Betis busca liderazgo en Zagreb con Riquelme como titular

Los verdiblancos, invictos como visitantes, se enfrentan al Dinamo Zagreb con la mente puesta en los octavos de final de la Europa League

El Real Betis afronta este jueves un compromiso crucial en su trayectoria por la UEFA Europa League 2025-2026. La escuadra sevillana visita el imponente Stadion Maksimir para medirse al GNK Dinamo Zagreb en una contienda que podría consolidar su posición entre los ocho primeros clasificados de la fase de liga. El encuentro, programado para las 18:45 horas, representa una oportunidad de oro para los hombres de Manuel Pellegrini de asegurar su pasaporte directo a los octavos de final sin necesidad de sortear la temible ronda de los dieciseisavos.

La temporada del conjunto bético como visitante ha sido excepcional hasta la fecha. Con once desplazamientos ya consumados en este curso, el equipo mantiene un registro impecable lejos de la Cartuja, combinando seis empates y cinco victorias. Este dominio fuera de casa se ha convertido en un sello de identidad para un plantel que ha demostrado una madurez competitiva notable en los escenarios más exigentes. En el contexto específico de la Europa League, los andaluces ya dejaron muestras de su potencial con un contundente 0-2 ante el Ludogorets en Bulgaria y un trabajado empate a cero en el campo del Genk belga.

El último antecedente del Dinamo Zagreb como local en esta competición resulta alentador para los intereses béticos. El conjunto croata sucumbió por 0-3 en su propio feudo ante otro representante español, el RC Celta de Vigo, lo que evidencia ciertas vulnerabilidades cuando se enfrenta a equipos de LaLiga. No obstante, el contexto balcánico siempre presenta desafíos únicos, y el ambiente en Maksimir promete ser electrizante para una afición que vive con pasión cada compromiso europeo.

La convocatoria de Pellegrini para este desplazamiento presenta una única novedad significativa: la presencia del juvenil Carlos de Roa. La inclusión del canterano responde directamente a la crisis en el carril izquierdo de la defensa, donde las ausencias se han acumulado de forma preocupante. El técnico chileno no podrá contar con Ricardo Rodríguez, sancionado para este compromiso, ni con Junior Firpo, que arrastra molestias físicas que le impiden participar. Esta situación obligará al Betis a reconfigurar su línea defensiva con soluciones alternativas que mantengan el equilibrio y la solidez mostrada en las últimas jornadas.

El departamento médico del club hispalense continúa ocupado con varias piezas importantes. Junto a Firpo, también permanecen en tratamiento Héctor Bellerín, Sofyan Amrabat e Isco Alarcón. Estas bajas, si bien significativas, han permitido a Pellegrini consolidar una rotación efectiva que mantiene el nivel competitivo del equipo. La profundidad de la plantilla se está demostrando como uno de los activos más valiosos en una temporada con múltiples frentes abiertos.

Respecto al once inicial, el entrenador bético prepara modificaciones tácticas para preservar a jugadores clave y adaptarse a las exigencias del calendario. La portería experimentará un cambio notable con el regreso de Pau López a la titularidad. El meta catalán, con amplia experiencia en competiciones europeas, aportará seguridad y liderazgo a una zaga que deberá estar especialmente atenta a las transiciones rápidas del conjunto croata. Su presencia entre los tres palos refuerza la confianza en una línea defensiva que ha demostrado ser una de las más fiables del torneo.

En la parcela ofensiva, la presencia de Aitor Ruibal y Giovani Lo Celso resulta fundamental para desequilibrar una defensa local que tendrá que hacer frente a la movilidad y la creatividad del medio campo bético. La capacidad del Betis para controlar el ritmo del encuentro mediante la posesión y la búsqueda de espacios en las bandas será un factor determinante para desnivelar la balanza a su favor. El trabajo en la medular, con la conexión entre William Carvalho y Guido Rodríguez, proporcionará el equilibrio necesario entre la contención y la salida de balón limpia.

Por su parte, el Dinamo Zagreb llega al compromiso con su propio rosario de ausencias. El entrenador Mario Kovacevic no podrá disponer de tres piezas importantes de su esquema habitual. El central Raúl Torrente, el lateral diestro Moris Valincic y el extremo ofensivo Mateo Lisica permanecen en el dique seco por lesión, lo que obligará al técnico croata a reestructurar tanto su línea defensiva como sus opciones en ataque.

A pesar de estas bajas, Kovacevic confía en un once bastante reconocible que ha demostrado solidez en la liga doméstica. Las novedades respecto al último compromiso liguero ante el eterno rival Hajduk Split pasarían por la inclusión de Gonzalo Villar en la medular, la presencia de Topic en una de las bandas y la referencia ofensiva de Kulenovic en la punta de ataque. Este tridente ofensivo buscará explotar cualquier vacío defensivo del Betis mediante transiciones rápidas y juego directo.

El duelo presenta varios frentes interesantes. La batalla en el centro del campo será clave, donde la experiencia de los béticos chocará contra la energía juvenil de los croatas. La capacidad del Betis para imponer su ritmo y evitar caer en el desorden táctico que propone el Dinamo marcará la diferencia. Asimismo, la eficacia en las acciones a balón parado y la contundencia de cara a puerta serán aspectos a vigilar de cerca.

El contexto del grupo pone aún más presión sobre el resultado. Los puntos en juego son vitales para asegurar una posición privilegiada que evite el desgaste de una ronda eliminatoria intermedia. El Betis sabe que una victoria le acercaría significativamente a su objetivo, mientras que un tropiezo complicaría notablemente su camino hacia la clasificación directa. La mentalidad ganadora que ha mostrado lejos de Sevilla debe mantenerse intacta en un escenario que, pese a las bajas locales, nunca resulta sencillo.

La estrategia de Pellegrini probablemente se centre en un control inicial del partido, buscando adormecer el ímpetu inicial de la afición croata y encontrar espacios en la segunda mitad. La frescura física de algunos rotaciones podría resultar decisiva en los minutos finales, donde la experiencia europea del conjunto hispalense suele marcar diferencias. La capacidad de gestionar los momentos de presión y mantener la concentración defensiva será fundamental para evitar sorpresas desagradables.

El factor psicológico también jugará un papel importante. El Dinamo Zagreb buscará redimirse de su última derrota como local en Europa, mientras que el Betis quiere consolidar su status de equipo temible fuera de casa. La tensión competitiva se palpará en cada acción, y los detalles marcarán la diferencia entre el éxito y el fracaso. La capacidad de los jugadores de mantener la calma en los momentos decisivos será un elemento a observar con atención.

En definitiva, el compromiso de Maksimir se presenta como una prueba de fuego para las aspiraciones béticas en esta Europa League. La combinación de rotaciones inteligentes, la solidez defensiva y la eficacia ofensiva determinarán el desenlace de un encuentro que podría definir el futuro inmediato del club en la competición. Los aficionados verdiblancos esperan que su equipo mantenga el nivel exhibido en desplazamientos anteriores y regrese de Croacia con un resultado positivo que les acerque a los octavos de final.

Referencias

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