El Estadio de la Cerámica vibró con un partido lleno de emoción, tensión y remontada. El Villarreal se impuso por 2-1 al Mallorca en la jornada 13 de LaLiga EA Sports, consolidando su posición en la parte alta de la tabla y firmando su mejor arranque histórico en la competición. El encuentro, disputado bajo la atenta mirada de más de 20.000 aficionados, fue un reflejo de la lucha, la estrategia y la resiliencia que caracterizan a ambos equipos.
El partido comenzó con un Villarreal decidido a imponer su ritmo, pero el Mallorca, con una defensa bien organizada y una actitud combativa, logró neutralizar las primeras incursiones groguet. A pesar de dominar el balón, los locales no encontraban la claridad necesaria para romper el bloque defensivo visitante. El primer gol llegó en el minuto 37, pero no fue para el equipo de Marcelino: un error en salida de Luiz Júnior fue aprovechado por el Mallorca, y tras una jugada rápida, Antonio Sánchez aprovechó un rebote para abrir el marcador. El gol sorprendió a La Cerámica, que se quedó en silencio durante unos instantes.
La segunda parte comenzó con más intensidad por parte del Villarreal. Marcelino movió el banquillo en busca de soluciones: entraron Tani, Mikautadze y Pape Gueye, jugadores que aportaron frescura y verticalidad. A pesar de las oportunidades, el Mallorca resistía con uñas y dientes. En el minuto 73, una jugada individual de Tani por la izquierda generó una gran ocasión: su centro fue desviado por Raíllo y Mikautadze remató a bocajarro, pero el portero finlandés Bergström realizó un paradón que mantuvo el marcador intacto.
La tensión crecía con cada minuto. El Mallorca, consciente de que el tiempo se le escapaba, intentó aguantar con todo, pero el Villarreal no se rendía. En el minuto 83, llegó el momento decisivo: Buchanan recibió un balón en profundidad, superó a su marcador y centró al área. Raíllo intentó despejar, pero el balón quedó muerto en el área y Tani, con un toque de tacón, lo introdujo en la portería para el 2-1. La Cerámica estalló en júbilo.
El final del partido fue intenso. El Mallorca, con todo el equipo arriba, intentó buscar el empate, pero el Villarreal supo gestionar el tiempo y los espacios. En los minutos finales, el árbitro añadió 8 minutos de descuento, pero los visitantes no lograron crear ocasiones claras. El último suspiro llegó en el minuto 90, cuando Asano remató desde la frontal tras un córner, pero el balón no salió limpio y Samú Costa no llegó a rematar de cabeza.
El partido terminó con una victoria merecida para el Villarreal, que con este triunfo alcanza los 29 puntos y se afianza en la tercera posición de la clasificación. Por su parte, el Mallorca, con 12 puntos, sigue en la zona de descenso, aunque su actitud y entrega en el campo fueron dignas de elogio. Gerard Moreno, aunque no marcó, fue elegido MVP del partido por su liderazgo y su constante presencia en el ataque.
Este encuentro no solo fue una victoria deportiva, sino también un ejemplo de cómo la paciencia y la estrategia pueden cambiar el rumbo de un partido. El Villarreal demostró que, incluso cuando las cosas no salen como se planean, la mentalidad ganadora y la capacidad de reacción pueden hacer la diferencia. Por su parte, el Mallorca mostró que, aunque no tenga el mismo nivel de recursos, su espíritu de lucha y su organización defensiva pueden hacerle competir con los mejores.
En resumen, el partido entre Villarreal y Mallorca fue un espectáculo de fútbol que dejó a los aficionados con la sensación de haber presenciado algo especial. La remontada tardía, el gol de tacón de Tani, los paradones de Bergström y la entrega de ambos equipos convirtieron este encuentro en uno de los más emocionantes de la jornada. El Villarreal sigue creciendo, mientras que el Mallorca, aunque derrotado, demostró que no se rendirá fácilmente en su lucha por la permanencia.