El icónico actor estadounidense Harrison Ford ha lanzado un duro ataque contra Donald Trump, calificando su mandato como una amenaza existencial para el planeta. A sus 83 años, la estrella de cine conocida por papeles memorables en Blade Runner, Indiana Jones y Star Wars no ha dudado en utilizar un lenguaje contundente para describir al actual presidente de Estados Unidos.
En una conversación exclusiva con The Guardian celebrada en su ciudad natal de Chicago, Ford recibió un reconocimiento a su liderazgo en conservación ambiental de manos de la fundación del fallecido biólogo E.O. Wilson, con quien mantuvo una estrecha amistad hasta su muerte. Fue en este contexto donde el actor desató sus críticas más feroces contra la administración Trump.
"No conozco a ningún criminal más grande en la historia", declaró tajante Ford sobre el mandatario republicano. Sus palabras reflejan una preocupación que va más allá de lo político, adentrándose en lo que considera una crisis moral y ecológica sin precedentes. El actor no se detuvo ahí, asegurando que Trump le provoca "mucho miedo" por las consecuencias que sus decisiones tienen sobre el futuro del planeta.
La crítica de Ford se centra en lo que describe como una combinación tóxica de ignorancia, arrogancia y mentiras sistemáticas. Según el intérprete, el presidente actúa no desde la incompetencia, sino con plena consciencia de sus acciones: "Sabe lo que hace, pero es un instrumento del statu quo que está ganando dinero a espuertas mientras el mundo se va al garete".
El desacuerdo fundamental entre Ford y Trump radica en la gestión del cambio climático. Mientras el actor lleva décadas como activista vociferando sobre la emergencia ecológica, el presidente ha adoptado una postura abierta de negacionismo. Trump ha llegado a calificar el cambio climático como "la mayor estafa del mundo" y un "timo verde" durante su reciente intervención en la ONU.
Una de las primeras medidas de su segundo mandato fue anunciar la retirada del Acuerdo de París, el pacto internacional de 2015 que busca limitar el aumento de temperatura global a menos de dos grados centígrados durante este siglo. Esta decisión, para Ford, representa un acto de irresponsabilidad histórica que pone en riesgo la supervivencia de ecosistemas enteros y comunidades vulnerables.
El activismo ambiental de Harrison Ford no es una postura reciente. El actor ha invertido los últimos 30 años predicando sobre los peligros del calentamiento global, alertando sobre el incremento de fenómenos extremos como inundaciones, sequías e incendios forestales. Su compromiso no es teórico: el pasado mes de enero, Ford experimentó en primera persona el terror de los incendios que asolaron Los Ángeles, viendo cómo las llamas amenazaban directamente su propiedad y su entorno.
"Todo lo que hemos dicho sobre el cambio climático se ha cumplido", lamenta el actor, visiblemente frustrado por la falta de respuesta de la sociedad y los líderes políticos. Su pregunta retórica resume su desazón: "¿Por qué no es suficiente para alarmar a la gente y que cambien sus comportamientos?"
Ford también ha criticado específicamente la obsesión de Trump con los combustibles fósiles y su rechazo a las energías renovables. El presidente ha promovido agresivamente la perforación petrolera y ha descrito las turbinas eólicas como "feas". El actor contrataca con ironía: el mandatario está en contra de la energía limpia "simplemente porque no ha visto ninguna dorada", insinuando que su oposición se basa en intereses económicos personales más que en criterios técnicos o estéticos.
La entrega del premio en Chicago reconoció no solo el trabajo artístico de Ford, sino su dedicación como vicepresidente de Conservation International, una organización que ha protegido millones de hectáreas de territorio salvaje y ha trabajado con comunidades indígenas para preservar la biodiversidad planetaria.
Para el actor, el legado climático de Trump será recordado como "una clara expresión de ignorancia, arrogancia y subterfugio deliberado". No ve su presidencia como un simple desacuerdo político, sino como un crimen contra la humanidad y contra las generaciones futuras.
Las declaraciones de Ford llegan en un momento crítico, cuando los científicos advierten que el planeta se acerca a puntos de no retorno en múltiples indicadores climáticos. El actor representa una voz de la industria del entretenimiento que utiliza su plataforma para intentar movilizar la opinión pública, aunque reconoce que sus advertencias han caído en oídos sordos durante demasiado tiempo.
La contundencia de sus palabras refleja una urgencia compartida por gran parte de la comunidad científica y ambientalista internacional. Mientras Trump insiste en que las políticas verdes dañan la economía, Ford y otros activistas argumentan que el costo de la inacción será infinitamente mayor.
El actor concluye su mensaje con una advertencia sombría: el tiempo para el debate ha terminado, y cada decisión política que ignore la evidencia científica está condenando al planeta a un futuro catastrófico. En su opinión, no se trata de ideología, sino de supervivencia.