La transición hacia la movilidad eléctrica en España ha despertado un dilema crucial entre los conductores que contemplan renovar su vehículo. Con el Plan MOVES vigente hasta finales de 2025 y la llegada del nuevo Plan Auto+ anunciado para 2026, muchos se preguntan cuál es el momento óptimo para dar el salto. La decisión no es trivial, ya que cada opción presenta ventajas e inconvenientes que dependen del perfil, urgencia y capacidad económica de cada comprador.
El Plan MOVES III ha sido el pilar de las ayudas a la compra de vehículos eléctricos e híbridos enchufables durante los últimos años. Su funcionamiento es conocido: ofrece hasta 7.000 euros de subvención para la adquisición de un coche 100% eléctrico cuando se achatarran un vehículo antiguo, y cantidades menores si no se realiza esta entrega. La principal fortaleza de este programa radica en su estabilidad y previsibilidad. Los requisitos están claros, los modelos elegibles están definidos y los importes son conocidos de antemano, lo que permite planificar la compra con seguridad.
No obstante, el MOVES arrastra una serie de inconvenientes que han generado frustración entre los usuarios. El más notable es la lentitud en el desembolso de las ayudas. El descuento no se aplica en el momento de la compra, sino que el comprador debe adelantar el importe completo y esperar meses, incluso años, para recibir la subvención. Esta gestión, además, depende de cada comunidad autónoma, lo que genera disparidades en los plazos y la burocracia necesaria. La reciente ampliación de 400 millones de euros para cubrir la lista de espera y nuevas solicitudes ha reactivado el programa, pero no soluciona estos problemas estructurales.
Por otro lado, el Plan Auto+ que entrará en vigor en 2026 representa un cambio de paradigma en la política de incentivos. Con un presupuesto inicial también de unos 400 millones de euros, su gran promesa es la aplicación directa del descuento en el punto de venta. Esto eliminaría la necesidad de adelantar dinero y esperar reembolsos, simplificando enormemente el proceso para el consumidor. Para muchos potenciales compradores, esta agilidad es el factor decisivo que podría desbloquear la compra.
Sin embargo, el Auto+ aún está envuelto en una nebulosa de incertidumbre. Las autoridades no han desvelado las cuantías exactas de las ayudas, los posibles límites de renta per cápita que podrían restringir el acceso, ni el catálogo definitivo de modelos que se acogerán al plan. Tampoco se ha confirmado si mantendrá el incentivo adicional por achatarramiento o si introducirá nuevos requisitos técnicos o ambientales. Es fundamental entender que no se trata de una prórroga del MOVES, sino de un programa completamente nuevo, por lo que las compras realizadas en 2025 no podrán acogerse a sus beneficios.
La comparativa entre ambos planes revela una tensión entre certeza y comodidad. El MOVES ofrece seguridad jurídica y montos conocidos, pero con una gestión engorrosa. El Auto+ promete rapidez y simplicidad, pero con parámetros aún por definir que podrían ser menos favorables de lo esperado. Esta incertidumbre convierte la decisión en un ejercicio de equilibrio entre el riesgo de esperar y la urgencia de necesitar vehículo.
Para tomar la decisión correcta, conviene evaluar varios factores personales. Si dispones de liquidez suficiente para adelantar la ayuda y encuentras una oferta atractiva en estos momentos, el MOVES sigue siendo una opción sólida, especialmente tras la reciente inyección de fondos que garantiza su disponibilidad. La certeza de contar con un importe concreto puede superar la molestia de la espera.
En cambio, si tu situación económica requiere que el descuento se aplique de forma inmediata, o si no tienes prisa por cambiar de coche, esperar al Auto+ puede ser la estrategia más inteligente. La promesa de una gestión ágil y sin papeleo justifica la espera para muchos conductores, siempre que se asuma el riesgo de que las condiciones finales no sean tan beneficiosas como las actuales.
Otro aspecto a considerar es la evolución del mercado automovilístico. Los precios de los vehículos eléctricos están experimentando ajustes, y las ofertas de fin de año pueden ser especialmente competitivas. Si encuentras un modelo que se ajusta a tus necesidades con un precio reducido, la combinación con el MOVES podría resultar más ventajosa que esperar a un Auto+ con condiciones desconocidas.
La situación geográfica también importa. Algunas comunidades autónomas han gestionado el MOVES con mayor eficiencia, reduciendo plazos de pago. Investiga la experiencia de otros usuarios en tu región antes de descartar la opción actual por la lentitud administrativa.
En definitiva, no existe una respuesta universal. La mejor opción depende de tu capacidad de espera, tu situación financiera y tu tolerancia al riesgo. El MOVES ofrece un camino seguro y trazado, mientras que el Auto+ dibuja una ruta más cómoda pero aún por definir. Evalúa tus prioridades, consulta con concesionarios y mantente informado sobre los detalles del nuevo plan antes de dar el paso final. La movilidad sostenible es el futuro, pero el timing de tu salto a ella debe ajustarse a tu realidad personal.