Rosa y Manu provocan tensión en Pasapalabra con un villancico

Los concursantes no reconocieron una popular canción navideña en La Pista, provocando la sorpresa de Roberto Leal y el público del programa de Antena 3

La tarde del 24 de diciembre en el plató de Pasapalabra estuvo marcada por un momento de inesperada tensión que casi desata una desbandada entre el público presente. Los concursantes Rosa y Manu se enfrentaron a una prueba musical que, por sorprendente que parezca, les resultó más complicada de lo esperado, generando una reacción inmediata de la audiencia y del presentador Roberto Leal.

El programa especial de Nochebuena tenía todos los ingredientes para ser memorable: ambiente festivo, participantes en forma y la emoción de una fecha señalada. Sin embargo, nadie podía imaginar que una simple canción navideña desencadenaría tal situación. Durante la prueba de La Pista, los concursantes escucharon los primeros compases de uno de los villancicos más populares del mundo hispanohablante. Lo que parecía obvio para cualquier espectador, se convirtió en un verdadero quebradero de cabeza para los participantes.

El silencio inicial fue ensordecedor. Ni Rosa ni Manu se atrevían a pulsar el botón, mirándose mutuamente con gesto de desconcierto mientras los segundos pasaban. Roberto Leal, conocido por su ironía y buen humor, no pudo evitar lanzar una pulla: "Sé que os encanta, que lo domináis, no se había inventado el primer villancico y ya estabais ahí con ellos y con la zambomba". La broma, lejos de aliviar la tensión, puso de manifiesto la gravedad del momento.

Fue entonces cuando Rosa, entre risas nerviosas, exclamó la frase que se convertiría en el titular de la jornada: "Es una vergüenza ya". La concursante, que días atrás había rozado el bote histórico de 2.542.000 euros quedándose a una sola letra de la victoria, veía cómo ahora un simple villancico le planteaba un nuevo reto. Su compañero Manu, por su parte, reconoció abiertamente que el fragmento musical no le sonaba de nada, aumentando la perplejidad de todos los presentes.

La situación llegó a tal punto que Roberto Leal, observando la reacción del público, llegó a amagar una desbandada: "No os vayáis", suplicó entre bromas, consciente de que el momento estaba generando una expectación inusual. La escena resultó paradójica: mientras el resto de España celebraba la Nochebuena con estas melodías, en el plató de Antena 3 los concursantes parecían haberlas borrado de su memoria musical.

Justo cuando el presentador iba a pasar a la siguiente pista, Rosa decidió arriesgar. Con un gesto de "a ver qué pasa", pronunció las palabras "Feliz Navidad". El acierto fue inmediato y la sala estalló en aplausos. La casualidad le había sonreído una vez más, demostrando que a veces la intuición vale más que el conocimiento seguro. El pleno en la prueba musical le sirvió para llevarse la victoria en La Pista a la primera, aunque ella misma reconoció que había sido "totalmente de chiripa".

Esta victoria resultó especialmente dulce para Rosa, quien en el programa anterior había experimentado una de las derrotas más duras de la historia del concurso. Quedarse a una letra de adjudicarse el millonario bote le había generado una mezcla de frustración y esperanza. "Habría sido una Nochebuena de desfase", comentó tras la prueba, imaginando cómo habría celebrado semejante premio. La cercanía con el gran premio había convertido cada nueva participación en una oportunidad de redención.

Pero Rosa no fue la única protagonista de la noche. Manu, conocido por su lado más poético y emotivo, mantuvo su tradición de despedir a los invitados con una composición propia. En esta ocasión, recitó "No me Alejo del Brasero", un poema que combinaba la temática invernal con la calidez humana que caracteriza las fiestas. Su intervención contrastó con el momento de tensión previo, demostrando la versatilidad de los participantes del programa.

Además, Manu aprovechó la ocasión para enviar un emotivo mensaje a su pueblo de Ávila, gravemente afectado por los incendios forestales que asolaron la región durante el año. Su dedicatoria conmovió al público, recordando que detrás de cada concursante hay historias personales y comunidades que sufren. Este gesto humanizó aún más la figura del participante, alejándose de la mera competición para acercarse a la realidad social.

El episodio de Nochebuena de Pasapalabra quedará en la memoria de los espectadores no solo por el incidente del villancico, sino por la combinación de emociones que desplegó: tensión, humor, sorpresa, emoción y solidaridad. La capacidad del programa para generar momentos virales sigue intacta, y las redes sociales no tardaron en hacerse eco de la escena, convirtiendo la frase de Rosa en trending topic y generando memes sobre el "olvido" del villancico más famoso.

La habilidad de Roberto Leal para gestionar la situación con ironía y elegancia demostró una vez más por qué es uno de los presentadores más valorados de la televisión española. Su capacidad para transformar un momento incómodo en entretenimiento puro es una de las claves del éxito del formato. Mientras tanto, Rosa y Manu consolidaron su posición como dos de los concursantes más queridos por el público, capaces de generar empatía tanto en la victoria como en el más humano de los errores.

El programa de Antena 3 continúa demostrando que su formato, lejos de agotarse, encuentra nuevas formas de conectar con la audiencia. Ya sea a través de botes millonarios que mantienen en vilo a toda España, o mediante momentos cotidianos como no reconocer una canción navideña, Pasapalabra se ha convertido en un referente del entretenimiento familiar. La noche del 24 de diciembre quedará como un ejemplo perfecto de cómo la televisión puede reflejar la imperfección humana de la manera más entrañable posible.

Referencias

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