Omar Montes inaugura Orijin, su restaurante de kebabs premium en Madrid

El artista rinde tributo a su padre con un concepto gastronómico centrado en la receta familiar de la salsa blanca

El cantante madrileño Omar Montes ha dado un giro inesperado a su trayectoria profesional con la apertura de Orijin, su primer establecimiento de restauración especializado en kebabs de alta calidad. El local, ubicado en el centro comercial Plaza Río 2 del madrileño distrito de Arganzuela, representa el cumplimiento de un anhelo personal: honrar la memoria de su progenitor a través de la cocina que le definió. Con 37 años y una carrera musical en plena ebullición, Montes suma ahora la faceta de empresario gastronómico con un proyecto que mezcla tradición familiar y ambición comercial. La inauguración, celebrada el pasado 18 de diciembre, congregó a destacadas figuras del panorama nacional del entretenimiento y el deporte, consolidando el evento como uno de los más comentados de la temporada navideña en la capital española. Entre los asistentes destacaron el creador de contenidos RoRo, la influencer Lola Lolita y el campeón de artes marciales mixtas Ilia Topuria, quienes no dudaron en mostrar su respaldo al nuevo emprendimiento del artista. La presencia de Topuria resultó particularmente significativa, ya que utilizó su influencia para animar al público a visitar el establecimiento y degustar la salsa blanca, el elemento más misterioso y comentado del menú. El secreto de esta salsa ha generado una expectación considerable en redes sociales, donde Montes ha insinuado en múltiples ocasiones que su fórmula estaba en posesión de tan solo dos personas: su padre y el difunto rey del pop Michael Jackson. Esta declaración, realizada con el característico humor del cantante, ha despertado la curiosidad de seguidores y medios por igual, convirtiendo el condimento en el principal atractivo publicitario del negocio. La historia que rodea a Orijin se remonta a la década de los ochenta, cuando el padre de Omar, Ismael, un inmigrante iraquí que llegó a España en 1981 huyendo de la guerra, estableció los cimientos de lo que años después se convertiría en un pequeño imperio de restauración. Según ha revelado el propio Montes en diversas entrevistas, su progenitor fue pionero en introducir el kebab auténtico en el territorio nacional, utilizando pan de pita y recetas tradicionales que se alejaban de las adaptaciones occidentales que posteriormente popularizaron el plato. Ismael llegó a gestionar entre veinte y treinta locales a lo largo de su carrera empresarial, creando un legado que su hijo ahora reivindica y moderniza con Orijin. La particularidad del nombre del restaurante, escrito con J en lugar de G, responde precisamente a esta reivindicación de la autenticidad. Montes explicó en una reciente aparición televisiva que quería evocar el kebab original, el que su padre importó desde Oriente Medio, lejos de las modificaciones que han desvirtuado el producto en las últimas décadas. La inclusión de la letra J simboliza esa conexión con las raíces y el deseo de recuperar la esencia perdida de un plato que, en su opinión, ha sufrido una degradación progresiva en manos de la industria alimentaria. El artista ha sido especialmente crítico con las versiones contemporáneas del kebab que incorporan ingredientes como el ketchup, considerando que esta práctica representa una traición a la tradición culinaria. En declaraciones previas, Montes ha enfatizado que su objetivo es ofrecer un producto de calidad, respetando las técnicas y los componentes originales que hicieron famosa a su familia en el sector. La carne premium, el pan de pita fresco y, sobre todo, la enigmática salsa blanca conforman la base de una propuesta que busca diferenciarse en un mercado saturado de opciones de comida rápida. La filosofía de Orijin gira en torno a la idea de que un kebab digno de este nombre debe incluir necesariamente la salsa blanca, elemento que Montes considera indispensable para cualquier amante del género. En numerosas ocasiones, el cantante ha afirmado que sin este condimento, el plato pierde su identidad y se convierte en una mera sombra de lo que debería ser. Esta postura, mantenida con vehemencia en sus redes sociales y apariciones públicas, ha generado un debate sobre la autenticidad en la gastronomía de influencia árabe en España. La figura de Ismael, sin embargo, permanece envuelta en un halo de misterio que contrasta con la exposición pública de su hijo. Descrito por los medios como el miembro más desconocido del clan familiar, el patriarca nunca ha concedido entrevistas ni ha realizado declaraciones sobre el negocio de su hijo o su propio pasado empresarial. Esta reserva ha alimentado especulaciones sobre la verdadera magnitud de su influencia en el sector y sobre los detalles exactos de su trayectoria como pionero del kebab en España. Lo que sí se sabe con certeza es que su llegada a España en 1981 estuvo motivada por el conflicto bélico en su país de origen, y que una vez asentado en Madrid, construyó una red de establecimientos que sentaron las bases para la popularización del plato. El matrimonio con la madre de Omar, una española con la que se casó siendo muy joven, consolidó su vínculo con el país y permitió el surgimiento de una familia que ahora celebra su herencia a través de la música y la gastronomía. La apertura de Orijin no es solo un negocio, sino un homenaje público a esa historia de superación y éxito empresarial. Desde el punto de vista comercial, el proyecto de Montes apunta a la creación de una franquicia expansiva. El artista ha manifestado en reiteradas ocasiones su intención de replicar el modelo en múltiples ubicaciones, creando una cadena que lleve el nombre de su familia a diferentes puntos del territorio nacional. Esta ambición convierte la inauguración del local de Plaza Río 2 en un piloto de prueba para un concepto que, de tener éxito, podría expandirse rápidamente gracias a la notoriedad de su fundador. La estrategia de marketing se apoya fundamentalmente en la personalidad de Omar Montes y en la narrativa familiar que rodea al producto. La combinación de su fama como cantante de éxito, la historia de inmigración y superación de su padre, y el misterio de la receta secreta crea un relato atractivo para el consumidor actual, cada vez más interesado en las historias detrás de las marcas. La elección del centro comercial Plaza Río 2, situado en una zona de alto tránsito peatonal y conectada con el parque Madrid Río, demuestra un cuidado análisis de la ubicación. El área concentra tanto a residentes locales como a visitantes que buscan opciones de ocio y restauración, proporcionando al nuevo establecimiento una visibilidad óptima para su lanzamiento. Además, la proximidad con otros conceptos gastronómicos y de entretenimiento permite aprovechar sinergias de afluencia. La repercusión mediática del evento ha sido inmediata, con menciones en principales medios de comunicación y una amplia cobertura en redes sociales. Los asistentes famosos no solo legitimaron el proyecto, sino que también contribuyeron a viralizar el mensaje, especialmente Ilia Topuria, cuya recomendación personal sobre la salsa ha generado un efecto de expectativa entre su propia base de seguidores. En el panorama actual de la restauración en España, donde la comida rápida premium experimenta un crecimiento sostenido, Orijin se posiciona como una propuesta diferenciada. No solo por la calidad de sus ingredientes, sino por el valor emocional y narrativo que aporta su fundador. En una época donde los consumidores buscan experiencias auténticas y conectadas con historias reales, el proyecto de Montes capitaliza perfectamente su bagaje personal. La crítica al estado actual del kebab en el mercado español, que el artista ha vertido en múltiples plataformas, resuena con un público cada vez más exigente. La demanda de productos que respeten sus orígenes, elaborados con ingredientes de calidad y técnicas tradicionales, encuentra en Orijin una respuesta directa. La promesa de una salsa única, heredada de generaciones anteriores, funciona como un gancho diferenciador en un sector donde la homogeneización es la norma. Aunque el padre de Montes permanece al margen de la actualidad, su presencia simbólica en cada rincón del restaurante es palpable. Desde la decoración que evoca elementos de la cultura iraquí hasta la carta cuidadosamente diseñada para reflejar las preferencias familiares, Orijin es un espacio donde la memoria y el futuro coexisten. El éxito inicial del establecimiento dependerá no solo de la calidad del producto, sino de la capacidad de Montes para mantener vivo el interés en la historia que lo sustenta. Con una carrera musical que continúa en ascenso y ahora una incursión en el mundo de la restauración, Omar Montes demuestra una versatilidad poco común en el panorama de las celebridades españolas. La apertura de Orijin marca el inicio de una nueva etapa en la que el arte y los negocios convergen, siempre con el hilo conductor de una herencia familiar que el artista se empeña en preservar y celebrar. El proyecto, lejos de ser una mera inversión ocasional, refleja un compromiso genuino con la memoria de su padre y con la reivindicación de una tradición culinaria que considera propia. En los próximos meses, el rendimiento del local de Plaza Río 2 determinará si la visión de franquicia de Montes se materializa. Mientras tanto, la salsa blanca continúa siendo el principal misterio y atractivo de una propuesta que ya ha conseguido lo más difícil: diferenciarse en un mercado competitivo y generar conversación. La combinación de talento, historia y misteria parece ser, en este caso, la receta perfecta para el éxito.

Referencias

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