Ajax remonta en Bakú y fulmina las opciones del Qarabag en Champions

Los neerlandeses firman una épica remontada por 4-2 que deja a los azeríes fuera del Top-24 de la Liga de Campeones

El sueño europeo del Qarabag se desvaneció este miércoles en el Tofiq Bahramov Republican Stadium de Bakú. Lo que prometía ser una noche histórica para el fútbol azerí terminó convertida en una lección de eficacia por parte del Ajax, que remontó un adversario inicio para imponerse por 4-2 en un duelo vibrante de la jornada 6 de la UEFA Champions League. La victoria deja a los locales dependiendo de milagros para acceder al Top-24, mientras que los neerlandeses respiran tras una serie de resultados negativos.

El encuentro arrancó con el guion que el Qarabag necesitaba. Los de Gurban Gurbanov salieron enchufados, conscientes de que solo la victoria les mantenía con opciones reales de clasificación. El dominio territorial fue local durante los primeros compases, con una presión asfixiante que incomodó la salida de balón del conjunto de Ámsterdam. Sin embargo, el fútbol tiene estas paradojas: cuanto más mereces, menos recibes.

El Ajax, fiel a su filosofía de juego de posición, aguantó el temporal inicial y comenzó a tejer sus redes en campo rival. La primera mitad dejó sensaciones encontradas. Por un lado, el Qarabag creaba peligro por las bandas con sus extremos veloces. Por otro, los visitantes mostraban una solidez que había brillado por su ausencia en compromisos previos. El empate a cero al descanso no reflejaba la intensidad vivida sobre el césped, pero sí la incapidad de ambos equipos para traducir su dominio en goles.

La segunda parte estalló con una dinámica completamente distinta. El Qarabag logró adelantarse en el marcador, desatando la euforia en las gradas. El gol local parecía el preludio de una noche mágica, pero el Ajax tenía otros planes. La reacción neerlandesa fue fulminante. En cuestión de minutos, el tanto de Gloukh igualó la contienda. El israelí, con un disparo raso y colocado al palo izquierdo de Kochalski, dejó sin opciones al meta azerí.

El empate no hizo más que abrir la caja de los truenos. El partido se convirtió en un ida y vuelta constante, con espacios que ambos equipos aprovecharon para generar ocasiones claras. El Qarabag tuvo su opción con un remate de Addai que se marchó por encima del larguero, mientras que el Ajax respondía con contras letales. La calidad individual de los visitantes empezó a hacer mella en una defensa local que perdía fuelle.

El desenlace llegó en una ráfaga final demoledora. Gaeei, el nórdico que ha ido ganando peso en el equipo, firmó un golazo desde la frontal. Sin controlar, la cruzó a la escuadra opuesta, imposible para Kochalski. El 2-1 obligaba al Qarabag a jugárselo todo al ataque, pero eso dejaba espacios mortales atrás.

La sentencia llegó de la mano de Godts y Gloukh. Primero fue el belga el que, en una contra de cuatro contra dos, asistió al israelí para que este, con un toque magistral, batiera de nuevo al portero local. El 3-2 dejó tocados a los azeríes, que veían escapar su sueño. El definitivo 4-2 llegó en los compases finales, cuando Konadu bajó un balón con maestría y Godts, con un disparo cruzado, certificó la remontada.

El árbitro pitó el final y el Ajax celebró como una final esta victoria. Para los neerlandeses, que venían de una racha negativa, este triunfo supone un bálsamo de confianza de cara a los próximos compromisos. Su entrenador podrá respirar tranquilo, al menos temporalmente, tras ver a sus jugadores reaccionar a la adversidad con carácter y calidad.

Por su parte, el Qarabag se queda con la miel en los labios. El equipo azerí, que había realizado una campaña más que digna en su regreso a la Champions League, ve ahora muy complicado su acceso al Top-24. Necesita una combinación de resultados que parece, cuanto menos, improbable. La lección es clara: en la máxima competición continental, los errores se pagan caros y el Ajax no perdonó.

El partido también dejó polémica. Un posible penalti sobre Matheus Silva por parte de Klassen dividió opiniones. El colegiado no señaló la pena máxima y el VAR no intervino, decisión que el Qarabag lamentará durante días. Esas son las pequeñas diferencias que marcan el destino en competiciones de este nivel.

Los cambios también jugaron su papel. Gurbanov movió ficha introduciendo a Montiel, Bolt y Bayramov buscando frescura, pero la fortuna no le sonrió. Por su parte, el Ajax ajustó con Fitz-Jim y vio como sus titulares respondían cuando más se les necesitaba.

El balance final es demoledor para los intereses locales. El Qarabag necesitaba ganar y esperar otros resultados. Ahora, con esta derrota, depende de milagros matemáticos. El Ajax, en cambio, renace y se jugará su futuro en la competición con opciones reales.

Los próximos compromisos no dan tregua. El Qarabag visitará al Eintracht el 21 de enero en un duelo que ya solo servirá para cerrar la fase con dignidad. El Ajax, por su parte, se medirá al Villarreal el 20 de enero en La Cerámica, un escenario complicado donde los neerlandeses deberán demostrar si esta victoria fue un espejismo o el inicio de una reacción en cadena.

La Champions League no entiende de sentimentalismos. El Qarabag lo tuvo todo de cara, pero el Ajax demostró por qué lleva décadas siendo un referente en Europa. La calidad de sus jugadores, la experiencia en competiciones de este nivel y la capacidad de remontada fueron factores determinantes. Para el fútbol azerí, la lección sirve para crecer. Para el Ajax, para creer de nuevo.

El Tofiq Bahramov Republican Stadium, testigo de tantas batallas, guardará el recuerdo de una noche donde la ilusión local se topó con la realidad europea. El fútbol, a veces, es justo. Otras, es cruel. Esta vez, fue un poco de ambas cosas para un Qarabag que se quedó a las puertas de la gloria.

Referencias

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