La IA no sustituirá al periodista: la honestidad como pilar del futuro

Miguel Ángel Oliver, presidente de EFE, defiende en Valencia que la inteligencia artificial es una herramienta, pero no reemplazará el trabajo humano en el periodismo

La inteligencia artificial ha irrumpido con fuerza en las redacciones de todo el mundo, generando tanto expectación como inquietud entre los profesionales del sector. En este contexto de transformación digital, el presidente de la Agencia EFE, Miguel Ángel Oliver, ha lanzado un mensaje claro y contundente: la tecnología puede servir de apoyo al trabajo periodístico, pero nunca reemplazará la labor esencial que realizan los profesionales de la información.

Durante la inauguración del Foro Hispanoamericano de Inteligencia Artificial Aplicada al Periodismo, celebrado en Valencia, Oliver dejó patente su convicción de que los algoritmos y los sistemas automatizados, por muy avanzados que sean, carecen de la capacidad humana para ejercer el periodismo en toda su dimensión. La cita, que congregó a expertos y profesionales de medios españoles durante dos jornadas intensas, sirvió como plataforma para debatir cómo se está integrando esta tecnología en los modelos de negocio y en las dinámicas diarias de las redacciones.

El mensaje del máximo responsable de la agencia de noticias más importante de España en lengua española fue tajante: "La IA puede ayudar a hacer periodismo, pero no hará periodismo". Esta afirmación resume una postura que muchos profesionales comparten: la inteligencia artificial es una herramienta más en el arsenal del periodista moderno, pero no puede asumir las funciones que requieren juicio crítico, intuición, empatía y, sobre todo, una ética profesional sólida.

Oliver enfatizó que el único camino viable en esta nueva realidad tecnológica es la honestidad. Para el presidente de EFE, la transparencia y la integridad deben ser los valores que guíen a los medios de comunicación en la era de la inteligencia artificial. En un momento en que la desinformación y los contenidos manipulados pueden generarse a gran escala y velocidad, la honestidad se convierte en el diferenciador clave entre el periodismo profesional y la mera producción automatizada de contenidos.

La reflexión de Oliver apunta a un debate más profundo sobre el papel del ser humano en la creación de contenidos informativos. Mientras la IA puede procesar grandes volúmenes de datos, identificar patrones y generar textos a partir de parámetros establecidos, carece de la capacidad para realizar entrevistas con sensibilidad, interpretar matices emocionales, cuestionar las fuentes con perspicacia o tomar decisiones editoriales basadas en contextos sociales, políticos y culturales complejos.

En el mismo foro, Juanma Ruiz, director de Tecnología y Sistemas de la Agencia EFE, también participó en las deliberaciones, aportando la perspectiva técnica sobre cómo se está implementando esta transformación digital en la agencia. Su presencia subraya la importancia de combinar el conocimiento periodístico con la excelencia tecnológica para afrontar los desafíos del presente y del futuro.

Los asistentes al foro pudieron constatar cómo los principales grupos mediáticos españoles están experimentando con soluciones de IA para optimizar procesos, desde la transcripción automática de entrevistas hasta la personalización de contenidos para diferentes audiencias. Sin embargo, todos coinciden en que estas aplicaciones requieren supervisión humana constante para garantizar la precisión, el contexto y el rigor periodístico.

El temor a que la automatización sustituya a los profesionales es un debate recurrente en múltiples sectores, y el periodismo no es una excepción. No obstante, la postura defendida por Oliver ofrece una visión más matizada y optimista: la IA no viene a eliminar puestos de trabajo, sino a transformarlos, liberando a los periodistas de tareas repetitivas y permitiéndoles concentrarse en lo que realmente aporta valor: el análisis, la investigación, la narrativa y la conexión con la sociedad.

La honestidad que Oliver reclama implica también ser transparentes con las audiencias sobre el uso de estas herramientas. Los medios deben ser capaces de comunicar cuándo y cómo utilizan la inteligencia artificial en la producción de sus contenidos, generando confianza en un ecosistema mediático cada vez más complejo y susceptible a la manipulación.

El Foro Hispanoamericano ha puesto de manifiesto que la integración de la IA en el periodismo no es una cuestión de futuro, sino de presente. Las redacciones ya están adoptando estas tecnologías, pero lo hacen con la prudencia que exige una profesión cuyo capital más preciado es la credibilidad. La experiencia de EFE, como agencia de referencia global, sirve de ejemplo para muchos otros medios que observan con interés cómo se puede innovar sin comprometer los principios fundamentales del oficio.

La reflexión final que emerge de las palabras de Miguel Ángel Oliver es que el periodismo, en esencia, es una actividad intrínsecamente humana. La capacidad de contar historias, de poner el foco en lo que importa, de dar voz a los que no la tienen y de servir como contrapoder vigilante son cualidades que no pueden codificarse en un algoritmo. La inteligencia artificial será, sin duda, una aliada poderosa, pero el corazón del periodismo seguirá latiendo gracias al compromiso, la curiosidad y la honestidad de quienes lo practican con pasión y profesionalidad.

En este escenario de cambio constante, la formación continua y la adaptación de los profesionales serán cruciales. Los periodistas del futuro deberán ser polivalentes, capaces de entender tanto la narrativa tradicional como las posibilidades que ofrecen las nuevas tecnologías. Pero sobre todo, deberán mantener firme su compromiso con la verdad, la equidad y la honestidad, valores que, como recordó Oliver, son el único camino posible para una profesión que se juega su relevancia y su supervivencia en cada noticia publicada.

Referencias

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