La ausencia de Edna Imade en el derbi entre la Real Sociedad y el Athletic Club en Anoeta dejó a más de uno con la boca abierta. La delantera, cedida por el Bayern Munich y tercera máxima goleadora de la Liga F con siete tantos, no pisó el césped ni un solo minuto. Su presencia era esperada por todos: su velocidad, su potencia y su capacidad para decidir partidos la convierten en una pieza clave en el esquema ofensivo txuri urdin. Pero el cuerpo técnico optó por no arriesgar.
Tras el partido, el entrenador Arturo Ruiz ofreció explicaciones en rueda de prensa. Según detalló, Imade arrastraba unas molestias que fueron evaluadas tanto el sábado por la tarde como el domingo por la mañana. Aunque la jugadora estaba cerca de estar disponible, el equipo médico y el cuerpo técnico consideraron que su participación suponía un riesgo innecesario. "He decidido dejarla en el banquillo porque priorizo la salud de mis jugadoras", afirmó Ruiz con firmeza. No quiso especificar la zona afectada, pero dejó claro que no se trataba de una lesión grave, sino de molestias que aconsejaban precaución.
Desde la Real Sociedad han subrayado que no se emitirá parte médico oficial, ya que no se trata de una lesión estructural, sino de un malestar puntual que requiere reposo. El club confía en que la evolución sea positiva en los próximos días y que Imade pueda reincorporarse al trabajo colectivo sin problemas. Su vuelta será vital: el equipo ha notado su ausencia en cada minuto que ha estado fuera del campo, especialmente en partidos de alta exigencia como el derbi.
Imade ha sido, sin duda, la revelación de la temporada en la Real Sociedad. Su impacto en el juego ofensivo ha sido inmediato y contundente. Con su llegada, el equipo ha ganado profundidad, velocidad y capacidad de desequilibrio. Su perfil de delantera dinámica y letal la ha convertido en una de las jugadoras más temidas de la Liga F. Su ausencia en el derbi no solo fue una sorpresa, sino también una señal de que el cuerpo técnico está dispuesto a proteger a sus estrellas, incluso si eso significa sacrificar un partido importante.
La decisión de Ruiz ha sido bien recibida por la afición, que entiende que la salud de las jugadoras debe estar por encima de cualquier resultado. En un deporte tan exigente como el fútbol femenino, donde las lesiones pueden tener consecuencias a largo plazo, la prevención es clave. La Real Sociedad ha demostrado que no solo apuesta por el rendimiento, sino también por el bienestar de sus futbolistas.
Ahora, la atención se centra en la evolución de Imade. Si todo va según lo previsto, podría estar disponible para el próximo partido de Liga F. Su regreso no solo reforzará el ataque, sino que también elevará la moral del equipo. La delantera ha demostrado que puede marcar la diferencia en cualquier partido, y su presencia en el campo es un plus que el equipo no puede permitirse perder por mucho tiempo.
Mientras tanto, el cuerpo técnico seguirá evaluando su estado día a día. La paciencia será clave: no se trata de apurar su regreso, sino de asegurar que vuelva en las mejores condiciones posibles. La Real Sociedad confía en que Imade podrá seguir siendo la estrella que ha sido hasta ahora, y que su ausencia en el derbi será solo un paréntesis en una temporada que promete mucho.
En resumen, la decisión de dejar a Imade en el banquillo fue una muestra de responsabilidad y cuidado por parte del cuerpo técnico. Aunque el partido contra el Athletic era importante, la salud de la jugadora lo es aún más. La Real Sociedad ha demostrado que está dispuesta a tomar decisiones difíciles si eso significa proteger a sus futbolistas. Y eso, sin duda, es un mensaje positivo para el futuro del equipo y del fútbol femenino en general.