En la segunda temporada de Futuro imperfecto, Andreu Buenafuente ha elevado el nivel de su humor político, convirtiendo cada emisión en un espejo irónico de la actualidad española. Esta vez, el programa no solo se actualizó con la última hora, sino que la convirtió en el eje central de su monólogo, demostrando que el humor puede ser un arma contundente —y divertida— contra la hipocresía y las contradicciones de la clase política.
La clave de este cambio radica en el formato: ya no se graba días antes, sino en un falso directo que se emite esa misma noche. Esto obliga al equipo de El Terrat a estar en constante alerta, ajustando guiones y chistes hasta el último minuto. El resultado es un programa que respira actualidad, sin caer en el tono de un informativo, pero con la agudeza de quien sabe que la risa puede ser más contundente que un editorial.
El tema estrella de la última emisión fue el asalto a la flotilla por parte de Israel. Pero, sorprendentemente, Buenafuente no comenzó atacando al Estado hebreo, sino al Gobierno de Pedro Sánchez. Con su característico tono irónico, cuestionó la decisión de enviar un buque de guerra para proteger la flotilla... hasta que esta entró en aguas peligrosas. "¿De qué les protegió? ¿De las medidas?", preguntó, para luego añadir: "Iba a ir hasta el final pero dio marcha atrás. ¿Cuándo ha pasado esto con el PSOE?". Un golpe certero que no solo apuntaba a la inconsistencia, sino que recordaba que el humor político no tiene bandera.
Pero no quedó ahí. Buenafuente también se lanzó contra la Monarquía, jugando con el contraste entre los triunfos deportivos de don Juan Carlos —sus regatas, sus trofeos— y la reciente proclamación de Marc Márquez como campeón del mundo de Moto GP. Un guiño a la nostalgia y a la irreverencia que caracteriza su estilo.
Y, por supuesto, no pudo faltar el análisis de la reacción de Isabel Díaz Ayuso ante las palabras del Rey Felipe VI en la ONU, donde condenó la masacre de Gaza. "Lo condenó y parece que no sentó bien a parte de la derecha", dijo Buenafuente, recordando la frase de Ayuso: "El rey reina pero no gobierna". "No le ha gustado", insistió, antes de lanzar una de sus frases más contundentes: "La primera vez que la derecha no está de acuerdo con el rey. Ya os digo que vamos a ver cosas".
Y como no podía ser de otra manera, el cómico no se resistió a especular sobre los motivos reales del enfado de Ayuso: "Tiene celos, pero no de Leticia sino de... Sánchez". Y ahí, con una imagen del Rey y el presidente del Gobierno riéndose juntos en la ONU, Buenafuente cerró el chiste con una frase que resume su esencia: "No te lo vas a creer, pero voy a poner otro secretario de organización y no me va a salir corrup...".
En resumen, Buenafuente sigue siendo el único cómico que se atreve a reírse de todos por igual, sin miedo a las consecuencias. Porque en su mundo, la risa no tiene ideología, solo tiene sentido del humor.