Gonzalo Martín-Villa abandona Telefónica tras dos décadas y crear Wayra

El ejecutivo deja la operadora voluntariamente apenas dos meses después de asumir la dirección general de Infraestructuras, en plena reestructuración corporativa

Gonzalo Martín-Villa ha decidido poner punto final a su dilatada trayectoria dentro del Grupo Telefónica. El directivo, de 53 años, se desvinculará de la compañía en los próximos días por voluntad propia, cerrando así un capítulo profesional que se extiende durante más de veinte años en la multinacional española de telecomunicaciones. Su salida se produce en un momento de profundos cambios organizativos bajo el nuevo mandato de Marc Murtra, quien ha impulsado una reestructuración que afecta a los máximos ejecutivos de la empresa.

La decisión de Martín-Villa, aunque sorprende por su inmediatez, no ha sido improvisada. A pesar de que su nombramiento como director general de Telefónica Infra se produjo hace escasos ocho semanas, el ejecutivo ya había transmitido a la cúpula directiva su intención de explorar nuevos horizontes profesionales. Según han adelantado distintos medios económicos y ha confirmado esta redacción, Martín-Villa buscaba "cambiar de aires" desde hace tiempo, aunque aceptó este último reto para garantizar una transición ordenada en el área de Infraestructuras, Activos Inmobiliarios y Responsabilidad Social Corporativa.

Su papel en estos últimos meses ha sido fundamental para el aterrizaje operativo de Javier de Paz, quien asumió recientemente las riendas ejecutivas de Telefónica Infra mientras mantiene su presidencia no ejecutiva en Movistar+. La llegada de De Paz requería de un perfil con conocimiento exhaustivo de la maquinaria interna de la operadora, alguien que dominara los números y los procesos clave del grupo. Martín-Villa encajaba perfectamente en ese rol, gracias a su experiencia y trayectoria dentro de la compañía.

Sin embargo, a pesar de haber aceptado este cometido temporal para estabilizar la transición, las negociaciones con la nueva dirección han desembocado en una salida pactada y voluntaria. Su marcha simboliza el cierre de una era para uno de los ejecutivos más cercanos al anterior presidente, José María Álvarez-Pallete, cuyo equipo directivo se ha desmantelado progresivamente desde la llegada de Murtra a la presidencia.

El contexto de esta desvinculación no es trivial. Se enmarca dentro de una reestructuración estratégica de Telefónica Infra, la unidad creada en 2019 para gestionar los activos de infraestructura de la operadora. Seis años después de su constitución, la compañía revisa su modelo de negocio y contempla redistribuir sus activos entre las distintas filiales del grupo. Esta redefinición implica que Infraestructuras dejará de ser uno de los pilares principales de la estrategia corporativa, lo que ha generado incertidumbre en la estructura directiva.

La salida de Martín-Villa no es el único movimiento ejecutivo reciente. La destitución de Laura Abasolo como directora financiera del grupo ha sido otro de los cambios más significativos. Abasolo, también miembro del equipo de confianza de Álvarez-Pallete, abandonará sus funciones el próximo 31 de diciembre. Sus responsabilidades se han dividido entre Juan Azcue, quien asume la dirección de finanzas y desarrollo corporativo, y Ernesto Gardelliano, que se hará cargo de la estrategia y el control. Esta reorganización refleja la voluntad de la nueva presidencia de imprimir su propio sello en la gestión corporativa.

Si hay algo que definirá para siempre la huella de Gonzalo Martín-Villa en Telefónica, esa es sin duda la creación de Wayra. Hace aproximadamente quince años, el ejecutivo impulsó este ambicioso proyecto de corporate venture capital y aceleración de startups tecnológicas. El objetivo era claro: conectar el talento emergente del ecosistema emprendedor con la escala y los recursos de una multinacional consolidada.

Bajo su liderazgo, Wayra se consolidó como un referente internacional en su categoría, logrando invertir en cerca de 180 startups de alto potencial tecnológico. El modelo desarrollado por Martín-Villa permitió a Telefónica mantenerse en la vanguardia de la innovación digital, identificando tendencias emergentes y fomentando el talento joven. Esta iniciativa no solo generó retornos financieros para la operadora, sino que también posicionó a la compañía como un actor clave en el ecosistema emprendedor europeo y latinoamericano.

La trayectoria de Martín-Villa dentro de Telefónica ha estado marcada por su capacidad para adaptarse a distintos roles y contextos. Desde su llegada hace más de dos décadas, ha ocupado posiciones de creciente responsabilidad, siempre vinculadas a la transformación digital y la innovación corporativa. Su perfil híbrido, combinando visión estratégica con conocimiento profundo de la operativa interna, lo convirtió en uno de los activos más valiosos del grupo.

La decisión de abandonar la compañía en este momento refleja una tendencia creciente entre los ejecutivos de su generación, que buscan reinventarse profesionalmente tras largas trayectorias en grandes corporaciones. El sector tecnológico y de telecomunicaciones está experimentando una transformación sin precedentes, con nuevos modelos de negocio, competidores disruptivos y presión regulatoria creciente. Este contexto crea oportunidades para profesionales con la experiencia y la visión de Martín-Villa.

Para Telefónica, la marcha de uno de sus líderes digitales más reconocidos supone una pérdida de conocimiento institucional, pero también abre espacio para nuevos perfiles alineados con la estrategia de Murtra. La operadora se encuentra en pleno proceso de simplificación de su estructura, centrándose en los mercados europeos principales y optimizando su cartera de activos. Esta reorientación estratégica requiere equipos directivos con enfoques diferentes a los que predominaban en la era anterior.

El ecosistema emprendedor español, por su parte, observa con interés los próximos pasos de Martín-Villa. Su experiencia en Wayra y su profundo conocimiento del mundo corporativo lo convierten en un candidato ideal para liderar iniciativas de transformación digital, asesorar fondos de inversión o incluso crear nuevas plataformas de venture capital. Su red de contactos y su reputación en el sector son activos intangibles de gran valor.

La transición en Telefónica Infra se gestionará en las próximas semanas, con Javier de Paz asumiendo directamente las funciones que desempeñaba Martín-Villa mientras se define la nueva estructura definitiva. La distribución de activos entre las filiales, que parece ser el rumbo elegido por la dirección, requerirá de una planificación meticulosa para no afectar la operativa ni el valor de los activos.

En resumen, la salida de Gonzalo Martín-Villa marca el fin de una etapa significativa en la historia reciente de Telefónica. Su legado, especialmente a través de Wayra, perdurará como ejemplo de cómo una gran corporación puede innovar desde dentro, fomentando el emprendimiento y conectándose con el talento emergente. La reestructuración que vive la operadora bajo Marc Murtra continúa dibujando un nuevo mapa de poder, donde los perfiles históricos ceden paso a nuevas formas de gestión más alineadas con los desafíos actuales del sector.

Referencias

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