La victoria de Mariló Montero en la décima edición de MasterChef Celebrity no solo ha sido un triunfo culinario, sino también un regreso mediático con mayúsculas. La presentadora, que durante años encabezó las mañanas de TVE, ha vuelto a ocupar el centro del escenario televisivo, esta vez con delantal y cuchillo en mano. Y como no podía ser de otra manera, su logro no ha pasado desapercibido para David Broncano, el presentador de La Revuelta, quien no dudó en dedicarle un mensaje cargado de humor, cariño y ese toque de ironía que lo caracteriza.
Broncano, conocido por su estilo irreverente y su capacidad para convertir cualquier noticia en un momento cómico, abrió el programa con una felicitación que provocó risas en el plató. "Ayer fue el final de MasterChef y nuestra mejor amiga Mariló Montero se alzó con el título de ganadora", dijo con una sonrisa que delataba la intención de seguir jugando con el tema. La referencia a "nuestra mejor amiga" no es casual: Mariló ya había visitado el programa meses atrás, en una intervención que generó polémica por sus comentarios sobre la programación de TVE y su defensa de los toros en la televisión pública.
Pero Broncano no se quedó solo en la felicitación. Con su característico tono, aprovechó para invitarla a regresar al plató, esta vez como campeona de cocina. "Estaría bien invitarla, pero dos veces en dos meses… A lo largo de la temporada, y en condición de ganadora de MasterChef, viene y ese día acuchillamos aquí una vaquilla o algo", sentenció, provocando carcajadas entre el equipo y el público. La broma, claramente dirigida a su anterior defensa de la tauromaquia, fue recibida con complicidad, aunque también con cierta ironía por parte del propio Broncano, quien sabe bien cómo navegar entre el humor y la controversia.
A pesar del chascarrillo, el presentador no quiso dejar dudas sobre su afecto hacia Mariló. "Le mandamos un beso y muchas felicidades. Yo le tengo cariño", aseguró, cerrando el tema con un tono sincero que contrastó con el humor anterior. Esta mezcla de ironía y afecto es una de las señas de identidad de La Revuelta, un programa que ha sabido ganarse el cariño del público gracias a su capacidad para hablar de temas serios con ligereza, y de temas triviales con profundidad.
La noche en el plató de La Revuelta comenzó con una celebración: Broncano felicitó a su equipo por superar en audiencia a La isla de las tentaciones, un logro que celebró con humor y orgullo. "No es fácil competir con el drama de las playas, pero aquí también hay pasión", bromeó, antes de dar paso a uno de los momentos más esperados de la noche: la entrevista con Lolita Flores.
La artista, siempre espontánea y sin filtros, habló con total naturalidad sobre su vida sentimental. Confesó que lleva tres años sin mantener relaciones sexuales, y lo hizo con una mezcla de humor y sinceridad que encantó al público. "No encuentro a nadie que me suba los calores", dijo entre risas, añadiendo que con los años se ha vuelto más exigente. Su intervención fue uno de los momentos más personales y emotivos del programa, demostrando que La Revuelta no solo es un espacio para el humor, sino también para la reflexión y la empatía.
El tono del programa cambió después con la aparición de Motaz Malhees y Saja Kilani, los actores de La voz de Hind, la película galardonada en el Festival de San Sebastián que narra la historia de una niña atrapada bajo el fuego en Gaza. Ambos intérpretes aprovecharon su paso por el programa para agradecer el apoyo recibido y para hablar de la importancia de contar historias que den voz a quienes sufren en silencio. Su intervención fue un recordatorio de que, más allá del entretenimiento, la televisión también puede ser un espacio para la concienciación y la humanidad.
En resumen, la victoria de Mariló Montero en MasterChef Celebrity 10 ha sido mucho más que un logro culinario. Ha sido un regreso triunfal a la televisión pública, un momento de celebración y, sobre todo, una oportunidad para que personajes como David Broncano y su equipo muestren su capacidad para combinar humor, crítica y afecto. Y aunque el dardo taurino de Broncano pueda parecer una broma, en el fondo es también un homenaje: un reconocimiento a una presentadora que, pese a las polémicas, sigue siendo una figura querida y respetada en la televisión española.