Esta Nochevieja, millones de españoles volverán a enfrentarse a la misma pregunta que cada año: ¿en qué cadena ver las Campanadas? Sin embargo, la edición de 2025 presenta un escenario más complejo y competitivo que nunca. Por un lado, Cristina Pedroche promete 'romper con todo' en Antena 3. Por otro, RTVE ha decidido jugar sus cartas con una apuesta arriesgada que podría alterar el panorama televisivo de la última noche del año.
El dilema no es nuevo. Hace doce años, la televisión pública española mantenía el monopolio indiscutible de este momento tan señalado. La 1 era la opción por defecto en la mayoría de los hogares, sin competencia real. Pero todo cambió en 2013, cuando una joven presentadora llamada Cristina Pedroche, entonces colaboradora de un canal minoritario, revolucionó la tradición con un vestido de encaje negro que se convirtió en tema de conversación nacional. Aquel atrevimiento no solo marcó un antes y un después en la moda, sino que redefinió el concepto mismo de las Campanadas televisivas.
La Sexta, canal poco acostumbrado a liderar la audiencia en fechas tan señaladas, logró arrebatar el cetro a RTVE de forma contundente. Desde aquel momento, Pedroche se convirtió en la reina indiscutida de las Campanadas, y cada 31 de diciembre el debate en los hogares españoles se centraba en su figura y, sobre todo, en su atuendo. La crítica, el análisis y los comentarios sobre su vestido se convirtieron en un ritual tan importante como las uvas, generando una expectación que trascendía lo puramente televisivo.
Durante años, RTVE optó por una estrategia conservadora, casi de resignación. La corporación pública se limitaba a ofrecer una retransmisión tradicional, sin grandes alardes, mientras veía cómo Antena 3 consolidaba su liderazgo año tras año. La pareja formada por Pedroche y Alberto Chicote se convirtió en un referente televisivo, generando expectación y captando millones de espectadores que ya no veían la televisión pública como su primera opción.
La situación, no obstante, experimentó un giro radical con la llegada de nuevos directivos a RTVE. La nueva presidencia de Televisión Española, encabezada por José Pablo López, junto con la dirección general de Sergio Calderón, decidió que la rendición no era una opción. El año pasado marcó un antes y un después: la cadena pública apostó por dos de los rostros más populares del momento, David Broncano y Lala Chus, para intentar recuperar el terreno perdido y demostrar que podían competir de tú a tú con la oferta privada.
El resultado fue un photo finish en las audiencias, una competencia tan reñida que dejó claro que RTVE había vuelto a la batalla con fuerza. La estrategia de rendirse quedó definitivamente descartada, y este año la corporación pública ha decidido dar un paso más allá, consolidando su compromiso con la innovación y la calidad.
La batalla de 2025 se presenta más cruenta que nunca. Antena 3 no se conforma con mantener su liderazgo y ha decidido potenciar su oferta con una retransmisión en simulcast por todos sus canales y plataformas digitales. Una estrategia de máxima difusión que busca inalcanzable para la competencia, asegurando que su contenido llegue a cualquier dispositivo y pantalla disponible.
Por su parte, RTVE ha decidido abandonar el tradicional 'Feliz 2026' y apostar por un concepto fresco y musical: La Casa de la Música. Se trata de una apuesta arriesgada que aleja la retransmisión del formato clásico para ofrecer algo diferente, más dinámico y acorde con los tiempos actuales, convirtiendo la noche en un auténtico espectáculo musical.
Pero la competencia entre cadenas no es la única novedad de esta Nochevieja. Los espectadores que sintonizen cualquiera de las dos retransmisiones se encontrarán con una sorpresa inesperada en la plaza de la Puerta del Sol. El tradicional luminoso que da la bienvenida al nuevo año estará escrito con la tipografía de Stranger Things, la popular serie de Netflix, creando una imagen inédita en la historia de las Campanadas.
Esta iniciativa responde a una agresiva campaña de promoción de la plataforma de streaming, que ha conseguido colar su imagen en uno de los momentos televisivos más vistos del año. Una jugada publicitaria sin precedentes que demuestra el poder que las plataformas digitales ejercen sobre la televisión tradicional, obligando a las cadenas a compartir su espacio más preciado.
La sorpresa será visible tanto en la retransmisión de RTVE como en la de Atresmedia, convirtiéndose en un elemento común que, paradójicamente, competirá por la atención de las propias cadenas. Esta intrusión del marketing digital en un evento en directo marca un nuevo capítulo en la relación entre medios tradicionales y plataformas de streaming.
En medio de esta guerra de audiencias, la figura de Cristina Pedroche alcanza su décimo aniversario consecutivo al frente de las Campanadas de Antena 3. Junto a Alberto Chicote, forman la pareja más consolidada y reconocible de la televisión española en Nochevieja. Aunque no siempre han estado juntos en estos diez años, su química en pantalla se ha convertido en un valor seguro para la cadena privada.
Ambos presentadores han prometido sorprender una vez más con una puesta en escena que, sin duda, generará debate en redes sociales y en los medios de comunicación. Su capacidad para crear tendencia y convertir cada detalle en noticia es uno de sus principales activos, y este año no será diferente.
La batalla de las Campanadas de 2025 refleja un momento de transformación en la televisión española. Por un lado, la consolidación de una pareja de presentadores que ha conseguido crear un formato ganador. Por otro, la necesidad de la televisión pública de recuperar su papel protagonista en un momento clave para su legitimidad y su conexión con la ciudadanía.
Los espectadores, al final, son los verdaderos ganadores de esta competencia. Dispondrán de opciones diversas, desde el formato clásico y consolidado de Antena 3 hasta la apuesta renovada de RTVE. La calidad de las retransmisiones, la innovación en los contenidos y la sorpresa de elementos externos como la campaña de Netflix enriquecen una noche ya de por sí especial.
La decisión de dónde ver las Campanadas ya no depende únicamente de la tradición o del hábito. La oferta es variada, la competencia es real y las estrategias son cada vez más sofisticadas. En un momento en que la televisión tradicional lucha por mantener su relevancia frente a las plataformas digitales, la batalla por las Campanadas se ha convertido en un símbolo de la lucha por la audiencia.
Con la llegada de 2026, más allá de las uvas y los brindis, lo que realmente estará en juego es el futuro de la televisión en directo y la capacidad de las cadenas de generar contenido de masas que compita con la oferta global de streaming. La Nochevieja de 2025 no será solo el final de un año, sino un indicador de hacia dónde se dirige la industria audiovisual española.