La mansión de Jake Paul en Puerto Rico: 17 millones de lujo

Descubre la espectacular vivienda del polémico boxeador e influencer, con diseño feng shui, coches exclusivos y la televisión más grande de la isla

La reciente derrota de Jake Paul ante Anthony Joshua y la consiguiente lesión de mandíbula han puesto de nuevo al polémico influencer y boxeador en el centro de la actualidad deportiva. Sin embargo, más allá del cuadrilátero, la vida del hermano de Logan Paul está marcada por un nivel de opulencia que deslumbra a sus millones de seguidores. Su refugio particular se encuentra en la isla caribeña de Puerto Rico, donde ha decidido asentar su residencia principal: una propiedad valorada en 17 millones de dólares que redefine el concepto de lujo contemporáneo.

A través de sus publicaciones en redes sociales, Paul ofrece a su audiencia vislumbres de un estilo de vida caracterizado por vehículos de alta gama, jets privados y, sobre todo, una vivienda que funciona como santuario personal. La mansión, que ha mostrado en detalle en un vídeo de septiembre de 2024, se extiende por 1.190 metros cuadrados y combina modernidad, espiritualidad y confort en cada rincón.

El acceso a la propiedad ya anticipa la exclusividad del interior. Un garaje abierto exhibe algunas de las joyas automovilísticas del deportista, como un Mercedes Benz G-Wagon y un Ferrari personalizado por la compañía Venuum, adquisición reciente que refleja su pasión por los vehículos únicos. El camino de entrada, pavimentado con piedra natural, está flanqueado por un estanque ornamental habitado por carpas japonesas, creando un ambiente de tranquilidad que contrasta con la explosividad de su carrera profesional.

El diseño arquitectónico apuesta por la luminosidad como elemento central. Ventanales de suelo a techo inundan los espacios comunes de luz natural, mientras que la decoración interior revela una cuidadosa selección de mobiliario de diseño y obras de arte contemporáneas que aportan personalidad y color. Llama la atención la filosofía que rige la distribución: Paul ha aplicado principios de feng shui para armonizar las energías del hogar, criterio que determina la ubicación de cada pieza y la fluidez entre estancias.

La zona de recepción da paso a un comedor formal con capacidad para doce comensales, ideal para eventos íntimos con su círculo cercano. A un lado, una pecera de casi 23 litros alberga especies exóticas que sirven de elemento vivo y dinámico. Al otro, un segundo salón dedicado al ocio audiovisual cuenta con un proyector de última generación y un sofá amplio, configuración perfecta para visionado de películas o, como sucedió recientemente, para que su familia siguiera en directo su combate por Netflix desde la comodidad del hogar.

Un aspecto particularmente curioso de la residencia es la presencia recurrente de piedras decorativas distribuidas por salones, jardines y dormitorios. Paul ha manifestado públicamente su creencia en el poder energético de estos elementos, integrándolos de forma orgánica en la estética general. Esta fusión entre espiritualidad y diseño moderno constituye uno de los rasgos más distintivos de su hogar.

El área privada se compone de ocho dormitorios, siendo el principal la verdadera estrella de la propiedad. En él descansa una cama Alaskan King, formato cuadrado de 274 x 274 centímetros que representa la cama más espaciosa del mercado. Situada en la planta baja con salida directa al jardín, esta estancia personifica la búsqueda de máximo confort y desconexión. El baño en suite mantiene el estándar de lujo con dos zonas de lavabo independientes y una bañera de diseño con vistas panorámicas al paisaje tropical exterior.

Los exteriores no se quedan atrás. El jardín extenso ofrece espacios verdes que garantizan privacidad y contacto con la naturaleza, elemento esencial para la recuperación física y mental de un atleta de élite. La integración entre interior y exterior es total, gracias a la continuidad visual que proporcionan los grandes cristales.

La elección de Puerto Rico como base de operaciones no es casual. La isla ofrece ventajas fiscales significativas para residentes no domiciliados previamente, además de un clima privilegiado y una comunidad internacional en expansión. Para Paul, representa el equilibrio perfecto entre un paraíso fiscal y un entorno idílico donde reponer energías entre combates.

Su presencia en la isla no pasa desapercibida. La comparación que establece entre su jet privado y el de Floyd Mayweather Jr., o la exhibición de sus automóviles, generan debate sobre el ostentamiento en la era digital. No obstante, también proyecta una imagen de éxito autodidacta, construida desde cero en plataformas como YouTube hasta conquistar el mundo del boxeo profesional.

La mansión de Jake Paul en Puerto Rico es más que un simple símbolo de riqueza. Es un espacio diseñado con intención, donde el lujo material convive con creencias espirituales y la funcionalidad de un atleta moderno. Cada detalle, desde la disposición del mobiliario hasta la selección de arte, responde a una visión personal de éxito y bienestar. Mientras su carrera en el ring continúa su curso, esta propiedad seguirá siendo el escenario donde se forja su particular versión del sueño americano, ahora con vistas al Caribe.

Referencias

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