Valverde y la maldición de los sorteos con Luis Enrique: 18 enfrentamientos

El técnico del Athletic confiesa que en su etapa anterior se cruzaba constantemente con el asturiano: "Había un sorteo y no quería ni verle". Hoy se vuelven a ver las caras en Champions.

El duelo de esta noche en San Mamés entre el Athletic Club y el Paris Saint-Germain no es solo el debut de los leones en la fase final de la Champions League ante el vigente subcampeón de la competición. También representa el capítulo número 18 de una saga que tiene a Ernesto Valverde y Luis Enrique como protagonistas absolutos de los banquillos. Una rivalidad técnica que el propio Txingurri define con humor y que parecía predestinada por el azar de los sorteos competitivos.

Desde que ambos entrenadores se asientan en el máximo nivel del fútbol español, los cruces se han sucedido con una frecuencia que roza lo anecdótico. Valverde, con su característico tono pausado, no duda en calificar la situación con una sonrisa: "En mi anterior época, veía a Luis Enrique en todas partes". Y no es una exageración. Los números avalan su percepción de que los emparejamientos de competición conspiraban para unirles una y otra vez.

El historial es abrumador. Durante los cuatro años que el técnico vasco dirigió al Athletic en su primera etapa, coincidió con el asturiano en cuatro ediciones consecutivas de la Copa del Rey con el Celta de Vigo. Pero eso no era todo. Después llegarían tres cruces más con el FC Barcelona de Luis Enrique, incluyendo una final de Copa y otro duelo en la Supercopa de España. Un calendario que parecía diseñado adrede para que ambos técnicos se encontraran en los momentos más decisivos de la temporada.

"Había un sorteo y no quería ni verle", reconoció Valverde en la previa del partido de esta noche en Bilbao. Una frase que resume perfectamente el sentimiento de cualquier entrenador que se ve enfrentado repetidamente a un rival de primer nivel. El gasteiztarra, sin embargo, matiza el comentario con el respeto que le profesa a su colega: "Mañana será una alegría verle, pero esperemos que podamos ganarle. Es un gran técnico, campeón de Europa dos veces, con el Barça y con el PSG".

El primer capítulo de esta particular serie se escribió en la inauguración del nuevo San Mamés. Aquel duelo de la temporada 2013-14, cuando Luis Enrique aún dirigía al Celta, terminó con victoria local por 3-2 en un partido vibrante de Liga. Desde entonces, los enfrentamientos se han multiplicado hasta convertirse en el segundo rival más frecuente para Valverde, solo superado por los duelos contra Simeone, Marcelino y Mendilibar, otros habituales de la élite española.

Para el asturiano, el Txingurri también ocupa un lugar destacado en su particular ranking de adversarios. La conexión entre ambos va más allá de los números. Comparten una filosofía de trabajo basada en la intensidad, el orden táctico y la exigencia máxima con sus plantillas. Valoraciones mutuas que trascienden el terreno de juego y que hoy cobran especial relevancia con el regreso del Athletic a la élite continental después de una década de ausencia.

El contexto actual añade una capa extra de emoción a este duelo. El PSG llega a Bilbao con la etiqueta de favorito indiscutible, pero también con la presión de consolidar su proyecto europeo tras años de inversiones millonarias. Por su parte, el Athletic vive su noche mágica. La Catedral vibrará con la Champions después de diez años esperando este momento. La ocasión perfecta para que Valverde, un hombre que ha vivido la competición desde dentro como jugador y entrenador, celebre su retorno a la máxima competición continental.

La perspectiva del técnico local refleja la serenidad de quien ha visto de todo en esta competición. Sabe que enfrente tendrá a un rival que domina el juego posicional, que presiona en bloque alto y que cuenta con talento desequilibrante en todas las líneas. Pero también conoce las armas de su equipo: la solidez defensiva, la intensidad física y la capacidad de sorprender en las transiciones rápidas. Un guion que ya se ha repetido en los 17 enfrentamientos anteriores, pero que nunca pierde actualidad.

El dato de los 18 enfrentamientos entre ambos técnicos habla por sí solo de la regularidad con la que sus trayectorias se han entrelazado. En una era donde los entrenadores cambian de banquillo con rapidez, mantener una rivalidad tan constante es todo un logro. Cada duelo ha dejado su huella, desde las eliminatorias de Copa que se decidieron por detalles mínimos hasta los duelos ligueros que marcaron el ritmo de las temporadas.

El respeto mutuo es evidente. Valverde no duda en calificar a Luis Enrique como "un gran técnico" y recuerda sus éxitos: "campeón de Europa dos veces, con el Barça y con el PSG". Un palmarés que le convierte en uno de los entrenadores más laureados del continente. Por su parte, el asturiano siempre ha elogiado la capacidad del Txingurri para sacar el máximo rendimiento a sus plantillas, construyendo equipos competitivos y difíciles de batir.

La noche de hoy en San Mamés, sin embargo, borra el pasado. Los 17 capítulos anteriores quedan en el archivo para escribir un nuevo episodio en la Champions. La competición que ambos sueñan conquistar, aunque por caminos diferentes. Mientras el PSG busca la confirmación de su proyecto con la ansiada orejona, el Athletic quiere demostrar que su regreso no es anecdótico y que pueden pelearle la cara a los gigantes del continente.

Para los aficionados leoneses, el duelo tiene un sabor especial. Ver a Valverde, el entrenador que les devolvió a la élite europea, enfrentándose a uno de los técnicos más prestigiosos del mundo, es un lujo. La Catedral estará a tope, con la ilusión de presenciar una gesta que se sume a la leyenda europea del club. Y en el centro de todo, dos hombres que se conocen al milímetro, que saben lo que piensa el otro antes de que lo ejecute, pero que aún así encontrarán la forma de sorprenderse.

El sorteo de la Champions ha vuelto a juntarles. Esta vez, Valverde no esconde su alegría por el reencuentro, aunque con la ambición de sumar una victoria que marque el rumbo de la fase de grupos. Porque si algo ha aprendido de los 17 enfrentamientos anteriores es que cada detalle cuenta. Y en la Champions, más aún.

La historia entre ambos técnicos continúa. Y el capítulo 18 promete emociones fuertes en una noche histórica para el Athletic Club. El balón rodará en San Mamés, pero la verdadera batalla se librará en los banquillos, donde dos grandes del fútbol europeo volverán a medir sus estrategias. Como siempre. Como cada vez que el azar, o el destino, les ha puesto frente a frente.

Referencias

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