Miss Universo 2025: Historia, diversidad y emoción en Tailandia

La gala final reúne a 120 candidatas, incluyendo madres, una mujer transgénero y la primera representante de Palestina en el certamen.

La 74ª edición del certamen Miss Universo ha llegado a su punto culminante en Nonthaburi, Tailandia, donde este viernes se coronará a la nueva reina del mundo. Tras más de tres semanas de actividades, ensayos, entrevistas y eventos culturales, las 120 delegadas de todos los rincones del planeta se preparan para desfilar ante un jurado renovado y un público expectante. Este año, el concurso no solo celebra la belleza, sino también la diversidad, la resiliencia y la inclusión como pilares fundamentales.

Entre las candidatas destacan historias que trascienden la pasarela. Nueve de ellas son madres, demostrando que la maternidad no es un obstáculo, sino una fortaleza que enriquece su presencia en el escenario. También participa una mujer transgénero, un hito que refuerza el compromiso del certamen con la representación de todas las identidades. Además, una sobreviviente de un genocidio lleva consigo una historia de supervivencia y esperanza, convirtiendo su participación en un acto de valentía y dignidad.

Un momento histórico se vivirá con la presencia de la primera representante de Palestina en la historia de Miss Universo. Su participación no solo es un símbolo de visibilidad, sino también un gesto de unidad y paz en un escenario global. Esta edición, por tanto, se convierte en un escaparate de historias humanas que desafían estereotipos y abren puertas a nuevas narrativas.

La gala final comenzó a las 8:00 hora local (1:00 GMT) en el Impact Muang Thong Thani, un recinto emblemático de la región. El evento, transmitido en directo a nivel mundial, cuenta con un jurado renovado tras la renuncia de dos miembros en los últimos días. Aunque no se han revelado los motivos de su salida, la organización ha asegurado que el nuevo panel está compuesto por personalidades con amplia experiencia en moda, entretenimiento y derechos humanos, garantizando una evaluación justa y equilibrada.

Las actividades previas al evento final han incluido visitas culturales, sesiones fotográficas, entrevistas con medios internacionales y talleres de oratoria y liderazgo. Las candidatas han tenido la oportunidad de conocer la rica herencia tailandesa, desde sus templos ancestrales hasta su vibrante vida urbana. Esta inmersión cultural no solo fortalece los lazos entre las participantes, sino que también les permite llevar consigo una experiencia transformadora más allá del concurso.

La competencia se divide en varias etapas: traje de baño, traje de noche, entrevista personal y, finalmente, la ronda de preguntas. Cada una de estas fases evalúa no solo la apariencia física, sino también la inteligencia, la empatía y la capacidad de comunicación de las candidatas. En esta edición, se espera que las preguntas aborden temas como la sostenibilidad, los derechos humanos y el papel de las mujeres en la sociedad moderna.

La ceremonia de coronación será el momento más esperado, donde la ganadora recibirá la corona, el sash y el título de Miss Universo 2025. Además, obtendrá una beca educativa, oportunidades de colaboración con marcas internacionales y un año de trabajo como embajadora de buenas causas. Su rol será crucial para promover mensajes de empoderamiento, igualdad y cambio social en todo el mundo.

El certamen, que comenzó en 1952, ha evolucionado significativamente a lo largo de las décadas. De un evento centrado en la estética, se ha convertido en una plataforma global que celebra la diversidad y el liderazgo femenino. Las ediciones recientes han incorporado cambios importantes, como la eliminación de la categoría de traje de baño en favor de trajes de baño deportivos, y la inclusión de candidatas casadas y madres, reflejando una visión más moderna y realista de la mujer contemporánea.

La edición de este año en Tailandia ha sido especialmente significativa, no solo por la diversidad de sus participantes, sino también por el contexto en el que se desarrolla. En un mundo marcado por conflictos, desigualdades y desafíos sociales, Miss Universo 2025 se erige como un símbolo de unidad y esperanza. Las candidatas, con sus historias únicas, representan la fuerza de la humanidad y la capacidad de superar adversidades.

Para los fans, la experiencia ha sido inolvidable. Miles de seguidores han acudido al recinto para apoyar a sus favoritas, mientras que millones más siguen el evento en línea. Las redes sociales han estado llenas de mensajes de apoyo, fotos de los ensayos y videos detrás de cámaras, creando una comunidad global alrededor del certamen. La interacción con las candidatas ha sido más cercana que nunca, gracias a las transmisiones en vivo y las sesiones de preguntas y respuestas en plataformas digitales.

En resumen, Miss Universo 2025 no es solo un concurso de belleza, sino un evento cultural y social que celebra la diversidad, la resiliencia y el empoderamiento femenino. Con una gala final llena de emoción, historia y significado, esta edición dejará una huella imborrable en la memoria colectiva y en el futuro del certamen. La nueva reina no solo será una embajadora de belleza, sino también de cambio, inspiración y esperanza para millones de personas en todo el mundo.

Referencias