El clásico navideño por excelencia de los años 90, 'Solo en casa', cumple más de tres décadas entreteniendo a familias de todo el mundo. Lo que pocos saben es que el memorable ladrón Harry Lyme, interpretado finalmente por Joe Pesci, estuvo muy cerca de tener el rostro de uno de los actores más respetados de Hollywood: Robert De Niro. Esta curiosidad del cine revela cómo las decisiones de casting pueden cambiar por completo la química de una película.
## El papel que escapó a De Niro
En 1990, cuando los estudios preparaban el lanzamiento de 'Solo en casa', el director Chris Columbus y su equipo buscaban al actor perfecto para dar vida a los ladrones que intentaban robar en la mansión de los McCallister. El personaje de Harry Lyme requería un equilibrio delicado entre amenaza y comicidad, algo que Joe Pesci terminó ejecutando a la perfección. Sin embargo, antes de que Pesci firmara el contrato, la producción contempló a varias estrellas de primera fila.
Robert De Niro, entonces en la cima de su carrera tras obras maestras como 'Taxi Driver' y 'El padrino II', recibió el guion y la oferta para encarnar al villano. La noticia sorprendió a muchos en la industria, ya que el actor no estaba asociado entonces al cine familiar. Su agente valoró la propuesta, pero finalmente De Niro declinó la oferta sin dar demasiadas explicaciones públicas.
## No fue el único en decir "no"
La lista de actores que rechazaron interpretar a Harry Lyme resulta igualmente sorprendente. Jon Lovitz, conocido por su trabajo en 'Saturday Night Live', también fue considerado pero prefirió otros proyectos. Danny DeVito, quien ya había demostrado su versatilidad en comedias como 'Matilda' y 'Jumanji', recibió el ofrecimiento pero no llegó a un acuerdo.
Por su parte, Bob Hoskins, el recordado intérprete británico de 'Hook' y 'Mona Lisa', también apareció en el radar de los productores. Ninguno de ellos, sin embargo, vio en el personaje la oportunidad que Joe Pesci sí identificó. La decisión de Pesci resultó fundamental para el éxito de la película, ya que su química con Daniel Stern creó una de las parejas cómicas más memorables del cine navideño.
## Las razones del rechazo
Los analistas de Hollywood han especulado durante años sobre por qué Robert De Niro rechazó semejante oportunidad. La versión más extendida apunta a una incompatibilidad de agendas. En 1990, De Niro era uno de los actores más solicitados del planeta, con múltiples proyectos dramáticos en desarrollo. Sumergirse en una comedia familiar le habría obligado a reorganizar su exigente calendario.
Otra hipótesis sugiere que el salario ofrecido no satisfizo las expectativas del actor, acostumbrado a cifras millonarias por sus trabajos en dramas de prestigio. Algunos expertos también barajan que De Niro temía una sobreexposición en el género cómico antes de tiempo, temiendo que el público no le tomara en serio en futuros papeles dramáticos.
Lo cierto es que el actor mantuvo su distancia del cine familiar durante varios años más, centrándose en proyectos como 'Uno de los nuestros', que se estrenó ese mismo año y le valió una nueva nominación al Oscar. Su entrada en la comedia llegaría más tarde, de forma más controlada y selectiva.
## Joe Pesci: el elegido para el villano
Cuando Joe Pesci aceptó el papel de Harry Lyme, ya contaba con una sólida relación profesional con De Niro. Ambos habían compartido créditos en 'Toro Salvaje' (1980) y volverían a hacerlo en 'Uno de los nuestros' (1990). Pesci, aunque reconocido por papeles dramáticos, mostró una faceta cómica que sorprendió gratamente al público.
Su interpretación combinó la intimidación característica de sus roles mafiosos con una torpeza física que generaba carcajadas. La escena en la que su personaje grita "¡Merry Christmas, you filthy animal!" se convirtió en un momento icónico del cine. Pesci demostró que podía brillar en cualquier género, consolidando su versatilidad como intérprete.
## La comedia llegó más tarde para De Niro
Aunque Robert De Niro rechazó 'Solo en casa', su carrera en la comedia no tardó en llegar. A principios de los 2000, el actor sorprendió al mundo con su participación en 'Los padres de ella' (2000), donde interpretó al intimidante suegro de Ben Stiller. El éxito fue tan rotundo que repitió en la secuela 'Los padres de él' (2004).
Estos filmes abrieron la puerta a una nueva etapa en su trayectoria. En 2015, protagonizó 'El Becario' junto a Anne Hathaway, demostrando su capacidad para adaptarse a comedias modernas. Al año siguiente, en 'Mi abuelo es un peligro', interpretó a un viudo septuagenario que se muda con su nieto, papel que le valió elogios por su versatilidad interpretativa.
Estas películas, aunque no alcanzaron el prestigio de sus dramas, mostraron a un De Niro dispuesto a reírse de sí mismo y de su imagen de duro. Su predisposición al género quedó clara, aunque siempre mantuvo un equilibrio con proyectos más serios como 'Heat' o 'Casino'.
## El éxito sin De Niro
'Solo en casa' no necesitó de Robert De Niro para convertirse en un fenómeno cultural. La película, dirigida por Chris Columbus y protagonizada por Macaulay Culkin, recaudó más de 300 millones de dólares en taquilla mundial. Se convirtió en la película más taquillera de 1990 y mantuvo el número uno en Estados Unidos durante 12 semanas consecutivas.
Su legado trasciende las cifras. Cada Navidad, familias de todo el mundo reviven las peripecias de Kevin McCallister, el niño que defiende su hogar con trampas ingeniosas. La pareja de ladrones, formada por Pesci y Daniel Stern, se ha grabado en la memoria colectiva como uno de los antagonistas más entrañables del cine.
La película generó secuelas, reboots y un lugar permanente en la cultura popular. El hecho de que Robert De Niro rechazara el papel se convirtió en una anécdota curiosa, pero no afectó en absoluto al éxito del filme. De hecho, muchos creen que la interpretación de Pesci fue la ideal para el tono que buscaba Columbus.
## Una decisión que marcó dos carreras
El rechazo de Robert De Niro a 'Solo en casa' ilustra cómo una decisión aparentemente menor puede influir en múltiples trayectorias profesionales. De Niro continuó su camino hacia la consolidación como leyenda del drama, mientras que Joe Pesci demostró su valía en un género que no le era habitual.
Para los cinéfilos, esta historia sirve como recordatorio de que el casting es un arte complejo. No siempre el actor más famoso es la mejor opción. A veces, un papel necesita un intérprete que vea en él un potencial que otros no perciben. Pesci vio esa oportunidad y creó un villano inolvidable.
Hoy, tanto De Niro como Pesci disfrutan de un estatus legendaria en Hollywood. Ambos han demostrado versatilidad, talento y capacidad para sorprender al público. La anécdota de 'Solo en casa' queda como un fascinante "qué hubiera pasado si" del séptimo arte, una de esas historias que enriquecen el folclore cinematográfico y nos recuerdan que, en el cine, cada elección cuenta.