La candidata de Unidas por Extremadura, la coalición integrada por Podemos, Izquierda Unida y Alianza Verde, ejerció este domingo su derecho al voto en el Centro de Educación Infantil y Primaria Calatrava de Mérida. Irene de Miguel, líder de esta formación de izquierdas, aprovechó su intervención ante los medios de comunicación para transmitir un mensaje claro y contundente: la importancia de participar en las urnas con ilusión y firmeza para construir una región mejor y evitar un retroceso en materia de derechos.
Tras depositar su papeleta en la urna, De Miguel hizo un llamamiento directo a la ciudadanía extremeña. Su petición fue contundente: que Extremadura "alce la voz de una vez por todas" y no permita que sean otros quienes hablen en nombre de los extremeños. En un discurso centrado en la defensa de la institucionalidad democrática, la candidata subrayó que, aunque "nadie nos va a robar la democracia", resulta fundamental que los ciudadanos protejan activamente sus derechos y libertades mediante la participación electoral.
La líder de la coalición animó a la población a llenar las urnas con "esperanza, memoria, futuro y ambición" por el territorio extremeño. Este cuarteto de conceptos resume, según su visión, la esencia de lo que debe guiar el voto en esta jornada decisiva. Para De Miguel, cada voto no es solo una papeleta, sino una herramienta para tejer un futuro colectivo donde los avances sociales no se vean comprometidos.
En un gesto que humanizó el momento político, la candidata confesó con humor que había llegado con unos minutos de retraso al colegio electoral. La razón, compartida sin tapujos, fue que se había "liado" preparando tortitas en casa. Este detalle anecdótico, lejos de restarle seriedad, sirvió para acercarla a los ciudadanos y mostrar una faceta más cercana y cotidiana de la política.
Abordando ya cuestiones de fondo, De Miguel puso en valor la estrategia desarrollada por su formación durante la campaña electoral. La definió como una "campaña humilde" y un ejercicio de "artesanía política" que se distancia claramente de los métodos tradicionales y masivos de los partidos convencionales. Esta aproximación, según explicó, se basa en el contacto directo, el trabajo de base y la escucha activa de las demandas reales de la ciudadanía.
La candidata, que aspira a superar los cuatro escaños conseguidos en los comicios de 2023, se mostró "supersatisfecha" con el trabajo desplegado por su equipo de campaña. En un gesto de reconocimiento, agradeció a sus compañeros haber "dejado la piel y la salud" en el esfuerzo por movilizar a la población y defender un proyecto alternativo de gestión pública. Este agradecimiento subraya el carácter local y de proximidad de una campaña que ha priorizado los recursos humanos sobre los medios materiales.
De Miguel recalcó que en esta jornada electoral "muchos ojos se están fijando en Extremadura". La región, según sus palabras, se ha convertido en un escenario donde su formación intenta demostrar que existe otra forma de entender y gestionar los asuntos públicos. Una forma basada en la transparencia, la participación ciudadana y la defensa de los servicios públicos como pilares fundamentales del bienestar común.
La candidata conectó la acto de votar con una metáfora poderosa: participar en esta jornada es como contribuir a la restauración de un tejido antiguo. Cada voto actúa como una puntada necesaria para reforzar la democracia y garantizar que el diseño del futuro regional no pierda los colores de la libertad y el progreso social. Esta imagen visual refuerza la idea de que la democracia requiere un mantenimiento constante y activo por parte de la ciudadanía.
El mensaje de De Miguel se centró en alertar sobre los riesgos de un posible retroceso al siglo pasado en materia de derechos. Esta advertencia apela directamente al electorado progresista, instándole a movilizarse para preservar las conquistas sociales alcanzadas en décadas anteriores. La referencia temporal sirve como recordatorio de las luchas históricas por las libertades democráticas y los derechos laborales y sociales.
La intervención de la candidata reflejó una estrategia comunicativa basada en la autenticidad y la proximidad. Al compartir anécdotas personales y emplear un lenguaje directo, buscó romper con la distancia que a menudo separa a los políticos de los ciudadanos. Este estilo, propio de lo que ella denomina "artesanía política", pretende generar confianza y credibilidad en un contexto de desafección institucional.
El énfasis en la defensa de la institucionalidad y los derechos fundamentales resonó como el eje central de su discurso. De Miguel no solo habló de programas o propuestas concretas, sino que elevó el debate a la importancia de proteger el marco democrático que hace posible cualquier transformación social. Este enfoque estratégico busca movilizar a un electorado que valora tanto los resultados como los procesos democráticos.
La candidata concluyó su intervención reafirmando su compromiso con una gestión pública diferente, donde la voz de la ciudadanía no sea una mera formalidad, sino el motor de las decisiones políticas. Su llamamiento final fue una invitación a que cada extremeño y extremeña se sienta protagonista de esta jornada electoral, tomando conciencia del poder transformador que reside en cada voto depositado en las urnas.