El reconocido escritor británico David Walliams, de 54 años, ha salido al paso de las graves acusaciones que pesan sobre su persona mediante una contundente negativa. A través de su representación, el creador de literatura infantil y exjuez del programa de talentos Got Talent ha manifestado negar rotundamente cualquier tipo de comportamiento inapropiado o acoso hacia mujeres, esto después de que la editorial HarperCollins anunciara la ruptura de su relación profesional con el autor.
La decisión de la prestigiosa casa editorial, comunicada este viernes, ha sorprendido al mundo editorial británico. HarperCollins emitió un escueto comunicado en el que informaba que, tras una "cuidadosa consideración" y bajo la nueva dirección de su CEO Kate Elton, la compañía había decidido "no publicar ningún título nuevo" del controvertido autor. Esta resolución pone fin a una colaboración que duraba desde 2008 y que había resultado en más de 40 publicaciones infantiles y ventas superiores a los 60 millones de ejemplares.
Los motivos que han llevado a esta drástica medida apuntan a una investigación periodística que ha sacado a la luz presuntas conductas cuestionables. Según publicó el diario The Telegraph, la decisión de HarperCollins estaría directamente relacionada con las conclusiones de una exhaustiva investigación que el medio había estado realizando sobre el supuesto comportamiento inapropiado de Walliams con mujeres jóvenes, particularmente dentro del entorno laboral de la propia editorial.
Las denuncias, que han sido recibidas con estupor por parte del equipo de Walliams, incluyen acusaciones de acoso hacia empleadas jóvenes de HarperCollins. El periódico británico asegura que al menos una de las trabajadoras que denunció estas conductas recibió una compensación económica de cinco cifras y posteriormente abandonó la compañía. Este dato ha sido uno de los elementos que más ha llamado la atención sobre la gravedad de las acusaciones.
La respuesta del entorno del autor no se ha hecho esperar. Un portavoz oficial de David Walliams ha trasladado a los medios de comunicación su total rechazo a las imputaciones. "Niega rotundamente haber actuado de forma inapropiada y está buscando asesoramiento legal", señaló el representante, añadiendo que el escritor no había sido informado previamente de ninguna de las acusaciones publicadas, ni había participado en ningún proceso de investigación, ni se le había dado la oportunidad de defenderse o responder a las preguntas planteadas.
Esta falta de procedimiento, según la defensa de Walliams, habría vulnerado los principios básicos de transparencia y derecho a la defensa. La editorial, por su parte, ha optado por mantener un perfil discreto respecto a los detalles internos del caso. En su comunicado oficial, HarperCollins limitó a decir que "nos tomamos muy en serio el bienestar de nuestros empleados y contamos con procesos para reportar e investigar las preocupaciones. Para respetar la privacidad de las personas no comentamos asuntos internos".
La trayectoria profesional de David Walliams ha estado marcada por el éxito en múltiples ámbitos del entretenimiento. Saltó a la fama hace más de dos décadas como cocreador y protagonista de la icónica serie de comedia Little Britain en la BBC, un programa que se convirtió en un fenómeno cultural en el Reino Unido. A partir de 2008, diversificó su carrera hacia la literatura infantil, donde encontró un nicho de mercado excepcional, convirtiéndose en uno de los autores más vendidos del país.
Su faceta como jurado del programa de talentos Got Talent entre 2012 y 2022 le consolidó como una figura familiar en los hogares británicos. Sin embargo, precisamente esta etapa televisiva también estuvo salpicada de polémica. Walliams tuvo que abandonar el programa después de que se hicieran públicos unos comentarios sexistas que realizó sobre una concursante femenina, lo que ya había dañado su reputación pública.
El caso actual representa un nuevo capítulo en la caída en desgracia de una figura que disfrutaba de una popularidad casi unánime. Las acusaciones de acoso en el entorno laboral son especialmente graves porque afectan directamente a la dinámica interna de una de las editoriales más importantes del mundo. La decisión de HarperCollins de cortar lazos con uno de sus autores estrella indica la magnitud que han alcanzado estas denuncias.
Desde el punto de vista legal, Walliams ya ha anunciado que buscará asesoramiento para defender su honor y su carrera. La ausencia de un proceso formal de investigación en el que él pudiera participar podría ser un elemento central en su estrategia de defensa. Sin embargo, la editorial parece haber actuado basándose en información interna que considera suficientemente sólida como para tomar una decisión tan drástica.
El impacto de esta controversia se extiende más allá de la figura de Walliams. El mundo editorial británico se enfrenta a un nuevo caso que pone de manifiesto la importancia de los protocolos contra el acoso laboral y la protección de los empleados. Las grandes editoriales están cada vez más sensibilizadas con estos temas y no dudan en tomar medidas contundentes cuando se cuestiona la integridad de su entorno laboral.
Para los lectores, especialmente el público infantil y sus familias, esta noticia plantea dilemas sobre la separación entre la obra artística y el comportamiento del artista. Los libros de Walliams han sido durante años una opción popular para fomentar la lectura entre los más jóvenes, pero estas acusaciones podrían afectar a las ventas futuras y al legado del autor.
La situación actual deja a David Walliams en una posición complicada. Mientras niega rotundamente las acusaciones y prepara su defensa legal, su carrera tanto literaria como televisiva ha sufrido un golpe severo. La falta de oportunidad para responder a las acusaciones antes de la decisión editorial será un argumento central en su estrategia, pero la rapidez con la que HarperCollins ha actuado sugiere que las pruebas internas podrían ser contundentes.
El caso continúa desarrollándose y se espera que tanto el autor como la editorial ofrezcan más detalles en las próximas semanas. Mientras tanto, el sector editorial reflexiona sobre la importancia de mantener entornos laborales seguros y el equilibrio entre la presunción de inocencia y la protección de los empleados.