Rajoy eleva a 'El hormiguero' al 18,1% mientras 'GH 20' se hunde

La visita del expresidente a Pablo Motos disparó las audiencias, mientras que Gran Hermano 20 registra su peor dato histórico y cancela su programa diario.

La noche del jueves dejó un claro contraste en las audiencias televisivas españolas. Mientras El hormiguero celebraba una de sus mejores semanas gracias a la visita de Mariano Rajoy, Gran Hermano 20 vivía su peor noche desde su estreno, con cifras que encienden todas las alarmas en Mediaset España.

Con una audiencia de casi 2,3 millones de espectadores y una cuota de pantalla del 18,1%, el programa de Antena 3 lideró su franja horaria y cerró la semana con un notable ascenso. Comparado con la semana anterior —cuando Juan del Val visitó el plató—, el show de Pablo Motos ganó 2,3 puntos y 310.000 espectadores. Aunque no alcanzó el récord de la última visita de Rajoy (18,7% en febrero), el dato sigue siendo muy sólido y refleja el poder de convocatoria del expresidente en el entretenimiento.

En contraste, Gran Hermano 20 sufrió una caída libre. La segunda gala semanal apenas logró un 11,8% y 714.000 espectadores, lo que supone una pérdida de 4 puntos respecto a su estreno. Este arranque, ya de por sí el más bajo en la historia del formato, se ha convertido en el peor resultado acumulado en cuota y audiencia desde que el reality debutó en España. Por primera vez, no superó el millón de espectadores en su primera gala.

La situación se agrava aún más con la cancelación de GH. La vida en directo, el programa diario que conducía Nagore Robles. Tras solo cuatro emisiones, Mediaset España decidió retirarlo de la parrilla por sus desastrosas cifras: anoche apenas alcanzó un 5,3%. Este cierre anticipado refleja la urgencia de la cadena por reajustar su oferta ante la pérdida de audiencia.

En el acceso prime time, la edición exprés del reality también se desplomó, registrando un 6,2% y 785.000 espectadores, muy lejos de los 8,7% y más de un millón de la semana anterior. El formato, producido por Zeppelin, no solo pierde espectadores, sino también credibilidad ante la audiencia y los anunciantes.

Tras El hormiguero, Antena 3 emitió dos capítulos de La encrucijada, la serie española que logró un 9,3% en su primer capítulo y un 8,4% en el segundo, elevando la media de la cadena a un 12,1%. Aunque cedió ligeramente respecto a la semana anterior, la ficción sigue superando el medio millón de espectadores, un dato positivo en un contexto general de descenso.

Por otro lado, La revuelta, el programa de La 1 conducido por David Broncano, cerró la semana con su peor dato: 12,7% y 1,5 millones de espectadores. Este descenso se enmarca en una tendencia a la baja desde el récord logrado con la visita de Rosalía, lo que sugiere que el programa necesita reforzar su contenido para recuperar su dinamismo.

En resumen, la noche del jueves dejó claro que el entretenimiento en España sigue dependiendo de figuras con gran impacto mediático, como Rajoy, mientras que los formatos tradicionales, como Gran Hermano, deben reinventarse o enfrentar su declive. La competencia es feroz, y las cadenas deben adaptarse rápidamente a los gustos cambiantes del público.

La clave está en la combinación de entretenimiento, actualidad y personalidades con peso en la opinión pública. Mientras El hormiguero lo logra, Gran Hermano 20 se encuentra en una encrucijada que podría definir su futuro en la televisión española.

Referencias