Mediaset volvió a dar una sorpresa televisiva, pero esta vez no fue bien recibida. La final de Uno de GH 20, el reality previo al regreso de Gran Hermano, prometía coronar a su ganador y, con ello, confirmar al segundo concursante de la edición 20. Sin embargo, en un giro inesperado, el programa concluyó sin anunciar al vencedor, dejando a la audiencia con la intriga hasta el día siguiente.
Durante días, la cadena y sus redes sociales habían asegurado que el ganador —entre La Jose, Daniella, Joon y Cristian— sería revelado en la gala final, celebrada el miércoles 5 de noviembre. El elegido se uniría a Mamadou Sacko, ya confirmado como primer participante. Pero cuando la tensión alcanzó su punto máximo, con Joon y Cristian como finalistas, Nagore Robles anunció que el nombre se conocería al día siguiente, durante el estreno de Gran Hermano 20.
Este movimiento, que muchos calificaron como un coitus interruptus televisivo, recuerda a las estrategias habituales de Mediaset: cortes a publicidad en momentos clave para mantener el interés. En esta ocasión, la cadena fue más allá, posponiendo la revelación hasta después del cierre del propio reality. Aunque desconcertante, el gesto tiene una lógica comercial: concentrar toda la atención en la gala de estreno del programa madre, asegurando una apertura con mayor impacto.
Nagore, que será copresentadora junto a Jorge Javier, ya había adelantado su participación en el estreno. Ahora, su rol cobra aún más relevancia, ya que será ella quien, previsiblemente, dé la bienvenida al nuevo concursante en directo. Este cambio de guion, aunque estratégico, no sentó bien entre los seguidores. En redes sociales, los comentarios no se hicieron esperar: "¿Cómo pueden mentir tan descaradamente?", escribió un usuario. Otro añadió: "Siempre hacen esperar... creen que enganchan, pero es al revés".
La decisión refleja una tendencia recurrente en los realities de Mediaset: priorizar el espectáculo sobre la transparencia. Aunque el estreno de Gran Hermano 20 promete ser una gran fiesta televisiva —con la casa trasladada a Tres Cantos—, la estrategia de retrasar el anuncio del ganador ha generado desconfianza entre los espectadores. En un momento en el que las cadenas compiten por recuperar audiencia, este tipo de maniobras puede resultar contraproducentes.
La pregunta ahora es si el suspense logrará enganchar a más espectadores... o si, por el contrario, alejará a los que ya se sienten engañados.