Pablo Motos ha demostrado durante más de dos décadas que el éxito televisivo requiere constancia, pero lo que muchos desconocen es que esa misma disciplina la aplica a su salud personal. A sus 60 años, el presentador de 'El Hormiguero' ha convertido el cuidado de su cuerpo en una prioridad tan importante como su carrera profesional, logrando un estado físico que desafía la edad cronológica.
En una reciente entrevista en el podcast 'Tengo un Plan', el comunicador valenciano ha desvelado los pilares de su estilo de vida, centrados en una premisa clara: la prevención y el trabajo constante son la mejor inversión para el futuro. Su filosofía se aleja de las tendencias pasajeras y se fundamenta en evidencia científica combinada con hábitos sostenibles.
La rutina que mantiene a Pablo Motos en forma
El presentador no se conforma con una única disciplina deportiva. Su método combina boxeo y yoga, dos prácticas aparentemente opuestas pero que, en su caso, se complementan perfectamente. El boxeo le aporta resistencia cardiovascular, coordinación y fuerza explosiva, mientras que el yoga le proporciona flexibilidad, equilibrio y conexión mental.
Sin embargo, el eje central de su entrenamiento radica en el trabajo de fuerza muscular. Motos es tajante al respecto: «Es lo primero que se pierde con la edad», afirma con contundencia. Esta afirmación no es una percepción subjetiva, sino que se sustenta en numerosos estudios que demuestran cómo la sarcopenia (pérdida de masa muscular) es uno de los principales indicadores de deterioro funcional en personas mayores.
El comunicador ha internalizado este concepto hasta el punto de convertirlo en su mantra personal. En sus redes sociales, donde comparte parte de su día a día con millones de seguidores, ha publicado mensajes contundentes: «El músculo está directamente relacionado con la longevidad». Esta frase resume su convicción de que mantener la masa muscular no es una cuestión estética, sino de salud y calidad de vida.
"Ningún tratamiento es más eficaz para envejecer bien que trabajar la fuerza"
Esta declaración, que el propio Motos ha difundido en sus perfiles digitales, encapsula su filosofía anti-edad. Para él, las cremas, los suplementos o los tratamientos estéticos palidecen ante el poder de una barra con discos o una mancuerna bien utilizada.
La ciencia le da la razón. La investigación médica ha demostrado repetidamente que el entrenamiento de resistencia no solo previene la pérdida muscular, sino que también mejora la densidad ósea, regula el metabolismo, optimiza la sensibilidad a la insulina y reduce el riesgo de enfermedades crónicas como la diabetes tipo 2 o las enfermedades cardiovasculares.
Motos ha llevado esta creencia a la práctica con una constancia que admira. No se trata de levantar peso ocasionalmente, sino de integrar el ejercicio como un hábito no negociable, igual que dormir o comer. Su cuerpo, según sus propias palabras, se lo agradece.
El "escultor" detrás de la transformación
El presentador no trabaja solo en este camino. En su perfil de Instagram, donde publicó un vídeo mostrando parte de su rutina, mencionó a su entrenador personal Ramón, a quien cariñosamente apoda «el escultor». Este mote revela la relación de confianza y el nivel de personalización que busca Motos en su preparación física.
El vídeo, que rápidamente generó interacción entre sus seguidores, muestra ejercicios específicos diseñados para trabajar diferentes grupos musculares con técnica precisa. La supervisión profesional le permite maximizar resultados y minimizar riesgos de lesión, un aspecto crucial cuando se supera la barrera de los 50 años.
La alimentación como combustible estratégico
Si el ejercicio es una columna de su estilo de vida, la nutrición es la otra. Pablo Motos ha adoptado una postura radical respecto a los macronutrientes: ha eliminado completamente los carbohidratos de su dieta. «No me gusta», confiesa sin ambages, «sé que va mejor, pero prefiero que mi cuerpo se acostumbre a usar grasa y proteína como combustible».
Esta aproximación, similar a una dieta cetogénica o low-carb estricta, busca metabolizar grasa como fuente principal de energía, un proceso conocido como cetosis. Aunque no es una dieta para todos, Motos la ha adaptado a sus necesidades y preferencias personales, siempre bajo supervisión profesional.
Su desayuno es un reflejo de esta filosofía. Cada mañana consume bayas de goji, nueces y una tortilla grande. La preparación de este último alimento varía según la intensidad del entrenamiento del día: puede ser francesa o solo de claras si la sesión de ejercicio lo requiere. Esta elección demuestra un ajuste fino de la ingesta proteica según la demanda física, una práctica común entre deportistas y personas enfocadas en la composición corporal.
Un modelo de envejecimiento activo
La historia de Pablo Motos trasciende el ámbito del entretenimiento. Se convierte en un caso de estudio sobre envejecimiento activo y compromiso con la salud. Su enfoque no busca la eterna juventud, sino la funcionalidad y la calidad de vida a lo largo de los años.
Lo que distingue su método es la coherencia entre lo que predica y lo que practica. No se trata de recomendaciones teóricas o productos promocionados, sino de un estilo de vida documentado y sostenido en el tiempo. Cada publicación, cada declaración, refuerza su credibilidad como referente de bienestar.
Lecciones aplicables para cualquier edad
Aunque los 60 años de Motos marcan un hito, sus principios son válidos para cualquier persona que quiera invertir en su salud a largo plazo. La clave no está en la edad de inicio, sino en la regularidad y la adaptación individualizada.
Los expertos en medicina preventiva coinciden en que la fuerza muscular es el biomarcador más importante del envejecimiento. Más que el colesterol o la presión arterial, la capacidad de levantar peso, subir escaleras o levantarse de una silla sin ayuda predice la independencia futura.
Pablo Motos ha entendido este mensaje y lo ha convertido en su bandera. Su ejemplo demuestra que no hay atajos ni soluciones milagro. Los resultados provienen de decisiones diarias, de pequeños sacrificios que se acumulan y de la comprensión de que el cuerpo es la herramienta más importante que poseemos.
El impacto de su mensaje
Cada vez que el presentador comparte su rutina o su filosofía nutricional, genera conversación. No solo por su popularidad, sino porque toca una fibra sensible en una sociedad que envejece. España es uno de los países con mayor esperanza de vida del mundo, pero también enfrenta el reto de mantener esa longevidad con calidad.
El mensaje de Motos resuena porque es auténtico, basado en evidencia y, sobre todo, ejecutado. No vende ilusiones ni productos mágicos. Ofrece un modelo que, si bien requiere esfuerzo, promete resultados medibles y duraderos.
Conclusión: una apuesta por la salud como estilo de vida
A los 60 años, Pablo Motos no solo lidera uno de los programas de entretenimiento más exitosos de la televisión española, sino que también construye un legado en el ámbito del bienestar. Su historia personal se convierte en inspiración para quienes buscan envejecer no solo más años, sino mejor.
La fórmula es clara: ejercicio de fuerza como pilar, nutrición inteligente como combustible y constancia como motor. No hay secretos ocultos, solo disciplina, conocimiento y la valentía de priorizar la salud en un mundo que demanda cada vez más de nuestro tiempo y energía.
El ejemplo de Motos nos recuerda que envejecer bien es una elección que se construye cada día, con cada repetición, con cada elección alimentaria. Y que, a final de cuentas, el mejor tratamiento anti-edad no está en una clínica estética, sino en la dedicación a mantener nuestro cuerpo fuerte, funcional y resiliente.