda, quien asistió al evento con una doble condición: «como representante de la institución, pero también como cliente agradecido». El mandatario autonómico recordó que la Administración gallega fue uno de los primeros clientes de Plexus cuando la compañía iniciaba su andadura, lo que le otorga una perspectiva única sobre su evolución.
Rueda vertebró su discurso en torno al concepto de arraigo territorial. Durante el proceso de expansión, admitió, hubo momentos en los que habría sido «más sencillo» desde una óptica puramente económica trasladar la sede social a otros territorios de España o incluso del mundo. «Sin embargo, Plexus ha demostrado que es posible ser global sin renunciar a las raíces», valoró. El presidente gallego enfatizó que esta decisión estratégica refuerza la identidad de la empresa: «Son una compañía gallega para el mundo entero. Probablemente, ese sea uno de los secretos de su éxito: no olvidan de dónde vienen, cómo empezaron ni lo exigente de sus orígenes».
La conexión entre el modelo de negocio de Plexus y la política económica de la Xunta no pasó desapercibida. Rueda vinculó el caso de éxito de la tecnológica con la apuesta del Gobierno gallego por consolidar un ecosistema empresarial competitivo que retenga el talento y atraiga inversiones de calidad. La presencia de una multinacional con 5.000 profesionales en plantilla y sede en Galicia se presentó como un referente para otras organizaciones que contemplan la comunidad como destino empresarial viable.
El talento como activo diferencial
La captación y desarrollo de talento emergió como tema transversal durante toda la celebración. Agrasar insistió en que el crecimiento sostenido de Plexus no habría sido posible sin el capital humano que conforma la organización. «Cada línea de código, cada solución implementada, cada cliente satisfecho es resultado del compromiso de personas que creen en un proyecto común», argumentó. Esta apuesta por el factor humano contrasta con la narrativa tecnocrática que a menudo domina el sector, y posiciona a la compañía como una organización consciente de que la innovación es, ante todo, un proceso colaborativo.
La cátedra de Inteligencia Artificial aplicada a la Medicina Personalizada de Precisión, fruto de la alianza entre la Universidad de Santiago de Compostela y Plexus, simboliza esta sinergia entre conocimiento académico y aplicación empresarial. Senén Barro, director de esta iniciativa, participó en el acto para subrayar el compromiso de la empresa con la investigación de vanguardia. La colaboración permite desarrollar algoritmos y soluciones que impactan directamente en la calidad asistencial, materializando así el principio de que la tecnología debe servir a las personas.
Innovación con propósito
El sector tecnológico se caracteriza por su dinamismo y la constante necesidad de adaptación. En este contexto, Plexus ha logrado mantener una tasa de crecimiento notable sin perder su esencia. La clave, según desgranaron los intervinientes, reside en equilibrar la innovación disruptiva con un propósito claro. No se trata de implementar tecnología por tecnología, sino de resolver problemas reales y generar valor tangible para clientes y sociedad.
Este enfoque ha permitido a la compañía consolidar su posición en mercados internacionales mientras fortalece su vínculo con el territorio gallego. La decisión de mantener la sede social en Santiago no es meramente simbólica; implica una inversión continuada en infraestructuras locales, generación de empleo de calidad y contribución al tejido productivo regional. Cada puesto de trabajo creado en la capital gallega genera un efecto multiplicador en la economía local, desde proveedores hasta servicios auxiliares.
El futuro de Plexus pasa por intensificar su especialización en áreas de alto valor añadido. La inteligencia artificial, el cloud computing y las soluciones de ciberseguridad conforman los pilares sobre los que se asienta la hoja de ruta estratégica. Sin embargo, el CEO fue tajante al señalar que la tecnología siempre será un medio, nunca un fin en sí misma. «Nuestro objetivo no es ser los más grandes, sino los más relevantes para nuestros clientes y para la sociedad que nos acoge», precisó.
Un modelo de arraigo empresarial
La celebración de los 25 años de Plexus ofrece lecciones valiosas sobre cómo construir un modelo empresarial sostenible en un mundo globalizado. La empresa demuestra que no es necesario elegir entre crecimiento internacional y compromiso local; ambas dimensiones pueden potenciarse mutuamente. La identidad gallega, lejos de ser una limitación, se convierte en un activo diferencial que aporta valores de confianza, trabajo riguroso y visión de largo plazo.
Para la Xunta, casos como el de Plexus validan la estrategia de apoyar a empresas tecnológicas con potencial escalable. La retención del talento universitario, la colaboración público-privada en investigación y la creación de un ecosistema favorable a la innovación son piezas clave de este rompecabezas. Rueda cerró su intervención con un mensaje de continuidad: «Queremos que Galicia sea un lugar donde las empresas puedan soñar en grande sin necesidad de mirar hacia afuera para crecer».
El acto concluyó con un reconocimiento colectivo a los empleados, antiguos y actuales, que han hecho posible esta trayectoria. En un sector dominado por la velocidad y el cambio constante, Plexus ha demostrado que es posible construir una gran empresa sin perder la conexión con sus orígenes. Los próximos 25 años, según vislumbraron los asistentes, dependerán de la capacidad de mantener este equilibrio: ser globales en el alcance, pero locales en el corazón. La tecnología seguirá evolucionando, los mercados se transformarán, pero el compromiso con el talento y el territorio parece haberse consolidado como el verdadero norte de la compañía.