El Santiago Bernabéu presenció una de las sorpresas de la temporada en LaLiga EA Sports cuando el Celta de Vigo se llevó los tres puntos ante el Real Madrid gracias a un golazo de Williot. El resultado final de 0-1 refleja la superioridad visitante en una noche donde los blancos no encontraron su mejor versión.
El encuentro, correspondiente a la jornada 16 del campeonato nacional, comenzó con el Real Madrid dominando la posesión del balón como se esperaba. Sin embargo, las ocasiones claras de gol brillaron por su ausencia en los primeros 45 minutos. Los de Carlo Ancelotti se mostraron imprecisos en la última línea, mientras que el Celta aguardaba su oportunidad con una defensa bien estructurada y peligro en la contra.
La segunda mitad trajo consigo más intensidad. Fue en el minuto 67 cuando llegó la jugada decisiva. Una pérdida de balón en el centro del campo dejó a los merengues desorganizados. Williot, que había estado discreto hasta ese momento, recibió un pase en profundidad entre líneas. Con un control exquisito con el pecho, el delantero gallego se plantó solo ante el portero rival y definió con un disparo cruzado imposible de detener.
El gol desató la euforia en la grada visitante y el silencio en el resto del estadio. El Real Madrid intentó reaccionar con cambios ofensivos, pero la defensa celeste, liderada por su capitán, resistió con solvencia los embates finales. Los intentos de remontada se vieron frustrados por una combinación de acierto bajo palos del guardameta rival y falta de puntería de los atacantes madridistas.
Esta victoria supone un impulso vital para el Celta de Vigo en su lucha por la permanencia. Los tres puntos le permiten distanciarse de las posiciones de peligro y consolidan la buena línea mostrada en las últimas jornadas bajo las órdenes de su entrenador. Por su parte, el Real Madrid ve cómo se le escapan puntos en casa, algo inusual en su fortaleza habitual.
El análisis táctico del partido revela las dificultades del conjunto blanco para desnivelar defensas cerradas. La falta de creatividad en el último tercio del campo y la precipitación en las decisiones finales fueron factores determinantes. El Celta, por el contrario, ejecutó a la perfección su plan: defender con orden y aprovechar las transiciones rápidas.
Williot, autor del tanto, se convirtió en el protagonista indiscutible de la noche. Su celebración, dedicada a la afición celeste, recorrió las redes sociales en cuestión de minutos. El delantero, formado en la cantera del club, demostró una vez más su capacidad para brillar en los momentos decisivos. Su rendimiento no pasa desapercibido para la Selección Española, que ya prepara su camino hacia la Copa del Mundo 2026.
La prensa especializada destacó la importancia de este gol en la carrera del joven atacante. Con apenas 22 años, Williot se perfila como una de las promesas más interesantes del fútbol español. Su capacidad goleadora, combinada con su movilidad y visión de juego, le convierten en un activo valioso para su club y una opción real para el combinado nacional.
Para el Real Madrid, esta derrota supone un revés en su objetivo de liderar la clasificación. Los de Ancelotti deberán analizar minuciosamente lo ocurrido para corregir errores de cara a los próximos compromisos. La competición se presenta cada vez más reñida y los puntos perdidos en casa pueden resultar decisivos al final de la temporada.
La afición madridista, acostumbrada a ver a su equipo imponerse en el Bernabéu, mostró su descontento con el resultado final. Los pitos al final del encuentro reflejaban la frustración por una actuación que no estuvo a la altura de las expectativas. No obstante, la temporada es larga y quedan muchas jornadas por delante para revertir la situación.
El Celta de Vigo, por su parte, vuelve a Galicia con una victoria histórica. Ganar en el feudo blanco siempre es un logro de mérito, y más cuando se consigue mantener la portería a cero. El equipo mostró una solidez defensiva que le permitió contener a uno de los ataques más potentes del continente.
Los datos estadísticos del encuentro reflejan un dominio territorial del Real Madrid, con más del 65% de posesión, pero una efectividad escasa. Solo tres disparos entre los tres palos de un total de quince intentos evidencian las dificultades para crear ocasiones claras. El Celta, con apenas cinco remates, fue mucho más certero en su aproximación al área rival.
El calendario no da tregua y ambos equipos deberán recuperarse rápidamente. El Real Madrid afronta ahora un desplazamiento complicado en Champions League, mientras que el Celta recibe en Balaídos a un rival directo en la lucha por la permanencia. La confianza ganada este sábado será clave para afrontar ese duelo con garantías.
En definitiva, la jornada dejó una lección clara: en el fútbol moderno, el dominio no garantiza la victoria. La efectividad, la organización táctica y la capacidad de aprovechar las oportunidades son valores que el Celta demostró sobradamente. Williot, con su gol de alta factura, escribió su nombre en la historia reciente del club y dio un paso más en su consolidación como futbolista de élite.